domingo, febrero 04, 2007

BITÁCORA VERDE - UNA VENTANA HACIA LA ALIANZA PLANETARIA


RELOJ DE ARENA, es un programa de radio donde el misterio, la historia, la tertulia, el medio ambiente, la música..., compaginan en la hondas de la radio formando el arco iris de la vida. Su Director Jordi Fernández a lo largo de tres horas consecutivas, cultiva la pasión entre las diferentes secciones que lo componen. BITÁCORA VERDE, es una de ellas. Su Director y realizador Pedro Pozas Terrados autor de este blog, esta al frente como experto en temas de medio ambiente, de las noticias que van surgiendo, de los temas apasionantes que cada semana, los viernes a partir de las 22, 00 horas podeis escuchar. Bitácora Verde entra entre las 22, 15 a 22, 30 horas, dura quince minutos de intenso trasiego. Puede escucharse en la página www.relojdearena.tk. No te lo pierdas.


Fotografía: Pedro Pozas T.
¿Por qué he llamado a esta sección BITÁCORA VERDE?.

Bitácora es el armario donde se guardaba el compás náutico y tenia que tener unas características especiales, con una serie de ejes para mantener siempre el mortero perfectamente horizontal, pese a los movimientos del buque. Esta Bitácora se situaba cerca del timón. En ella también se guardaba el libro de anotaciones de las rutas, el cuaderno de Bitácora y demás elementos de gobierno de la nave.

Los elementos para guardar la horizontalidad del compás, indican para Bitácora verde, la estabilidad de la Tierra. Cada semana nos asomamos por esta ventana radiofónica, al mundo de la naturaleza, a los problemas de nuestra Tierra y también como no, será una ventana abierta a la esperanza.

Bitácora como habéis visto, era un elemento importantísimo para el Capitán que comandaba la nave. En ella se guardaba lo más preciado de la navegación, lo más importante para conseguir una buena ruta, un plácido viaje y una llegada feliz al puerto del destino. En Bitácora verde se intenta cada semana exponer lo más destacado de las noticias que nos vayan llegando, siendo guías en el mismo corazón de la selva y faros para señalar los peligros en los que se enfrenta peligrosamente nuestra amada Tierra.

Hoy , en el argot cibernético, bitácora indica también cada una de esas páginas o blog como ésta, donde se expresan pensamientos e inquietudes. Desde este mismo concepto cada viernes abro nuestra bitácora verde y nos asomaremos al mundo que envuelve nuestra vida, a ese mundo natural del que somos parte y sin su existencia, el hombre no sería NADA.

Estoy convencido que debemos llevar en nuestros corazones la Paz Verde y en nuestras voces la nueva Revolución Verde para cambiar, para evitar el cambio climático que se asoma peligrosamente a las puertas de la vida. Nos quedan diez años. Hemos entrado en la cuenta atrás. No podemos esperar a que las generaciones futuras solucionen el caótico sistema actual. Lo tenemos en nuestra derrota, frente a nuestro camino y tenemos que tomar una decisión drástica o sin duda sufriremos las consecuencias de nuestro abandono y agresividad .

En Bitácora Verde intentaré cada semana poner rumbo a la horizontalidad del planeta.

Espero te guste, entra, navega con nosotros por el mar de la inquietud, de la información. Jordi y yo te estaremos esperando para que subas a bordo del Reloj de Arena, y junto a Bitácora Verde, descubrir que otro mundo es posible si nos unimos y navegamos como una tripulación consciente, amiga, trabajadora y unida. Por la alianza planetaria luchemos con nuestras voces y nuestras acciones, para conseguir un mundo más justo, más equitativo, más confortoble. Gracias. Te espero.

www.relojdearena.tk

PEDRO POZAS TERRADOS

PATENTES SOBRE LA VIDA


Cuando Alexander Graham Bell inventó el teléfono, tuvo que apresurarse para que nadie le robase su idea. Patentándolo registró su invención, obteniendo el control de su uso en un futuro. Una patente es una concesión otorgada por un gobierno que proporciona al inventor los derechos exclusivos del invento para su uso, venta o fabricación durante un período de tiempo normalmente de 20 años.

Hasta la fecha sólo se habían otorgado patentes a invenciones técnicas y productos manufacturados. Ahora la ingeniería genética quiere patentar animales vivos, plantas e incluso células humanas. También, multinacionales como Monsanto, desean patentar genes de organismos vivos que han aislado con el fin de tener el derecho a utilizarlos para crear nuevas formas de vida. ¿Que vendrá después..?.

En EE.UU. patentar plantas y animales está permitido y quieren a través de sus multinacionales, extender esta fórmula al resto del mundo amenazando con guerras comerciales si no se les da paso a estos nuevos productos “genéticos”. Ahora, pretenden conseguir las patentes de genes y células humanas. Ya tienen almacenadas en bancos genéticos, células y genes tomadas a poblaciones indígenas para ser utilizados en un futuro de la manera que ellos deseen, y mientras tanto, la gente que es realmente propietaria de estos genes, ni siquiera pueden decir nada al respecto. Una empresa multinacional estadounidense, WR.Grace, ha patentado un proceso por el que produce el mismo pesticida que el generado por el árbol Neem. Aunque este ha sido tradicionalmente utilizado en la India durante siglos, sólo esta multinacional podrá lucrarse de su utilización a partir de ahora ¿Cómo es posible que se realicen estos crímenes contra la humanidad abiertamente, con descaro y protegidos por las leyes?. De igual modo, muchos representantes de empresas farmacéuticas, se internan entre los pueblos indígenas a la caza de remedios curativos que estos pueblos utilizan. Una vez localizado el tipo de hierva o planta que emplean ancestralmente y la forma de utilizarlo, lo patentan y a partir de entonces, nadie puede curarse con ese remedio sin pagar los derechos a la empresa que ha “robado” la fórmula. El nativo para utilizarlo tiene ahora que pagarlo tras robarle el producto. Increíble. Estamos en un mundo de locos donde impunemente se cometen atentados contra el bienestar mundial, contra la biodiversidad de la Tierra. Y claro, así nos va.

Permitir la patente sobre los cultivos generará un nuevo sistema de feudalismo en la que las grandes empresas multinacionales podrán dictar cuando, cómo y bajo que condiciones se podrán plantar sus cultivos de ingeniería genética.

En EE.UU. y en Europa se ha solicitado la patente de células de sangre del cordón umbilical de un recién nacido. La empresa que solicita la patente ha aislado las células de la sangre y posteriormente las ha congelado, con el fin de permitirles cobrar derechos a cualquier empresa que quiera utilizarla, incluso aunque sea destinada para transplantes o investigación. En la misma línea, un equipo de investigadores estadounidenses y británicos detectaron un gen que se cree el causante de incrementar el riesgo de cáncer de mama en mujeres. El gen fué patentado por los primeros y ahora, además de que sólo pueden beneficiarse económicamente los estadounidenses, los británicos no pueden hacer uso del gen para diagnosticar este cáncer. Lo mismo ocurre con otros tipos ce cáncer e incluso con las investigaciones para curar el SIDA.
La soja se encuentra en alrededor del 60% de los productos alimenticios manufacturados de los supermercados...en el pan, chocolate, pasteles, mantequilla, helados, pasta, etc.. Ahora intentan, nos guste o no, introducir la soja modificada genéticamente en nuestra dieta diaria. Para evitar que los consumidores efectúen un boicot, la mezclan con la soja normal y no va a ser reflejada en las etiquetas. ¿Con que derecho juegan con nuestras vidas?.


Los productos de soja modificada genéticamente no son más baratos, no tienen más sabor, ni son más sanos. Tampoco producen mayores cosechas. Ha sido diseñada para ser resistente a un herbicida de la multinacional agro-química Monsanto (más conocida como la empresa que desarrolló y produjo el agente naranja, el famoso gas que causó miles de víctimas en la guerra de Vietnam) llamado Roundup. Los beneficios de la multinacional aumentarán si consigue una amplia distribución de la soja transgénica, que contiene genes de una bacteria de virus de coliflor y de petunia. Se sabe muy poco de las interacciones que pueden tener estos nuevos tipos de secuencias de genes entre sí y con el medio ambiente.

Muchos de estos genes que las compañías multinacionales nos quieren hacer consumir, proceden de plantas y animales o incluso de otras sustancias que no son parte habitual de nuestra dieta (escorpiones, polillas, bacterias, virus, ratas, ratones, etc.). No se sabe aún los daños que puede producir en la salud el consumo de estos genes extraños a través de la carne, fruta, vegetales u otros alimentos. Introducir materiales no experimentados ni probados en los alimentos puede generar reacciones alérgicas. Las alergias son unas de las enfermedades más comunes y más difíciles de tratar.

Todo ser vivo tiene genes. Estos determinan cuál es la función de cada célula y se transmiten de generación en generación. Los genes aseguran, por ejemplo, que el ser humano se reproduzca dando origen a nuevos humanos y que las bacterias den lugar a nuevas bacterias. En la naturaleza, los cruces sólo pueden darse entre ejemplares de la misma especie o emparentados. Pero la ingeniería genética implica extraer genes de otras especies, por ejemplo de escorpión, e introducirlos en especies diferentes, como el maíz, creando una forma de vida nueva . Esta forma de manipular la vida ha sido descrita como un verdadero Frankestein.

Las empresas involucradas en la creación de cultivos y alimentos de ingeniería genética argumentan generalmente que lo que están haciendo es “mejorar” la naturaleza. Dicen querer hacer cultivos más resistentes a la maleza o crear frutas y vegetales mayores y mejores. Pero, de hecho, los principales beneficiarios de estos llamados “productos mejorados” serán las propias empresas que los fabrican. La soja de Monsanto está diseñada para ser resistente al herbicida que fabrica la misma compañía que, teóricamente, matará a la maleza en los cultivos, al tiempo que permitirá sobrevivir a la soja. Esto garantizará mayores beneficios para Monsanto, pues los agricultores que planten la soja de Monsanto, tendrán que usar además su herbicida. Este experimento con la naturaleza es un gran juego de azar.


Se patenta la vida. ¿A caso la hemos inventado? ¿A qué estamos jugando? ¿Que ocurre a este mundo deshumanizado que dejamos morir a los niños de hambre y tenemos la osadía de patentar la propia vida?.


PEDRO POZAS TERRADOS

AÑO 2006: EL DESPERTAR DE LA CONCIENCIA ANIMAL

Ha finalizado el año 2006 con algo muy importante en cuanto a la revolución moral y ética del ser humano: los derechos de los animales. El hombre ha evolucionado gracias a ellos, a su manipulación, a su sufrimiento. Si echamos una mirada a nuestro alrededor, vemos que muchos productos, cosas y entornos, están ligados a nuestra vida cotidiana de una forma natural: filetes en nuestros platos, pieles en lo zapatos y ropas, objetos procedentes de partes o derivados de ellos (collares, pulseras, cajas, figuras, trofeos, adornos..), cosmética, biomedicina, avances médicos gracias a los de sin voz y hasta en los instrumentos musicales como pelo de caballo para el arco de los violines. Los estamos utilizando para todo y sin embargo, egoístamente no somos capaces ni tan si quiera de concederles el más mínimo bienestar animal, es decir, que dentro de su destino y esclavitud, al menos fueran tratados con dignidad.

El año 2006 ha pasado a la historia animalista en cuanto a los derechos de los de sin voz. Comenzó el 25 de abril, donde los responsables del Proyecto Gran Simio lo dieron a conocer nada más y nada menos que en el Congreso de los Diputados a raíz de una Proposición No de Ley presentada por el Partido Socialistas en la que se pedía que el Gobierno se implicara más en la conservación de los grande simios en sus lugares de origen y de los cautivos en los zoológicos y circos de nuestro país. Hubo un gran debate nacional, donde los medios de comunicación informaron unos en contra entrando en la ridiculez de sus informaciones y otros en los verdaderos objetivos de ese Proyecto loable en la que cientos de científicos de todo el mundo lo apoyaron de inmediato. Traspasó la barreras de las fronteras y las agencias del mundo lanzaron la noticia positiva de que en España se estaba debatiendo los derechos de los animales. Es cierto que hubo una corrientes de columnistas, chapados a la antigua, que pusieron sobre el tapete la discusión aún no cerrada desde que hace 150 años, Darwin dijera que procedíamos del mono. Pero escritores, científicos, antropólogos, periodistas, juristas, catedráticos, algunos políticos...apoyaron de inmediato al Proyecto y hoy es historia y recogido en los anuarios de las enciclopedias que han cerrado el pasado año.

Más tarde les ha seguido las numerosas manifestaciones contra el maltrato que se han realizado en España, donde una vez más se ha pedido la protección no sólo de los animales domésticos sino de todos los animales en general y que sea tipificado como delito lo que ahora sólo es para los animales domésticos.

El año ha terminado con las declaraciones valientes de la Ministra del Medio Ambiente en la que no esta de acuerdo con las matanzas de toros en los ruedos. Unas declaraciones de importante avance y que ha tenido el apoyo de todos los grupos animalistas, aunque algunos de sus propios compañeros de partido y de gobierno la hayan criticado por haber pensado en alto lo que más del 70% por ciento de los españoles opinamos. Para remate, la única plaza de toros que quedaba en Barcelona capital, se cerrará por la falta de asistencia a la misma. Si, lo queramos o no, esta barbarie tiene que terminar si queremos avanzar como un país innovador, moderno, respetuoso con nosotros mismos y con el resto de los seres vivos.

Llegados a este punto, tal vez podamos anclar nuestro barco por un instante y mirar la luna y las estrellas. Si, la ciencia a traspasado los limites de nuestra tierra y se ha aventurado a dar sus pasos tímidos por unos mundos desconocidos, inexplorados y llenos aún de riesgos. Por también ha sido gracias a nuestros hermanos los animales.

Pongamos un ejemplo de lección a la humanidad, de cómo un animal, salva una operación muy costosa de la NASA y consigue que la conquista del espacio sea una realidad. Se llamaban chimponautas. Un equipo de las Fuerzas Aéreas de EE.UU. se encargó de entrenar a unos setenta chimpancés seleccionados para el proyecto espacial. Fueron literalmente secuestrados de su hábitat natural. Muchos otros murieron en las capturas o durante su traslado. Estos chimpancés debían aprender a realizar una serie de ejercicios similares a los que haría en su lugar un astronauta, con el fin de comprobar si éstos podrían llevar a cabo procesos mentales de naturaleza compleja en condiciones ambientales extremas y sin precedentes. Cuando un chimponauta accionaba la palanca correcta en respuesta al estímulo de una luz parpadeante, se le premiaba con una sabrosa bolita de plátano; cuando se equivocaba, se le castigaba con una descarga eléctrica en el pie. El éxito de este singular sistema de entrenamiento superó con creces todas las expectativas de los científicos. En cierta ocasión, uno de los chimpancés compitió contra un congresista de visita en el laboratorio y fue el chimpancé quien ganó el ejercicio de demostración, con un resultado de tan sólo veinte respuestas equivocadas en un total de siete mil movimientos.

La NASA creo una potente nave, pero las pruebas de lanzamiento revelaron que el Atlas presentaba deficiencias técnicas. Como no se atrevieron a que fuera tripulada por un humano, el elegido para esta misión fue un chimpancé de cinco años y medio llamado Enos que había nacido en África occidental y se había convertido en el primero de su clase tras dieciséis meses de duro entrenamiento físico y psicológico en el laboratorio Holloman. El 29 de noviembre de 1961, a las diez horas y diecisiete minutos de la mañana, el Atlas despegó con Enos a bordo y describió su primera vuelta alrededor de la Tierra. Todo parecía estar saliendo bien, hasta que la nave emprendió la segunda rotación prevista en su trayecto. Entonces, uno de los reactores a gas se quedó abierto y el cohete empezó a perder combustible y a oscilar.

Pero los problemas no se acabaron ahí. El sofisticado equipo electrónico que debía transmitirle a Enos estímulos visuales, sufrió algún tipo de anomalía, y empezó a recibir descargas eléctricas cada vez que respondía correctamente. De pronto, aquel chimpancé de cinco años se vio enfrentado a un sistema de premio y castigo que entraba en total contradicción con el entrenamiento intensivo que había recibido a lo largo de más de un año. Los científicos dieron por sentado que Enos empezaría a contestar incorrectamente a los estímulos con tal de obtener su recompensa de plátano, pero el chimpancé hizo caso omiso del sistema y llevó a cabo las operaciones que él sabía que eran correctas, aunque recibiera una descarga eléctrica cada vez que accionaba la palanca adecuada. De esta forma, aquel ser irracional dio una buena lección a sus controladores humanos.

Las pruebas que se realizaron con posterioridad al vuelo demostraron que los científicos sometidos a las mismas pruebas que Enos realizó durante el vuelo apenas si lograban estar a su altura, hecho significativo de por sí, y más si tenemos en cuenta que ellos no recibían descargas eléctricas. No hay duda de que Enos había hecho honor a su nombre, que en hebreo significa ¡hombre”. Su comportamiento a bordo del Atlas sólo podría compararse al de un ser racional, por mucho que la ciencia se negara a admitirlo.

Gracias a las exploraciones espaciales de él y de otros chimponautas, la NASA realizó doscientas cincuenta alteraciones que redundaron en la completa seguridad y comodidad de la nave Friendship 7, a bordo de la cual John Glenn realizó una triple rotación alrededor de la Tierra en febrero de 1962.

Una vez constatada la posibilidad de supervivencia en el espacio, los chimpancés dejaron de ser noticia y se desvanecieron de la actualidad del mismo modo que habían irrumpido en ella. Los primeros humanos que llegaron al espacio disfrutaron de fama y gloria eternas, pero los primeros chimponautas corrieron una suerte muy distinta. Enos murió de una crisis de disentería tan sólo un año después de su misión a bordo del Atlas. La mayor parte de los demás chimpancés acabaron sus días en laboratorios de investigación médica, donde fueron sometidos a todo tipo de experimentos dolorosos, cuando no letales.

He querido recordar a Enos en el comienzo de este nuevo año, para que nos demos cuenta que respetando a los seres vivos y máxime los que nos ayudan en nuestro progreso, lo único que hacemos es dignificar al ser humano. Espero que el 2007 este cargado de vida, de derechos e ilusiones para los de sin voz. Cómo dijo Mahatma Gandhi “Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales”


PEDRO POZAS TERRADOS