jueves, mayo 26, 2016

EL TTIP: LAS SIGLAS DE LA HUMILLACIÓN


El pasado mes de noviembre de 2015, hable sobre el atentado contra la democracia de los estados europeos que suponía la entrada en vigor del Tratado Transatlántico de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP). Ante la gravedad de los hechos con las recientes informaciones que se han conocido y la visita de Obama reunido con los miembros de la Unión Europea para acelerar la firma de este funesto tratado, no tengo más remedio nuevamente que informar abiertamente y poner sobre a viso a los ciudadanos que se está cometiendo un gravísimo atropello contra la democracia de los Estados soberanos, tan grave como si de un golpe de estado se tratara. Sin embargo, ante la pasividad de nuestros políticos y el silencio de nuestros eurodiputados pagados con el sueldo de todos los españoles, se hace necesario de forma urgente que este debate se haga público, animando a los medios de comunicación que al igual que están destapando uno de los mayores robos a los ciudadanos con los papeles de Panamá, se destape la insumisión
 y atropello inhumano que se va a cometer contra el bienestar social de todos los europeos si no lo evitamos a tiempo.

Ya se van conociendo algunas de las cláusulas de este Tratado que está siendo llevado bajo un secretismo propio de las más radicales dictaduras y en las que ni si quiera los eurodiputados, muchos de ellos, no tienen acceso a la consulta de lo que las grandes multinacionales y los dirigentes europeos están firmando con las multinacionales de Estados Unidos y su gobierno. Simplemente, con este secretismo, es suficiente para que los gobernantes y políticos que son pagados por todos nosotros y que no saben velar por nuestro bienestar, dimitieran de forma inmediata o pusieran sobre la mesa abiertamente los acuerdos que se quieren formar para así abrir un debate público.
Las consecuencias son caóticas y muy graves. De firmarse se va a convertir en un crimen contra las sociedades democráticas. Greenpeace Holanda acaba de hacer públicos documentos de este Tratado que han sido filtrados con 248 páginas en las que las políticas que tanto han costado imponer de protección ambiental  parecen haber sido eliminadas, situándose los beneficios económicos por encima de la vida, la salud y el medio ambiente. Estos documentos tampoco hablan de la protección del clima ni de los acuerdos llevados a cabo en Paris, que aunque pobres, eran un paso hacia un entendimiento que como estamos viendo se precipita en la mentira y el olvido. También es eliminado el principio de precaución consagrado en el Tratado de le Unión Europea y sí recoge la demanda de la delegación estadounidense  para la gestión de sustancias peligrosas en lugar de evitarlas, por lo que la salud de las personas peligrará más si cabe de una forma injustificable. Se abre la puerta a un mayor poder de las multinacionales que podrán denunciar a los Estados Soberanos si consideran que se sienten perjudicados ante cualquier normativa estatal. Incomprensible. Se está formulando una Constitución Europea por parte de las Multinacionales a espaldas del pueblo, que blindarán sus negocios ante cualquier intento de ir contra sus intereses por medio de alguna legislación estatal. Eso es algo indignante, humillante para una sociedad avanzada, criminal ante un Tratado que se está gestionando con las consultas exclusivas de los poderes de la industria. No debemos callarnos ante este atropello democrático e inaudito, ante esta estrategia que solo tiene como objetivo el negocio y el hundimiento del bienestar social.
Greenpeace informa que en los documentos filtrados, queda claro que este acuerdo es una amenaza para la protección del medio ambiente y de los consumidores, mostrando sin rubor, que ambas delegaciones han mantenido y mantienen constantes consultas con los lobbies que representan a las grandes corporaciones.
No sé a qué esperan nuestros eurodiputados a plantarse en el parlamento con los brazos caídos en protesta de este golpe de estado a la democracia europea. No sé a qué están esperando a exigir que se levante el secretismo del Tratado y formular  de forma unánime el no reconocimiento de este Tratado y la negativa de imponerse en ningún estado europeo. ¿A que tienen miedo? ¿Acaso los lobbies también manejan a los eurodiputados? Nos mienten, se ríen de nosotros y nos toman por analfabetos que no sabemos ni sumar. Pero ha llegado la hora de que los ciudadanos europeos exijamos con contundencia a nuestros gobiernos que nos digan la verdad, que no se oculten los acuerdos y que firmen al NO tratado por ir contra los intereses del pueblo y a favor de las multinacionales. Como lo permitamos, habremos caído en la trampa atropellando nuestros derechos y la propia democracia.
Pero hay más. Entre los puntos de acuerdo se baraja la posibilidad de que los países firmantes no deben adoptar ni mantener medidas exigentes a las empresas. Permite la prohibición de las subvenciones estatales a las energías renovables. Se fomenta un mayor control por parte de las empresas energéticas. Se establece el poder de las multinacionales frente a la soberanía de los Estados y de la Unión Europea e incluso intentan el establecimiento de tribunales de arbitraje entre inversores y Estado, pudiendo las empresas demandar a los gobiernos si ponen limitaciones o legislan en contra de sus intereses. Es el colmo de la insensatez de nuestros eurodiputados que lo permiten. Tampoco se garantizará la protección básica animal, disminuyendo además los derechos laborales, sociales, medioambientales de la ciudadanía. Se permitirá la entrada de transgénicos, de semillas alteradas genéticamente sin ningún tipo de control. Será el final de cualquier barrera comercial no tarifaria incluyendo las restricciones sanitarias y  fitosanitarias, permitiendo la autorización de por ejemplo la ractopamina (aditivos alimenticios que usa EEUU para el crecimiento de los cerdos) y que está prohibida en 150 países, incluyendo la Unión Europea. Otro ejemplo lo tenemos en el Glifosato, un fitosanitario que se usa en muchos municipios incluido Tres Cantos y que se fumiga sin control alguno en parques y jardines, siendo declarado por la OMS como posible cancerígeno. El sistema de precaución, aunque mal llevado por el parlamento Europeo gracias a los lobbies de las empresas, se eliminará completamente.
Estamos llegando a un punto si no reaccionamos pronto en que seremos verdaderos esclavos del poder mundial y los políticos bufones de un sistema depredador donde solo saldrá triunfante el que este podrido de corrupción. No olvidemos que en España se han perdonado a 30.000 defraudadores que han estafado a los ciudadanos y a 618 empresas por evadir capital nacional para no pagar impuestos. Si a ello le sumamos las miles de imputaciones a políticos y empresas por el robo y despilfarro literal del dinero público, vemos que algo muy grave y desalentador está pasando en nuestra sociedad y pasará más aun si se permite que a espaldas del ciudadano europeo o nacional, se firmen convenios y tratados de comercio con multinacionales que asolarán los pocos derechos que le quedan ya al ciudadano.
Florent Marcellesi, eurodiputado de Equo afirma que:  “¿A quién beneficia el TTIP? Sin la menor duda, daría más poder (y beneficios) a las multinacionales, y a sus socios en política, en detrimento de los derechos de la gente de la calle, de las generaciones futuras y del medio ambiente. Estamos ante un intento de quebrar el contrato social nacido tras la Revolución Francesa, donde "todos los poderes emanan del pueblo", por un "todos los poderes emanan de las empresas". Las multinacionales están redactando su propia Constitución. Nos jugamos mucho: una sociedad donde los intereses de las multinacionales escriban las leyes de todas y todos o una sociedad donde primen la justicia, la sostenibilidad y la democracia.
Pues bien, los ciudadanos tenemos que tener en mente qué partidos están de acuerdo con el TTIP y quienes no, ya que al encontrarnos de nuevo abocados a unas nuevas elecciones el 26 de junio, podremos votar a aquellos partidos que claramente estén en contra de las aplicaciones abusivas y dictatoriales que las  multinacionales quieren imponer  a los Estados.
Por otro lado existen medio centenar de municipios en España que han aprobado una moción de libre aplicación del TTIP y más de 3.000 en toda Europa. El Presidente francés a raíz de los documentos publicados por Greenpeace ha anunciado que Francia no firmará el Tratado. Nuestros políticos deben tomar nota, para que igualmente nos declaremos libres del TTIP. Hago este llamamiento a todas las fuerzas políticas nacionales para que se unan ante este atropello sin sentido.
En una supuesta democracia, el poder de la industria no tendría que decidir las condiciones de los ciudadanos. Pero se ha llegado a un punto en que las multinacionales son las puertas traseras o delanteras de los políticos, por lo que se ha instalado una serie de beneficios mutuos que hace de la política un trampolín a la empresa privada y por consiguiente al favoritismo continuado de las mismas. Una corrupción que como estamos viendo en España es imparable y está instalada en nuestro país con profundas raíces que deben ser cortadas antes de que esas mismas raíces estrangulen con más fuerza el bienestar de los ciudadanos.
El TTIP, son siglas funestas, de muerte, de secretismo, de puertas cerradas, de corrupción, de enfermedades…unas siglas que solo traerán maldición a los europeos. No entiendo como representantes nuestros elegidos democráticamente, no se les cae la cara de vergüenza al permitir tan tamaña humillación y como los gobiernos callan, creyendo estar aún en el feudalismo dictatorial. No les importa en absoluto el sufrimiento de su pueblo, los recortes abusivos que han ocasionado en nombre de la especulación y del Fondo Monetario Mundial. El mundo se enfrenta a la peor crisis humanitaria. Por un lado los refugiados de las guerras, enfrentamientos, terrorismo…por el otro el cambio climático que avanza sin parar y que dentro de poco veremos a millones de refugiados ambientales. A pesar de todo ello, nuestros políticos nos embarcan en un tratado comercial que echará por tierra todo el esfuerzo trabajado en años para tener un mínimo de avance y seguridad en nuestro comercio interno.

Lo aquí mencionado, solo es el aperitivo, la punta del iceberg de lo que nos espera si este convenio es firmado. Por la cuenta que nos tiene, debemos agudizar nuestras orejas y ponernos en guardia, movilizándonos y exigiendo la paralización del TTIP hasta que se haga pública todas las consecuencias que traerá consigo su firma. No podemos permitir que vengan las multinacionales y pisoteen el estado de derecho de los países. Si no lo hacemos, habremos muerto como sociedad libre.

PEDRO POZAS TERRADOS