lunes, febrero 16, 2015

COLTAN: SANGRE Y MUERTE




La extracción de Coltán, un mineral muy escaso y que es empleado para uso de alta tecnología; ha provocado un largo conflicto bélico interno en la República Democrática del Congo, que desde 1997 hasta nuestros días, ha causado más de cinco millones de muertes. El control por las minas de este mineral escaso, así como por la extracción de diamantes, ha originado que este conflicto durara tantos años y se cobrase tantas muertes ante los ojos cerrados de la comunidad internacional. Han existido y existen aún verdaderas hambrunas en muchas regiones de este país que soporta una deuda externa casi insostenible. Sin embargo, es uno de los países con mayor riqueza, siendo “La cuenca del río Congo”, la segunda selva más importante de la tierra.
En las montañas del parque Nacional Kakuzi Biega, donde se extrae el 80% del Coltan del mundo, han acabado con la vida de cientos de gorilas, perdiéndose para siempre poblaciones muy importantes para la supervivencia de este simio en peligro de extinción. Para la declaración de Parque Nacional, se expulsó a tribus indígenas abandonándolas a su suerte sin que nada se haga por ellas. Los niños mueren de enfermedades y malnutrición cada día porque son incapaces de conseguir un hospital mejor equipado. Miles de civiles han huido al interior de la selva, donde se enfrentan al hambre y a las enfermedades. Ha sido la guerra que más muertes ha generado desde la segunda guerra mundial, con mil víctimas mortales diarias. Otros miles acabaron con sus manos mutiladas, violaciones a menores y hasta la incalificable aberración de obligar a padres a cometer canibalismo con sus propios hijos una vez asesinados. Un verdadero infierno en la que el mundo cerró los ojos por claros intereses económicos. Mercenarios extranjeros alimentaban los enfrentamientos cambiando armas por los preciados metales, mercenarios pagados por el mundo civilizado, el mismo que utilizaba las materias primas con olor a muerte, el mismo que se horrorizó de las matanzas, el mismo que mando a los cascos azules a estar de brazos cruzados mientras la muerte inundaba las calles.





Leonaro Da Vinci: una profecía oculta.
Leyendo uno de los cuadernos de notas de Leonardo da Vinci, en uno de sus apartados dedicado a diversas profecías, me sorprendió hallar una advertencia clara y concisa, sobre la destrucción de los bosques tropicales y la eliminación de sus moradores que coincide plenamente con el conflicto ocasionado por el Coltan. Ciertamente nadie hasta ahora había puesto atención a ese mensaje oculto entre sus cuadernos, a esa claridad en la que nos advierte sobre nuestra mala gestión, nuestro ímpetu arrasador, nuestro espíritu destructor. Leonardo (1452-1519) nos advertía con insistencia y no bajo un código secreto, sino abiertamente en uno de sus cuadernos dejados como legado de su aportación a la ciencia, que:
"Se verán sobre la tierra seres que siempre están luchando unos contra otros con grandes pérdidas y frecuentes muertes en ambos bandos. Su malicia no tendrá límite. Con su fortaleza corporal derribarán los árboles de las selvas inmensas del mundo. Cuando se sientan hartos de alimentos, su acción de gracias consistirá en repartir muerte, la aflicción, el sufrimiento, el terror y el destierro a toda criatura viviente. Su ilimitado orgullo les llevará a desear encumbrarse hasta el cielo, pero el excesivo peso de sus miembros les mantendrá aquí abajo. Nada de lo que existe sobre la tierra, debajo de ella o en las aguas quedará sin ser perseguido, molestado y estropeado, y lo que existe en un país será traspasado a otro. Sus cuerpos se convertirán en tumbas de todos los seres que ellos mismos han matado."
En otra de sus hojas escritas nos dice:
"Los metales saldrán de oscuras y lóbregas cavernas y pondrán a la raza humana en un estado de gran ansiedad, peligro y confusión.......¡Qué monstruosidad! ¡Cuánto mejor sería para los hombres que los metales volvieran a sus cavernas!. Con ellos, las inmensas selvas serán arrasadas de sus árboles y por su causa perderán la vida infinito número de animales” .

El nombre ‘coltán’ procede de la abreviatura de columbita y tantalita, minerales que contiene este tipo de roca. De estos minerales se extrae el tantalio y el niobio, utilizados en distintas industrias de aparatos eléctricos, centrales nucleares, misiles, fibra óptica y otros, aunque la mayor parte de la producción se destina a la elaboración de condensadores y otras partes de los teléfonos móviles y ordenadores, así como necesarios para la navegación espacial de nuestros satélites y naves espaciales.
La escalada de precios del coltán comenzó hace relativamente poco tiempo y tuvo que ver con el uso de tantalio para la fabricación de microchips de nueva generación que permitían baterías de larga duración en teléfonos móviles, videojuegos y portátiles. Los precios se dispararían aún más, unos años antes del año 2000, cuando comenzaron a escasear las reservas de coltán en Brasil, Australia y Tailandia. Las multinacionales pusieron el punto de mira en la República Democrática del Congo y fomentaron una guerra que aun tiene secuelas y continua en algunas regiones, donde se intercambiaba armas por el preciado mineral indispensable para que los países occidentales puedan avanzar tecnológicamente…¿pero acosta de qué? De sangre inocente, esclavitud, violación de los derechos humanos, violaciones a mujeres y niños, miles de niños muertos aplastados y asfixiados al extraer el coltán, mutilaciones…millones de muertos que pesan sobre nuestra conciencia porque estamos permitiendo este crimen de lesa humanidad a cambio del bienestar y la tecnología de los países ricos. ¿Podemos dormir tranquilos ante tanta injusticia y asesinato? ¿Qué precio estamos pagando? Hoy día todos condenamos la esclavitud de los negros y lo vemos como una aberración humana o el exterminio nazi de los judíos. Sin embargo nadie se escandaliza por este otro exterminio oculto que es igual de aterrador y espeluznante que los realizados en los siglos pasados. Interesa no saberlo, pasar de puntillas ante las débiles denuncias que de vez en cuando salpican los medios de comunicación.
Las Compañías de telefonía móvil no son capaces de unirse y tomar soluciones ante este panorama que se desarrolla en las minas de coltan que están controladas por el ejército o guerrilla y donde el tráfico ilegal es un hecho permanente y donde compañías incluso españolas e intermediarios españoles como vimos en el documental reciente del programa “Tierra Hostil”, no les importa cómo se adquirir el coltan. Solo buscan que les salga lo más barato posible. La sangre de decenas de miles de hombres y mujeres, la muerte de miles de niños y el uso de la esclavitud llevado a lo más miserable de un ser humano, les deja totalmente indiferente.
Cuanta maldad hay en los seres humanos y cuánta razón tenía Leonardo Da Vinci en su descripción sobre los metales de la tierra. El hombre autodenominado “sapiens”, no es capaz de utilizar los recursos naturales de una forma sensata y con el respeto a los valores más fundamentales de esta Tierra: la vida.
Cuando tengamos en nuestras manos el teléfono móvil, la tablet, el portátil, el ordenador…..no debemos olvidar nunca de la sangre inocente vertida por tener este lujo ya imprescindible en nuestro desarrollo tecnológico, social y científico. Aún sin asesinar a nadie, nuestras manos están manchadas de almas inocentes que mueren sin aliento, sin vida, sin sonrisa, sin alegrías en beneficio de nuestra sociedad. Ellos también son Charlei. El mundo se conmueve por un acto terrorista donde mueren por desgracia 12 personas y el mismo mundo olvida la muerte y el asesinato de decenas de miles de personas y miles de niños que se encuentran tras la cara oculta del Coltán.

Medidas a adoptar.

Debemos emplear todos nuestros conocimientos en la técnica para que la humanidad avance, pero lo debemos hacer con el respeto a la naturaleza, sin que esos avances signifiquen por otro lado destrucción, desolación y muerte en la extracción de materia prima. Es importante el respeto al medio ambiente, a las poblaciones locales y que la recogida del Coltán, no se realice con enfrentamientos bélicos o destrucción de la biodiversidad. La Comunidad Internacional debería adquirir un Código de Conducta para impedir el comercio de minerales, madera o cualquier otra materia prima, que provenga de regiones en conflicto donde no se respete el fundamental derecho: la vida. No debemos permitir que estos recursos sean extraídos de países pobres donde el hambre, conflictos bélicos, dictaduras, explotación humana  y destrucción de recursos naturales  sea la norma, ya que el dinero obtenido solo beneficia a los mandatarios de turno y su  pueblo seguirá pasando hambre y miedo de vivir.
Hay que buscar  mecanismos suficientes para reciclar los teléfonos móviles al objeto de ser empleados nuevamente en la fabricación de los nuevos y un sistema de evaluación internacional que prohíba la entrada en el mercado de estas materias primas procedentes de zonas dudosas y sancionar de manera ejemplar, a las multinacionales que operan y se enriquecen cometiendo verdaderos crímenes de lesa la humanidad.
Aún estamos a tiempo de  parar este eco-genocidio anunciado por Leonardo y que hace tiempo ha comenzado a destruir las vidas de millones de personas. En tus manos depende. El consumidor tiene la fuerza, el poder de hundir multinacionales. Los poderosos son los ciudadanos de a pié que consumen los productos y por ello debemos de exigir que todos los artículos de venta incluidos los teléfonos móviles procedan de manos limpias, de palomas de la paz y no de sangre, muerte y destrucción.
            Nuestro corazón ha de ser sensible al sufrimiento del mundo, sensible a cuidar una Tierra única en la que nuestros hijos y las generaciones futuras tengan derecho a vivir de igual forma que nosotros y por ello tenemos la responsabilidad de proteger nuestro entorno y  los seres vivos que en él vivimos.


PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)







martes, febrero 10, 2015

ECOTURISMO RESPONSABLE - EL RESPETO A LOS PUEBLOS INDÍGENAS





El 23 de julio del 2007, los medios de comunicación y Organizaciones medioambientales, dieron la voz de alarma internacional  tras conocer la muerte de cuatro gorilas de montaña en la provincia de Kivu Norte de la República Democrática del Congo (RDC), en el mismo límite del Parque Nacional de Virunga (declarado en 1925) siendo la primera área protegida de África y convirtiéndose en Patrimonio de la Humanidad en 1979. Cuatro gorilas, un macho y tres hembras de la familia de Rugendo, habían sido abatidos a tiros y sus cuerpos fueron recogidos en improvisadas camillas atados a las mismas y llevados a los guarda bosques que vigilan el Parque, cuyas fotografías dieron la vuelta al mundo.
          
  La casualidad hizo que una compañera fotógrafa del Proyecto Gran Simio (PGS), a los pocos días de producirse estas muertes, viajó a la zona del lado Ruandés, para ver a las poblaciones visitables de  gorilas de montaña dentro del Parque Nacional de Virunga.  Tras  hacer un reportaje sobre los gorilas, realizó una investigación para saber que ocurrió en realidad con la muerte de gorilas, porque desde el PGS no entendíamos muy bien qué es lo que ocurrió al existir diversas versiones que se contradecían. Entrevistó a varias personas conocedoras de la zona e incluso del lado de la RDC. La verdad que encontramos y denunciamos a través de una nota de prensa, es que los gorilas habían sido muertos por los pigmeos, un pueblo indígena que vivió durante milenios en el territorio del que ahora es Parque Nacional y fueron expulsados de sus tierras en 1925, para que a los ojos del mundo vieran que se daba un gran paso de protección a la biodiversidad donde los gorilas de montaña vivían. Pero todo el mundo se olvidó de los pigmeos, realojados al borde del Parque Nacional, expulsados de sus tierras y campos, olvidados sin ayuda sanitaria o educación como les prometieron y siendo detenidos en muchas ocasiones acusándoles de cazadores furtivos.
           
El Parque Nacional de Virunga, además de estar en tres países con 8.000 kilómetros cuadrados, 250 son los que se encuentran en la RDC. En la provincia de Kivu Norte de este país, en el límite mismo del Parque, fueron donde encontraron a estos gorilas. Parte de la familia de Rugendo descubrió el campo de patatas de una familia de pigmeos y todos los días bajaban a comérselas. La patata era la única comida de estos desheredados de su tierra y a pesar de las frecuentes denuncias a los guardas forestales, los gorilas seguían comiendo las patatas, motivo por el cual los mataron para evitar quedarse sin comer. No sabían que eran especies protegidas, que era delito y menos que estuvieran al borde de la extinción. Lo único que ellos hacían era sobrevivir al expulsarles de sus tierras ricas en frutas, agua y carne. ¿Qué hubiéramos hecho nosotros para defender a nuestra familia que se está muriendo de hambre y que el gobierno no les ayuda a pesar de recibir millones de euros destinados a los pigmeos por haberles sido expulsados de sus tierras, dinero que da Naciones Unidas por ser Patrimonio de la Humanidad? Esto es algo que no se puede permitir por parte de nadie que diga defender el medio ambiente. No se puede declarar una zona como Parque Nacional y realizar la expulsión de pueblos ancestrales y condenarlos a su desaparición, al suicidio, a la muerte siendo a todas luces un crimen de lesa humanidad.
          
  Los Pueblos Indígenas jamás han sido responsables de esta hecatombe salvaje de la destrucción y muerte de la vida que a nivel global está afectando al cambio del clima y la extinción de miles de especies en nuestro planeta. Ellos, los nativos, siempre han sido los guardianes del planeta, de las selvas donde viven, de los árboles milenarios que durante miles de años han sobrevivido en el planeta. Ellos, los pueblos indígenas deben ser respetados y sus tierras conservadas para que sean gestionadas por su sabiduría. Los culpables son los gobiernos que permiten a las multinacionales acampar a sus anchas llevándose y destruyendo la riqueza natural de los bosques tropicales.
           
En este sentido desde el primer momento, PGS ha luchado por la conservación del hábitat de los grandes simios, los homínidos no humanos y por el respeto a los pueblos nativos que conviven en paz con la biodiversidad de sus ecosistemas uniéndose recientemente a la campaña lanzada a nivel internacional por la Organización Survival, que lucha por los derechos de los pueblos indígenas, denominada "Los Parques necesitan a los Indígenas".
            
Otros ejemplos según han denunciado Survival, se encuentran entre los Bakas del sudeste de Camerún, donde muchos de ellos están siendo ilegalmente forzados a salir de sus tierras en nombre de la “conservación”. Se les acusa de caza furtiva porque cazan para alimentarse, y se enfrentan a arrestos, palizas, tortura y muerte por las patrullas antifurtivos  que apoya WWF Internacional. Se debe poner fin a estos abusos que violan sistemáticamente los derechos humanos y de los pueblos indígenas y no colaborar con gobiernos que permiten esta violación de los derechos humanos.
            En la Reserva de Tigres de Kanha, en la India, también en nombre de la conservación de tigres, los indígenas están siendo expulsados forzosa e ilegalmente de su tierra. Esta reserva es el lugar donde transcurren las tramas de El libro de la selva de Kipling. Por toda la India, muchos más pueblos tribales se enfrentan a una amenaza similar, según denuncia Survival. Personas indígenas expulsadas denuncian que el Departamento de Bosques amenazó con liberar elefantes que aplastarían sus hogares y cultivos si no se marchaban inmediatamente. El área es el hogar ancestral de las tribus baiga y gond, que afrontan un futuro desolador sin sus selvas. Las familias han sufrido acoso y hostigamiento durante años para que se fueran de la reserva. Cuando finalmente fueron expulsadas, no recibieron tierra ni apoyo para establecerse en el exterior. Meses después de haber sido desterradas, las familias denuncian que únicamente han recibido una parte de la compensación que esperaban. Otros no han recibido nada.
           
Esta es la cruda realidad. Nosotros, nuestras multinacionales, los gobiernos destruyen la biodiversidad del planeta y en lugar de parar esa destrucción global, dejamos que sigan arrasando la vida mientras acotamos algunas pequeñas zonas que llamamos Parques Nacionales y como respuesta a nuestra propia impunidad, expulsamos de esas tierras a los que desde siempre han habitado con armonía la naturaleza echándolos a ellos la culpa de ser cazadores furtivos y arrasar la selva. Así se escribe muchas veces el tan vitoreado conservacionismo. Debemos ser críticos con nosotros mismos y poner fin a estos abusos hacía los pueblos que han habitado desde siempre en plena armonía con la naturaleza.
En Kalahari Central, un  cartel situado en la entrada de la Reserva de Caza que prohíbe a los bosquimanos cazar. ¿Pero se prohíbe también a los occidentales ricos y poderosos que viajan por capricho a matar y cazar para sólo obtener una fotografía de su trofeo pisándolo o llevándose con él parte de su cuerpo mutilado?
El ecoturismo debe ser responsable y no practicarse en aquellos lugares donde los pueblos nativos han sido expulsados de sus tierras, donde los gobiernos corruptos permiten el ecoturismo por el dinero que les aporta y sin embargo tienen a su pueblo en la miseria y muertos de hambre en un claro genocidio y ecocidio. El ecoturismo no puede fomentar la visita de los gorilas de montaña, mientras el pueblo de los pigmeos es apaleado y expulsado de sus tierras que se encontraban en el interior del Parque. Se deben respetar a las poblaciones nativas en todos sus ámbitos y tener la seguridad que ellas reciben beneficios de ese ecoturismo.
Una frase recogida de Survival nos muestra toda la realidad y a su vez belleza de los guardianes del planeta: “Nuestra relación con el bosque es como la de un niño con su madre. Los grupos medioambientales occidentales no pueden entenderlo”, ha declarado Muthamma, líder Jenu en Kuruba (India).
No podemos colaborar con gobiernos que no respeten los derechos de los indígenas y la biodiversidad de su tierra. De esto pecamos mucho los occidentales, porque a veces es cierto que el turista actúa con buena fe, quiere participar en una observación directa de elefantes o gorilas de montaña indicándoles que el costo de ese viaje va a beneficiar a los grupos locales. Y nos lo creemos. Pero además de tener abiertos nuestros ojos, tenemos que tener abierto nuestro corazón y antes de emprender la hazaña, debemos investigar a quien beneficio y a quién no.
Por otro lado los grupos ecologistas internacionales que colaboran en muchos países de África, Asia, América del Sur….donde las selvas tropicales están siendo arrasadas de una forma veloz y contundente; siempre tienen que actuar dando el apoyo a los pueblos nativos y campesinos de la zona y trabajar con ellos, desde la propia base, si quieren declarar una zona como protegida y jamás permitir la expulsión de sus tierras. Hoy día, son asesinados líderes indígenas y de campesinos por defender la tierra, sus selvas y su historia ante la ceguera de la comunidad internacional.  
Los pueblos ancestrales no son las multinacionales que arrasan la vida, ellos son los verdaderos vigilantes de la naturaleza amenazada.







PEDRO POZAS TERRADOS  (NEMO)
Fotografías (Ahisa Bonet)