jueves, junio 25, 2015

HERMANOS EVOLUTIVOS



Los Grandes Simios aún son desconocidos para muchas personas a pesar de que han sido un factor fundamental en la evolución e historia humana. Sin embargo los gorilas, chimpancés, bonobos y orangutanes, muy lejos de los tópicos  y estupideces percibidas en los zoológicos, pertenecemos juntos a un mismo linaje evolutivo, somos homínidos y tenemos un mismo ancestro común, compartiendo una larga historia de la vida que nos ha llevado a lo que somos ahora y  como los tratamos a ellos.
Del chimpancé y bonobo compartimos el 99% de los genes, mientras que con el gorila alrededor de un 98% y con el orangután un 97%. Eso significa que los chimpancés y bonobos son los más cercanos a los humanos. Por nuestros lazos de parentesco podemos decir que son nuestros hermanos, mientras que los gorilas y orangutanes son tan parientes de ellos como lo son de nosotros. Pensar que el hombre desciende del mono es un error estúpido, ya que nosotros somos monos también, primates. Sin embargo a nuestros compañeros evolutivos los hemos dejado abandonados una vez que hemos conseguido dominar la vida, destruimos su hábitat interrumpiendo su camino y los encerramos en jaulas para el disfrute personal, haciéndolos cautivos debido a la ignorancia y el afán de riqueza que nos convierten a los humanos en el mayor enemigo de todos los seres vivos de la Tierra.
Los grandes simios desaparecen ante el silencio de la Comunidad Internacional y de los dirigentes de los propios países donde aún sobreviven en una lucha por la supervivencia extrema. Por este motivo nació el Proyecto Gran Simio, hombres y mujeres altruistas que luchan por sus derechos y la protección de su hábitat “in situ”, denunciando de forma continuada la esclavitud a los que son sometidos, su explotación sexual en los zoológicos enmascarados con “programas de reproducción”, defendiendo sus derechos a la vida, la libertad y no ser torturados no física ni psicológicamente ante los tribunales.
Hace años, Joseph Fletcher (1905-1991), uno de los fundadores de la moderna bioética, ofreció un exhaustivo y bien conocido conjunto de quince atributos para definir la personalidad humana: inteligencia mínima, autoconciencia, autocontrol, sentido del tiempo, sentido del futuro, sentido del pasado, capacidad para relacionarse con otros, preocupación y cuidado por los otros, comunicación, control de la existencia, curiosidad, cambio y capacidad para el cambio, equilibrio de razón y sentimientos, idiosincrasia y actividad del neocórtex. Hoy sabemos que todos los grandes simios, y no sólo los seres humanos, poseemos estos quince atributos de la personalidad aunque en diferente grado. Por ello los grandes simios deben considerarse “personas no humanas” que necesitan de nuestra ayuda y protección, que necesitan se les sea reconocidos sus derechos fundamentales.
Además de poseer numerosas capacidades cognitivas iguales a las nuestras como la capacidad estética, engaño, bromear, reír, aprendizaje del lenguaje de los signos humanos que incluso se lo enseñan a sus semejantes y se comunican con sus cuidadores, planificación del futuro, dolor por la muerte de amigos, tristeza, depresión, conocimiento del esquema corporal, noción de la muerte, empatía, capacidad comunicativa a un nivel emocional, cooperación, mantenimiento de familias estables duraderas madre-hijos-nietos, personalidad propia, mantenimiento de relaciones sexuales no promiscuas evitando el incesto primario (madre-hijo);  poseen una cultura propia de cada grupo que se encuentra en su hábitat y fabricación y utilización de simples herramientas. Todo ello unido, nos hace comprender que nos encontramos ante unos seres semejantes a los humanos y que sin duda deben de ser protegidos otorgándoles personalidad jurídica. ¿Si una empresa puede ser considerada persona jurídica porque negársela a los grandes simios que pertenecen a nuestra propia familia y que son los seres vivos más cercanos a los humanos?


En 1857, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminaba que “los negros son seres de una categoría inferior, en tal medida que no tienen ningún derecho que el hombre blanco este obligado a respetar”. Un siglo más tarde, el Tribunal Superior cambiaría totalmente su doctrina al respecto. Es de esperar que dentro de otro siglo más, como bien dijo el gran y olvidado Primatólogo español Jordi Sabatar Pi “las generaciones futuras nos echaran en cara en la forma en que tratamos a los grandes simios haciéndolos cautivos y encerrados en zoológicos, como hoy echamos en cara a nuestros antepasados de cómo trataron a los negros como esclavos”.
Durante el siglo XIX los australianos cazaban aborígenes con la misma buena conciencia por lo que ahora cazan canguros. Cuando las intuiciones morales de la minoría consideraban que era una barbaridad y se fue extendiendo, se cambió la legislación y se reconoció a los aborígenes todos los derechos de los que ahora disfrutan. De igual forma está ocurriendo con los grandes simios y los cetáceos que cada vez con más intensidad se está pidiendo sus derechos y están entrando a debatirse en los Salas de Justicia de muchos países.
Debemos otorgar una oportunidad a nuestros hermanos evolutivos para que caminen su sendero hacia la evolución y a los que están cautivos, debemos proporcionarles santuarios alejados de los típicos zoológicos que sólo muestran a seres vivos enfermos psicológicos encerrados en diminutos espacios. Los Grandes Simios tienen que ser considerados seres con personalidad jurídica, que sean defendidos sus derechos ante los tribunales de justicia y legislar una Ley que los proteja de todo tipo de experimentación y comercio. Ellos sin duda son parte viva de nuestra historia y deben ser considerados “Patrimonios vivos de la Humanidad”.

PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España)


jueves, junio 18, 2015

HACÍA EL ABISMO

Nos encontramos ante una sociedad que ha fracasado y que no sabe salir de su propio error. Un capitalismo agresor que ha  hundido todo intento de salir a flote y que se ha fundido en el crecimiento sin medida y el ánimo de lucro, acaparando a todas las instituciones del Estado y sembrando el terror en las economías libres de mercado, llevando a la Tierra a un desastre sin control.
            El cambio climático es un hecho reconocido en todos los ámbitos internacionales y que es producido por el hombre que no pone medidas a sus acciones, que no le importa destrozar los recursos de la naturaleza y siembra el miedo y la destrucción allá donde su tecnología avanzada quiere imponer la dictadura capitalista, el sacar beneficio a corto plazo sin reparar en los daños irreversibles que ocasiona a nuestra única morada y que es un legado a conservar para las generaciones presentes y futuras.
            Existen medidas muy inteligentes  para combatir este caos al que nos estamos enfrentando, medidas eficaces que podrían ponernos rumbo hacia la gobernalidad de nuestro entorno y patrimonio natural. Pero esta carta de navegación que podría salvarnos de caer en el abismo, es ignorada y pisoteada por los peones del capitalismo, muchos políticos que son envueltos en los tentáculos del poder económico y de las multinacionales, evitando con sus acciones públicas y en beneficio de sus amos, el cambio tan esperado que necesitamos para evitar lo peor.
            Naom Klen, en su libro “Esto lo cambio todo. El capitalismo contra el clima”, resalta que si seguimos la tendencia actual de dejar que las emisiones crezcan año tras año, el cambio climático lo transformará todo en nuestro mundo. Las grandes ciudades terminarán muy probablemente ahogadas bajo el agua, culturas antiguas serán tragadas por el mar y existe una probabilidad muy alta de que nuestros hijos e hijas pasen gran parte de sus vidas huyendo y tratando de recuperarse de violentos temporales y de sequías extremas. Y no tenemos que mover un dedo para que ese futuro se haga realidad. Basta con que no cambiemos nada y simplemente sigamos haciendo lo que ya hacemos ahora, confiados en que alguien dará con el remedio tecnológico que nos saque del atolladero.
            ¿Qué maquina inventada por el hombre será capaz de replantar las selvas que están siendo destruidas, el hielo del ártico que se está fundiendo, los frecuentes terremotos que se están produciendo, los tornados destructores que cada año son más poderosos?. El sistema de vientos planetarios está alterándose y produciendo una cascada de fenómenos naturales impredecibles debido a la destrucción de los bosques tropicales que se encuentran en el ecuador de nuestro planeta, en el mismo lugar de donde parten los vientos y corrientes que regulan “la sangre” de nuestra Tierra. Y esa destrucción masiva de las selvas, que como efecto dominó está afectando al calentamiento del mar y a la normal regulación de una naturaleza sabia, es producida por multinacionales que apoyados por los gobiernos y sus políticos, consienten el saqueo continuado de unos recursos que no son ilimitados y por consiguiente es una práctica suicida de la propia especie humana capitoneada por el capitalismo y todo lo que conlleva a una falta grave de respeto hacia nuestro entorno.
            Dependemos de los frutos de nuestro planeta y si somos incapaces, como así parece, de conservar nuestra existencia y de proteger nuestro mundo, nuestra especie está abocada  a su autodestrucción, a desaparecer como depredadores compulsivos e irresponsables. Y no va a ser dentro de una década o dos, está ocurriendo en estos momentos y nos quieren ocultar una realidad que la tenemos en las mismas puertas de nuestra casa.
            Los terremotos frecuentes que asolan muchos lugares y las demás consecuencias que estamos escuchando por los medios de prensa (deshielo, aumento de tifones devastadores, sequías, tormentas, pérdida de cosechas….etc), son solo los anuncios, la punta del iceberg que nos viene encima de una manera catastrófica y que nuestros gobernantes están ignorando por completo, sumidos como lo están, en sus peleas de poder y muchos en sus mundos de corrupción consentida. Y digo consentida porque no entiendo cómo se pueden votar a partidos donde los sobres y la indecencia han sido moneda frecuente, donde la degradación y el escándalo han sido portadas de prensa, donde la dignidad y la verdad han sido derrotados por el hedor del escándalo.
            De nada sirve unirnos para protestar contra este cambio climático que nos lleva y nos hunde en la oscuridad, si las multinacionales siguen con su tarea destructiva, si el capitalismo sigue con su libre mercado adueñándose de la sociedad, si los bancos y el poder económico siguen siendo la máxima autoridad para reprimir a la sociedad y si la mayoría de los políticos dejan de ser dueños de sí mismo y se convierten en simples servidores de los sombreros de copa. De nada sirve apagar la luz en señal de protesta, si el rumbo sigue siendo fijo hacía el abismo y la incomprensión.
            Pero el propio Banco Mundial, que ha visto las orejas del desastre que se avecina y que lógicamente todos perderemos incluidos los que hoy tienen mucho, advierte que según nos aproximemos o superemos el aumento de los 2º C, se corre el riesgo de provocar puntos de inflexión no lineales. Es decir, desintegración de la capa de hielo antártica occidental que llevará a una elevación más rápida del nivel de los océanos o la muerte gradual a gran escala como está ocurriendo ya de los bosques de la Amazonia. Todo ello afectará drásticamente a los ecosistemas, ríos, agricultura, producción de energía y medios de subsistencia. El punto de mira no estará ya como ahora en países lejanos, sino que afectará a todos los continentes. Es más, el propio informe indica que avanzamos hacia un incremento de 4ºC de la temperatura del planeta (antes de que termine el siglo), lo cual provocará olas de calor extremo, disminución de las existencias de alimentos a nivel mundial, inundaciones, pérdida de ecosistemas y biodiversidad y una elevación potencialmente mortal del nivel de los océanos.
            No es ciencia ficción, pero si una película de nuestra propia existencia si no ponemos freno al cambio climático y ese freno está siendo desactivado por el capitalismo arrasador y los gobiernos cómplices y responsables de este suicidio mundial.
            Naomi Klein, expone que los tres pilares de las políticas de esta nueva era son bien conocidos por todos nosotros: la privatización del sector público, la desregulación del sector privado y la reducción de la presión fiscal a las empresas, sufragada con recortes en gasto estatal. El fundamentalismo del mercado ha saboteado sistemáticamente desde el primer momento nuestra respuesta colectiva al cambio climático, una amenaza que empezó a llamar a nuestra puerta justo cuando esa otra ideología alcanzaba su cenit.
            En opinión de Naomi y que comparto, asegura que no hemos hecho las cosas necesarias para reducir las emisiones, ya que se entra en conflicto de base con el capitalismo desregulado. Estamos estancados  porque las acciones que nos ofrecerían las mejores posibilidades de eludir la catástrofe y que beneficiarían  a la inmensa mayoría de la población humana, son sumamente amenazadoras para una élite minoritaria que mantiene un particular dominio sobre nuestra economía, nuestros procesos políticos y la mayoría de nuestros principales medios de comunicación.
            Mientras tanto, el cambio climático producido por numerosas causas derivadas de las actividades humanas, continúa su proceso de envolver nuestro mundo y llevarlo a un modelo caótico, donde sin duda nuestra civilización tal como la conocemos hoy día, se derrumbará ante la violencia defensiva de nuestra Tierra.
           Debemos exigir de forma inmediata el cambio hacia un mundo más justo, más puro, más equitativo y respetuoso con nuestro medio. Un mundo donde las políticas sean encaminadas a la protección de la sociedad y de los ecosistemas con los cuales compartimos el hábitat humano. Para ello se hace imprescindible, el control urgente de las multinacionales y grupos de presión que sólo buscan llenar los bolsillos de manera veloz sin preocuparse de las consecuencias que ocasionan su irresponsabilidad.
            Recientemente Vanuatu, un país situado en el Océano Pacífico cercano a Australia y que lo componen un conjunto de islas, ha sido arrasado completamente por el ciclón Pam. La noticia saltó en un primer momento a los medios para después al día siguiente disiparse. Pero la realidad es que jamás un ciclón de esas características destructivas había sacudido este país que hasta el momento vivía tranquilamente y que hoy ha llenado sus ojos de lágrimas. A 270 kilómetros por hora, el ciclón  ha destruido miles de casas, dejado 166.000 personas sin hogar, entre ellos a 82.000 niños. El agua está contaminada, no hay electricidad, son limitados los servicios médicos, 13.000 viviendas destruidas y muchas islas han quedado incomunicadas con decenas de muertos. Pero ya nadie habla de ello. ¿Por qué? Tal vez sea mejor ocultarlo porque es la antesala de lo que puede ocurrir en muchos lugares del planeta.
            Nuestros políticos no ven necesario un cambio cegados por los intereses del partido y porque solo buscan acciones a muy corto espacio de tiempo. El cambio climático solo es usado de forma electoralista y en contadas ocasiones, siempre con  palabras que prometen y que sin embargo el viento y los minutos se encargan de borrar de forma fulminante.
            Mientras que seriamente la sociedad no exija el control de este exterminio abusivo por parte del capitalismo enloquecido y haya un cambio radical en nuestras acciones como sociedad planetaria, estamos sin duda expuestos a caer en el abismo de la ignorancia, en el abismo donde los que queden no tendrán más remedio que caminar entre los escombros de una acelerada economía que nos llevó a la ruina y donde nuevas semillas deberán tomar nuevos rumbos sin el acoso del poder económico que todo lo mueve y que tantos disgustos está dando a la humanidad.

           Las generaciones futuras nos echarán en cara de ser una sociedad pasota ante los claros signos de un cambio climático, de mirar hacia otro lado, de  tener unos líderes políticos que pudieron pero no movieron ni un músculo para poder evitar el mayor peligro con el que la humanidad se haya enfrentado en toda su historia: la ignorancia, la ambición, el poder y la corrupción. Todo junto hará estallar la bomba que nos llevará hacia el abismo de la destrucción humana. Pero tenemos una opción, cambiar de forma radical y enterrar para siempre la estupidez de nuestra huella criminal.



PEDRO POZAS TERRADOS   (NEMO)


miércoles, junio 17, 2015

EL HAMBRE

Diario de un Indignado


           
                Todos en algún momento hemos sentido en nuestro paladar y dentro de nuestro aparato digestivo, esas ganas de comer, de la necesidad  de tomar alimentos para que nos den energías y continuar con nuestra vida apaciblemente hasta que de nuevo las necesidades de nuestro cerebro nos llamen para sentarnos nuevamente a la mesa. Es una rutina y a su vez una necesidad imperiosa que todos los seres vivos tenemos para poder subsistir en un mundo rodeado de tierras movedizas y de ilusiones perdidas, de alegrías poderosas que hacen estremecer nuestro propio ser. Pero sin embargo, cientos de  millones de personas no comen lo que necesitan y sus cuerpos débiles se hunden en la tristeza solitaria de un mundo insolidario que han aprendido fielmente la lección desafortunada de Darwin “el fuerte se come al débil” en su teoría de la Selección Natural.
         
   Sin embargo hay comida suficiente en la Tierra para alimentar a todos sus habitantes y para cuatro o cinco mil millones más. Entonces..¿Por qué millones de personas están muriendo de hambre y de enfermedades derivadas de la desnutrición? ¿Por qué se permite este genocidio humano sin que los organismos internacionales intervengan? ¿Por qué por mucho que se ayude a los países donde la hambruna hace estragos en la población civil, el hambre sigue siendo una plaga que mata y corroe al ser humano? ¿Qué hacen los gobiernos de los países en los que sus ciudadanos con ojos hinchados abandonan sus vidas por falta de alimento? ¿Qué justificación tiene el ser humano, los gobiernos, para permitir que esto ocurra? Por muchas ONGs que existan, el hambre seguirá matando por millones, porque el problema no es la falta de recursos alimenticios, sino el fracaso insistente, brutal y desvergonzado de una civilización. El problema es político y mientras los políticos no pongan fin  a estos asesinatos premeditados que tienen como consecuencia efecto la especulación y el comercio de los alimentos a nivel mundial, seguiremos teniendo campos de refugiados donde un solo mendrugo de pan duro es la diferencia entre la vida y la muerte.


            Hay muy pocos libros que describen tan claramente la crueldad del hambre, como el escrito por Martín Caparrós, argentino y que ha viajado a los núcleos principales de la pobreza y el hambre, destapando al verdadero responsable de millones de muertos en el mundo por hambre “el político”. Su libro que se titula precisamente “EL HAMBRE”, es un canto a la desesperación, la pobreza, la humillación y muerte de millones de personas que no pueden comer lo necesario para subsistir, es una visión nueva que nos indica a los responsables de estos genocidios y que no son otros que los políticos que permiten las especulaciones con los alimentos básicos de subsistencia; los que permiten que millones de hectáreas sean cultivadas solamente para mantener animales que dan de comer a una ínfima parte de la población mundial; que bloquean el comercio de miles de productos para que no sean competitivos en el comercio mundial aumentando la pobreza y destruyendo el comercio interno de los países emergentes; que utilizan millones de hectáreas de maíz, cañas de azúcar, soja y otras semillas de alto valor energético como destino a biocombustibles dentro del sector de transporte; que permiten patentar todo tipo de semillas y que las grandes multinacionales se hagan dueñas de la alimentación mundial arruinando a los agricultores de todo el mundo hasta coinvertirlos en sus esclavos; que violan las constituciones en su ignorancia a la hora de defender y proteger al ciudadano de estos bárbaros culpables de asesinatos en masa; que no dictan leyes para la protección de la soberanía alimentaría; que muchos de ellos corruptos permiten que en sus países se cometan estos abusos por parte de multinacionales del poder y de Bancos Internacionales que solo saben buscar un beneficio acosta de millones de muertos. Pero claro, el poder económico optó abiertamente por lo inducido por Darwin: el fuerte se come al débil.
            Ya lo dijo Jean Ziegler, el que fue relator especial de las Naciones Unidas para el derecho a la Alimentación: “la destrucción, cada año, de decenas de millones de hombres, de mujeres y chicos por el hambre constituye el escándalo de nuestro siglo. Cada cinco segundos un chico de menos de diez años se muere de hambre, en un planeta que, sin embargo, rebosa de riquezas. En su estado actual, la agricultura mundial podría alimentar sin problemas a 12.000 millones de  seres humanos, casi dos veces la población actual. Así que no es una fatalidad. Un chico que se muere  de hambre es un chico asesinado”. Y esta es la pura realidad en un mundo tan globalizado por el poder económico, que la vida sólo es una miseria si puede redundar en beneficios a los poderes fácticos de nuestro planeta.
           Las multinacionales tratan de mantener lo que se llama “control total de la cadena alimentaria”. Las grandes corporaciones como nos relata Martín Caparrós en su libro, controlan el mercado mundial y la mayoría de los mercados nacionales. Como son compradores casi monopólicos pueden fijar precios muchos menores  que los que los productores  podrían esperar si hubiera más competencia para sus alimentos. Pero si el precio global de los alimentos sube, sus beneficios suben de muchas maneras diferentes, usando información privilegiada , retienen stocks enormes, compran  donde está barato  y venden donde está más caro, definen los precios globales, producen aumentos  y descensos temporales de esos precios, aplastan  a productores locales  con precios insostenibles , estiran la ganancia de sus puertos y flotas y depósitos, presionan a los gobiernos para conseguir mejores  condiciones  o medidas que los favorecen, negocian fortunas en los mercados  especulativos, para garantizar sus operaciones con mercadería real.
            Esta es la triste historia del hambre, un jinete del apocalipsis que siempre nos lo han pintado como una existencia casual y es sin embargo un asesinato consentido del capitalismo brutal y sin sentido. ¿Quién lo permite? Los de siempre, los políticos que no han sabido hacerse con el control del bienestar mundial de todas las poblaciones y se han dejado embaucar en muchos lugares por la corrupción, el amiguismo, los intereses, la ambición, el poder...
            En 2008 los Estados ricos gastaron fortunas enormes para salvar a sus bancos y sus más ricos, mientras condenaban a vidas peores (sin ahorros, sin casas, sin trabajo) a muchos de sus ciudadanos. En junio de 2008, cuando millones de personas pedían comida  en las calles de decenas de países, cuando los desnutridos  del mundo llegaban  por primera vez en la historia a la cifra  de mil millones, los participantes de una cumbre de la FAO proclamaron una vez más  que 30.000 millones de dólares por año durante seis años, solucionaría lo más urgente del hambre mundial. Y sin embargo, como denuncia Caparrós, sorprende que los gobiernos  se gasten fortunas con dinero público en el rescate  de los grandes bancos y no se gasten cantidades un tanto más modestas  en el rescate de los hambrientos. El 11 de septiembre de 2001, en Nueva York, casi 3.000 personas murieron a causa de dos ataques aéreos. Ese mismo día 25.000 personas murieron por causas relacionadas con el hambre. Y al otro día otras tantas, y al otro. Martín termina diciendo que las muertes de Nueva York sirvieron para que los grandes poderes políticos del mundo justificaran un aumento exponencial del control social y la represión. Las otras vidas no sirven aparentemente para nada.
            El Hambre no es una causa que se pueda combatir llevando alimentos o donando enormes cantidades de dinero que muchas veces no llega a su destino. El Hambre se lucha mediante leyes y prohibiciones a las especulaciones alimentarias, protegiendo los cultivos y las semillas, controlando el mercado mundial para que sea justo y equitativo, evitando el negocio y castigando a todas las multinacionales que retienen los alimentos para la subida de su precio. El hambre se lucha por vía política, con dignidad, con respeto a la soberanía alimentaría e impidiendo la apropiación de la alimentación mundial por manos de empresas internacionales que solo buscan su beneficio.
            La política debe dar un cambio de 180 grados y concentrarse en el bienestar de una sociedad que pueda vivir en paz, sin sobresaltos, con servidores de lo público que lleven en su corazón las manos limpias. La política es la causante de todas las desgracias humanas. De la guerra, del hambre, de la pobreza, de las enfermedades que podrían evitarse al vivir en un medio limpio y sano, de los miles de productos químicos cancerosos que diariamente salen al mercado sin ningún tipo de control, de la inmigración, de las aguas contaminadas, del cambio climático originado por políticas nefastas. De ahí la importancia del político y la importancia de quien le alije para que cumpla  el sueño dorado de todos los ciudadanos: un mundo lleno de Bienestar y amor.
            ¿Es utópico? Por el momento si, aunque sería lo ideal y por ello, el Hambre que es el tema que nos ocupa hoy, acampa a sus anchas. Mientras ellos mueren, otros se enriquecen, tienen más poder para seguir destruyendo, para seguir asesinando sin compasión, especulando con la vida y justificado por esa maldita Selección Natural de Darwin que ha entrado de lleno en el terreno económico y que sirve de justificación en un mundo que avanza hacia el exterminio por nuestra propia ambición.
            Libros como el escrito por Martín Caparrós, debería ser de obligada lectura en los institutos y universidades, donde la juventud se encuentra en plena enseñanza y que se supone relevarán a los que hoy mal dirigen los pasos de la humanidad. Pero ellos también se están formando por desgracia entre unas paredes irreales, donde mucho de los valores se han perdido y donde seguirán posiblemente los mismos patrones aprendidos de sus maestros, la misma ruta que nos llevara hacia el abismo de lo impensable.
            El Hambre no es un producto adquirido, un mal que nos ha caído a la humanidad o una enfermedad que se evita con voluntarios y donaciones. El Hambre es un acto cruento, es un asesinato de masas permitido por los países, por sus políticos, por la inexistencia de leyes que persigan a los especuladores de la soberanía alimentaria. El Hambre es un pecado cometido por todos nosotros que solo se soluciona con leyes y una política ejercida por hombres y mujeres, políticos comprometidos,  que puedan sin duda acabar con la desnutrición en el mundo.
           Pocas esperanzas tengo de que esto cambie, que los políticos ejerzan el control del poder económico y de las multinacionales para acabar con el atropello de tantas maldades que acaparan al ser humano. Por desgracia necesitamos un cataclismo brutal para que nos muestre la realidad de lo que estamos permitiendo hacer y entonces será demasiado tarde para poder cambiar nuestra sociedad. Tal vez esa sería la única forma para que los que queden, puedan redefinir nuevamente el umbral de una sociedad más justa y limpia, con más respeto por lo vivo y por nuestro entorno.
            Aún queda una pequeña luz que podemos alcanzar, capturarla y atraerla hacia nuestra morada que cada vez más se está quedando en tinieblas.  Todo depende de nuestra voluntad, de la tuya, de la mía, de la esperanza y del cambio de rumbo de nuestras vidas.



PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)




ESTELAS EN EL CIELO

Pocas veces miramos a nuestro alrededor para observar la naturaleza que nos rodea, nuestro entorno. Las prisas y los pensamientos que se suceden de forma continuada dentro de nuestras preocupaciones diarias, ocupan mucho tiempo, sin reparar que algo grave está ocurriendo en nuestros cielos, algo que ya está siendo objeto de preguntas parlamentarias  en la propia Unión Europea.
            En ocasiones, como lo demuestran las fotografías que presento como prueba de lo que denuncio, nuestros cielos se ven afectados por estelas que dejan aviones que no son de condensación normales ya que si lo fueran desaparecerían en pocos minutos y que se cruzan unas con otras formando figuras geométricas que permanecen durante horas, ensanchándose cada vez más hasta quedar un cielo blanquecino, cubierto por una fina capa de nubes artificiales.
           Mucho se está hablando de éstas estelas misteriosas que aparecen normalmente en cielos despejados y limpios. ¿Son fumigaciones con partículas de métales pesados encaminadas a combatir el cambio climático dentro de lo llamado geoingeniería?. Lo cierto es que no es normal y no puede ser tampoco bueno, que éstas estelas cubran durante horas nuestros cielos sin que desaparezcan y que aviones misteriosos muchas veces en paralelo, vuelen cercanos los unos a los otros fuera de las rutas normales aéreas y cercanas como en nuestro caso a un Aeropuerto.
            Todas las fotografías que adjunto las he realizado el mismo día en la zona del Sector Islas de nuestra ciudad.
            Alguien tiene que dar explicaciones concretas de lo que está ocurriendo encima de nuestras cabezas por nuestra salud y seguridad. Tenemos el derecho de ser informados y mientras, la comunidad científica calla, el gobierno lo ignora y las estelas siguen apareciendo sin que nadie las controle ni analice. Sean lo que sean no puede ser nada bueno.
           Cualquiera que tenga un poco de inquietud lo puede comprobar por sí mismo, como estas estelas se adueñan del cielo ensanchándose poco a poco, mientras vemos aviones soltándolas en rutas, navegando en paralelo muy juntos, cruzándose.
            ¿Qué está pasando? ¡Qué nos quieren ocultar? ¿Qué contienen esas estelas que permanecen horas y horas en el cielo hasta que se disuelven formando una capa blanquecina?. Las imágenes hablan por sí mismas. Esto no es normal. Hay un silencio profundo ante estas estelas que asolan nuestros cielos. Si el ciudadano no exige información, no se preocupa por lo que puedan estar manipulando y que posiblemente esté afectando nuestras vidas, entonces habremos fracasado como sociedad crítica y seremos simples marionetas en un globo que se deshace y se lamenta.





PEDRO POZAS TERRADOS

Fotografías realizadas todas ellas por Pedro Pozas Terrados, desde Sector Islas.





martes, junio 02, 2015

ENTREVISTA PEDRO POZAS SOBRE EL COLTAN.

ENTREVISTA FORMULADA A PEDRO POZAS POR PRENSA DIGITAL

-¿Qué tendría que hacer la comunidad internacional para que se acabaran los conflictos relacionados con los minerales de sangre?

En primer lugar hacer una moratoria y no aceptar coltan de la República Democrática del Congo donde se extrae el 80% de todo el mineral, hasta que todas las minas no hayan sido inspeccionadas por personas independientes sin previo aviso. En las minas es muy difícil entrar para ver lo que hay y los pocos medios que han podido entrar, han tenido muchas dificultades y tras largas horas han accedido, tiempo suficiente para sacar a los menores de edad de la zona.

Además de todo ello, hay un tráfico ilegal de coltan en ese país que no es supervisado por nadie y que entra en la ruta del comercio internacional, a cambio muchas veces de armas para que las guerrillas puedan surtirse y sigan con la explotación de este mineral a base de esclavos humanos.

Además se debería de inmediato apoyar de forma contundente el reciclado de todos los aparatos que contenga coltan y que son inservibles para poder reutilizarlos nuevamente. Millones de móviles dejan de usarse en un año de forma continuada.

-En concreto el Parlamento aprobó el pasado miércoles una enmienda que obliga  a todas las empresas de la cadena de producción a identificar de dónde provienen los materiales que comercia. Si, finalmente, se tomara una medida así en la Unión Europea, ¿qué repercusiones tendría en la industria de la minería dedicada a estos minerales y en el comercio de aparatos electrónicos?

Pienso que ninguna. Hay muchos mecanismos para blanquear el coltan, como lo hay para el dinero. Las multinacionales siempre van a optar por lo económico para sacar rendimiento y si no se toman medidas drásticas de control, todo seguirá igual. Hay mucho negocio en juego. Pasa igual que con el Biodiesel procedente de las plantaciones de palma de aceite. Se destruye las selvas para plantar Palma de Aceite y asi obtener el biocombustible cuyo producto es enviado a otro país para su elaboración y de allí la venta ya blanqueada a los países que solicitan el Biodiesel.

La problemática esta en el propio país que permite la explotación abusiva y sin control de las minas, con un secretismo y protección que puede estar al borde de ser considerado un crimen de lesa humanidad. También en las multinacionales que sin escrúpulos compran el coltan sin importarles las vidas y la situación en que viven los “mineros de la muerte”. Y por último de los países receptores del coltán, los llamados “industrializados”, donde necesitan ese mineral para la elaboración de sus productos, interesándoles este sistema en lugar de reciclar.

Por otro lado la totalidad del coltán extraído del mundo como ya he mencionado, en un 80%, es procedente de la República Democrática del Congo. Por lo tanto la única forma que hay para acabar con este grave problema es exigir a la RD Congo, la legalización de todas sus minas, el control inmediato de las mismas para evitar los esclavos y el trabajo de los niños en condiciones deshumanizadas, la inspección de las mismas por observadores independientes.

Es muy difícil cuando ambas partes, los que extraen el coltan y los receptores, les gusta el sistema de ahora sin importarles de donde proceden e ignorando la sangre derramada que hay detrás de estas actividades.

-¿Qué puede hacer la población ante esta situación?

Hacer un boicot de todos los productos que contengan coltan hasta que se tomen medidas eficaces y necesarias para combatir esta infamia. No podemos permitir el desarrollo tecnológico a base de la explotación, la esclavitud, la muerte y la sangre de miles de personas. El mundo no se puede sostener con la esclavitud y la muerte, hay que buscar fórmulas para poder vivir y avanzar en nuestra sociedad con dignidad y la cabeza bien alta. Estamos cerrando los ojos a una realidad que no queremos ver. Pasa igual que con la destrucción de las selvas tropicales o el cambio climático. El hombre ha llegado a un estatus tal que no le importa lo que estamos haciendo sin pensar en el futuro. Destruimos en base a un capitalismo desmedido y sin control que arrasa los recursos de la naturaleza sin poner freno y sin un razonamiento lógico.

Debemos exigir el reciclaje del coltán y buscar soluciones que no impliquen el abuso, la esclavitud…que nuestros móviles y ordenadores no tengan sangre inocente derramada.

¿El consumidor tiene medios para saber si los productos electrónicos que compra contienen minerales de sangre? Actualmente, ¿es posible rastrear la cadena de producción en la que están involucrados estos minerales?

Es imposible. El consumidor no tiene información de ninguna clase a este respecto. Las multinacionales se guardan de donde proceden las materias primas de la elaboración de sus productos electrónicos. Es más, solo hasta hace poco, hemos conocido que el coltán es imprescindible para su fabricación. Nosotros desde el Proyecto Gran Simio lo llevamos denunciando hace cinco años sin que nadie haga nada.

Las medidas que ha puesto ahora la Unión Europea, son totalmente escasas en base principalmente a la cantidad de lobbies existentes en el Parlamento que controlan las decisiones de los europarlamentarios. Toda medida que afecte a las multinacionales y que no sean económicamente beneficiosas, son paradas o reducidas por estos lobbies que deberían prohibirse en un sistema que se supone democrático.

Es imposible rastrear la cadena de producción en un sistema como en el que estamos inmersos, donde la información es sesgada y donde el mundo de la política se mezcla con los intereses de las multinacionales y viceversa.


-¿Actualmente existen algunas empresas que ya estén tomando medidas para garantizar que sus productos no contienen este tipo de minerales? Si es así, ¿qué medidas son? 

Ignoro este punto. Pero una cosa es decirlo y otra hacerlo. ¿Quién nos garantiza que eso es verdad?. Ellos tienen el poder y el blanqueo como he dicho al principio de esta entrevista, es fácil de hacerlo como se blanquea el dinero o la explotación de diamantes.


Las empresas saben que la sociedad cada vez es más sensible en estos temas e intentan  lanzar mensajes para captar el consumo de sus productos. ¿Pero quién nos confirma la verdad? ¿Qué mecanismos tiene el consumidor para reclamar la información? Hoy por hoy ninguno efectivo.




http://simiomobile.com/

http://es.blastingnews.com/internacionales/2015/05/la-union-europea-un-paso-mas-cerca-de-controlar-los-minerales-en-conflicto-00416453.html



PEDRO POZAS TERRADOS
Director Ejecutivo
Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España)