domingo, agosto 19, 2018

TRES CANTOS DICE “NO” A LOS REFUGIADOS


Patético, infame, vergonzoso

     

      


Pedro Pozas Terrados

            El Alcalde en funciones de Tres Cantos, Concejal de Urbanismo Javier Juárez, ha tenido la poca sensibilidad de advertir al consistorio madrileño propietario del Palacio Valdés que se encuentra en la carretera de Colmenar Viejo colindante a El Pardo, dentro del término municipal de Tres Cantos, que dicho lugar es solo para uso educativo  y no se permite su uso residencial y que cese los planes de Carmena de utilizarlo para inmigrantes.

El Ayuntamiento de Madrid, dentro del plan de emergencia de refugiados, quiere alojar alrededor de 200 inmigrantes, 100 de los cuales quiere ubicarlos en el citado Palacio sito en Tres Cantos.

Es una vergüenza como ciudadano de Tres Cantos, que nuestros representantes políticos que gobiernan nuestra ciudad, pongan trabas a una situación de emergencia que está coordinada por el Ayuntamiento de Madrid y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), para que en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Madrid, se quiera impedir la acogida de 100 inmigrantes con la disculpa de que el lugar no está autorizado para “dormir” sino solo para “educación”. ¿Quién extiende esas autorizaciones? ¿A caso no es el Ayuntamiento de Tres Cantos quien lo tiene que autorizar? ¿Por qué no lo hace? ¿Qué podemos temer? ¿Esto es ser solidario con lo que está pasando a nivel internacional de los miles de refugiados que huyen de sus países por el hambre, la guerra, razones ambientales..todas esas causas causadas directa o indirectamente por la comunidad internacional?



No señor Alcalde en funciones del Partido Popular, usted tiene que facilitar y ayudar en lo que se precise a que el Palacio de Valdés sea utilizado al menos de forma temporal y dada la situación de emergencia, para que 100 personas….si personas de carne y hueso, con sentimientos, con dolor, con desesperación en sus corazones; puedan establecerse en dicho lugar. Esto no es un juego de palabras que tan solo saben utilizarla en las cercanías de las elecciones municipales. Esto se llama empatía hacia seres humanos que necesitan una ayuda, se llama bondad y dignidad. Se llama no ser xenófobo No son papeles ni gentes ilegales o delincuentes, son seres como Vd. o yo, que les han arruinado su vida, que han pasado muchos sacrificios hasta llegar aquí y que no los podemos defraudar. ¿Cómo puede ser capaz de negarse a que vengan a instalarse en un centro que ni si quiera es propiedad de Tres Cantos y que se encuentra abandonado sin ofrecer ninguna actividad? ¿Cómo puede decir no y después mirar a los ojos de su familia? ¿No sabe ponerse en el lugar del otro? ¿No se lo han enseñado en su carrera política que debe estar al servicio del ciudadano? Antes de realizar las declaraciones que ha efectuado en la prensa, lo primero que tenía que haber hecho es consultar con los ciudadanos, establecer canales informativos y de participación ciudadana para estos y otros casos que deben consultarse con los tricantinos, pues somos nosotros precisamente quien le damos un sueldo y le hemos puesto en una responsabilidad política que no quiere decir que tenga que hacer lo que le dé la gana durante cuatro años y con carta blanca. No, eso no es política, eso es negocio y si quiere negocio debe abandonar el puesto que ocupa y por negarse y cerrar los ojos ante esta situación de emergencia, debe abandonar su puesto, ser destituido por fomentar la xenofobia, pues su negativa a colaborar no se puede llamar de otra forma.

Como Concejal de Urbanismo de Tres Cantos, Vd puede si quiere dar el permiso que  falta al Palacio de Valdés para que se convierta en residencial. No creo que sea un robot que no pueda encontrar la forma de dar soluciones urgentes. Su negativa solo puede decir una cosa: no nos representa y debe de inmediato dimitir y dejar su puesto a otra persona más competente y que no haga declaraciones como las que ha realizado para justificar un rechazo a una operación humanitaria del Ayuntamiento de Madrid y que han sido publicadas a nivel nacional. Sus negativas palabras hacen ante la sociedad que los demás vean a los tricantinos de insolidarios y el único insolidario es su persona y sus nefastas afirmaciones que en nada representan a los ciudadanos de Tres Cantos en la que muchos colaboramos para que este mundo sea mejor, más solidario y más digno de lo que es por culpa de personas públicas como la suya.

La dignidad política y personal se demuestra actuando con humildad, con servicio a los demás, dando la mano al necesitado y buscando soluciones rápidas y efectivas.

Para muchos tricantinos seguramente nos sentiríamos orgullosos de que nuestro Ayuntamiento pudiera colaborar echando una mano a estos refugiados que el Ayuntamiento de Madrid quiere llevar a Tres Cantos. Muchas ciudades estarían orgullosas de hacerlo y seguramente eso sí sería un buen dinero empleado de las arcas públicas, es decir nuestras, para la ayuda a gentes que necesitan refugio y que vienen de países en guerra y de sufrimiento, muchas veces causadas por nuestra propia sociedad.




Por todo ello, no entiendo la actitud de este Concejal, que se permite realizar unas declaraciones polémicas que ya han salido en todos los medios de comunicación nacionales poniendo en evidencia a los tricantinos por unas decisiones suyas personales.



Espero que a pesar de las palabras indignas de este representante político, el Ayuntamiento de Madrid pueda seguir llevando a cabo el plan de emergencia de Ayuda al Refugiado y que en el palacio de Valdés, un lugar amplio y con capacidad para unas 100 personas, pueda ser habilitado para la acogida de unos inmigrantes que seguramente no habrían salido de su país si no fuera porque sus vidas y la de sus hijos estaban en peligro, como los miles de personas que están muriendo y que han pasado su mismo calvario.

También deseo que la Iglesia de Tres Cantos apoye a estos refugiados y que no se mantenga en silencio, pues de esa forma, sería cómplice de este atropello donde no encuentro palabras para calificar la actitud de los que gobiernan nuestra ciudad.

La empatía, la dignidad y la solidaridad deben ser señas de identidad de todos los tricantinos y sin lugar a dudas de nuestros representantes. La estupidez y la arrogancia deben ser desechazadas por quienes se responsabilizan a ostentar un cargo público. Tres Cantos es una ciudad abierta al mundo, a los problemas ambientales, a la ayuda y el respaldo de los que sufren, al corazón de la gente y no debemos sabotear acciones dirigidas por emergencia social.



Es por ello que el Alcalde en funciones debe rectificar en sus palabras y extender la mano al Ayuntamiento de Madrid aunque sea de otro signo político, porque por desgracia nuestros políticos confunden hacer política con el partidismo de sus propias siglas y de esa forma una sociedad avanzada jamás podrán dar un paso hacia una sociedad más justa.

jueves, agosto 16, 2018

LA IRRESPONSABILIDAD DE NUESTROS POLÍTICOS


Culpables únicos del Cambio Climático



Pedro Pozas Terrados



            Una y otra vez, nuestros políticos no hacen más que echar la culpa del cambio climático al comportamiento incívico de los ciudadanos, al uso de los vehículos diésel 
que en su día el propio gobierno los catalogaba como ecológicos al consumir menos, al uso de bolsas de plásticos, de consumir mucha energía en nuestros hogares, de la compra de productos con exceso de embalaje, del consumo exagerado de agua para consumo de nuestros hogares y un sinfín de culpabilidades que en campañas bien orquestadas por las administraciones, nos hacen sentir responsables de un cambio climático acelerado cuyos únicos responsables son los políticos y ellos se encargan de  desviar su responsabilidad al pueblo.



Las multinacionales, que son las responsables directas de la contaminación a nivel planetario y que tienen bajo sus pies a los políticos de turno en cada lugar (pueblo, ciudad o país) y que más tarde muchos de ellos se colocan en puertas giratorias en los propios consejos de dirección para pagar los servicios realizados durante el periodo que ha durado su responsabilidad; acampan a sus anchas saltándose muchas leyes de prevención con anuencia o consentimiento de las propias autoridades que deberían velar por la salud de las personas y el respeto y conservación de nuestro medio ambiente y cuyo deber y para ello se les paga, es combatir el cambio climático en todos sus frentes.

Son los políticos los que deben velar por la protección de los ciudadanos y con ello, en el uso razonable y no invasivo de cualquier actividad que se realice por parte de empresas de diversas índoles.

El cambio  climático no se está produciendo por el uso de los coches diésel por parte de los ciudadanos o por el no reciclaje de la sociedad, sino por permitir que vehículos contaminantes salgan a la venta o que 157 empresas de reciclaje hayan ardido en España en seis años en lo que parece ser una mafia de intereses, donde es mejor quemar y pagar seguros, que el propio reciclaje.





Recientemente en Estados Unidos, la multinacional Monsanto ha sido condenada a pagar 289 millones de euros a un jardinero por la exposición del glifosato, un producto insecticida de uso masivo, en el distrito escolar de San Francisco. Padece cáncer en linfocitos de la sangre y es el primero de cientos de casos que esta multinacional tiene que enfrentarse ante los tribunales. Sin embargo, en la Unión Europea y a pesar de que la propia OMS considera el Glifosato como un potentes cancerígeno, se está empleando en todas las ciudades europeas  y jardines, con consentimiento de los políticos y en contra de las asociaciones ecologistas que continuamente están denunciando su carácter cancerígeno.

Este es un ejemplo de  los miles que se pueden documentar y cuya responsabilidad es sólo y únicamente política.

Es gracioso observar cuando los ciudadanos piden apagar las luces en protesta por el cambio climático, como los primeros que apagan las luces son los edificios emblemáticos (ayuntamientos, centros oficiales, instituciones del Estado…) queriendo estar en primera línea de lucha, cuando precisamente los responsables de este cambio climático tristemente son nuestros responsables públicos que generalmente están al servicio de otros intereses que no son los sociales precisamente.





¿Quién tiene que proteger la salud de las personas en todos sus ámbitos? ¿Quién tiene que inspeccionar las empresas para que cumplan con todos los protocolos de seguridad y de respeto con el medio ambiente? ¿Quién tiene que velar para que la energía que se obtenga sea de las renovables o de motores procedentes de energía libre (motores de agua, hidrógeno, solar, eléctricos…)? ¿Quién tiene que proteger los caladeros de pesca y fomentar el reciclaje con sistemas de control suficientes para asegurarse que se cumple la normativa? ¿Quién debe planificar las ciudades para evitar que la contaminación afecte a la salud de las personas evitando los miles de muertos que al año se producen en las poblaciones de riesgo? ¿Quién debe evitar la deforestación de las selvas tropicales causantes en gran medida del cambio climático? ¿Quién debe controlar y perseguir a los que cometen delitos medio ambientales? ¿Quién debe trabajar para sacar normativas de protección del medio ambiente en las ciudades y zonas rurales? ¿Quién debe proteger nuestros bosques, ríos, lagos, acuíferos, parques nacionales, ecosistemas y zonas de protección especial? ¿Quién debe poner todos los esfuerzos posibles para depurar las aguas y que no sean vertidas sin ningún tipo de control? ¿Quién son los responsables de permitir el exceso de embalaje en los productos de compra y la llamada obsolescencia programada para que se consuma de forma continuada poniendo en peligro el abastecimiento mundial de los recursos naturales? ¿Quién son los que permiten el uso abusivo de insecticidas en nuestros alimentos que envenenan nuestros alimentos? Podría seguir enumerando preguntas y cuya respuesta siempre es la misma, los políticos, que deberían estar al servicio de la sociedad y trabajar para que el bien común, en lugar de encontrarse  en su mayoría a las órdenes incondicionales de las multinacionales o del poder económico.

 A los ciudadanos nos debe de quedar claro, que los únicos responsables del cambio climático y que no hacen nada por evitarlo al ser siervos de las empresas, son los representantes políticos de todas las naciones, que no cumplen con su cometido de proteger a los pueblos y se hunden muchos de ellos en corrupciones estatales donde el único perjudicado es la sociedad en su conjunto.





Nada  va a cambiar ante el cambio climático ni ante las muertes que cada vez más se están produciendo en inundaciones, terremotos y otras catástrofes naturales que tienen como denominador común el cambio del clima originado por el ser humano. Nada va a cambiar si los ciudadanos siguen mirando a otro laso, en una amnesia ambiental sin precedentes, donde el político le responsabiliza del cambio climático y él calla bajando la mirada en el agujero de la ignorancia.

Nada va a cambiar si no existe seriamente un cambio radical de actitud por parte de los políticos de todo el mundo, para que el avance del cambio climático que amenaza nuestras vidas y la subsistencia de las generaciones futuras sean salvadas por una gran revolución pacífica cuyo liderazgo recaiga en las sociedades civiles.

El cargo público debe ser una persona que traiga consigo soluciones para un bienestar asegurado. Su sueldo y privilegios tiene que ser sudado y su compromiso estar a la altura de lo que el ciudadano demande sea del color que sea. Su cargo y responsabilidad es clara. Solucionar todos los problemas derivados de una sociedad que paga por su bienestar. Desde dar una sanidad justa, una educación  digna o un trabajo, hasta buscar soluciones inmediatas para paliar el cambio climático que se nos echa encima. No podemos consentir que sus brazos estén caídos, mientras sus cuentas estén aumentando. Debemos exigirles que cumplan con su cometido, que solucione los problemas medioambientales, que busque acuerdos urgentes con los líderes mundiales para poner fin a esta hecatombe que se nos acerca precipitadamente a nuestras vidas. Las energías renovables son el único medio de subsistir y la protección de la Tierra y de todos sus recursos, tiene que ser un asunto grave de Estado y como consecuencia de ello, buscar soluciones urgentes que las hay y muchas, aunque no muy de acordes con las multinacionales que sólo buscan el bienestar de sus bolsillos.





No consintamos más que los políticos nos culpabilicen del cambio climático y nos penalicen con impuestos. No. Miles de productos químicos peligrosos entran en nuestras vidas anualmente sin ser testados y sin saber si pueden perjudicar nuestra salud. Se da prioridad a los beneficios de las empresas mientras que el ciudadano paga todas las irresponsabilidades de las gestiones políticas de nuestros representantes. Los únicos culpables de su irresponsabilidad y del cambio climático producido y alentado por el hombre, son exclusivamente los políticos por todo lo argumentado en este artículo de opinión.

Por todo ello, no debemos ser engañados por sus bonitas palabras o promesas que nunca cumplen. El cambio climático podría pararse si la voluntad política pusiera los medios en todos los frentes existentes. Que no vendan los achaques y las acusaciones a la sociedad. Son ellos los únicos responsables y quieren desviar la atención acusándonos a los ciudadanos de los males de nuestra humanidad y de las malas prácticas para colaborar en el freno de este cambio del clima que alterara nuestras vidas.

Ellos, los políticos, son los responsables directos de la situación mundial en la que se encuentra nuestro planeta. No pueden esconder la cabeza en la llanura de la ignorancia. Su responsabilidad es única y la solución está en su mano.