El pasado mes de noviembre de 2015,
hable sobre el atentado contra la democracia de los estados europeos que
suponía la entrada en vigor del Tratado Transatlántico de Libre Comercio entre
Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP). Ante la gravedad de los hechos con
las recientes informaciones que se han conocido y la visita de Obama reunido
con los miembros de la Unión Europea para acelerar la firma de este funesto
tratado, no tengo más remedio nuevamente que informar abiertamente y poner
sobre a viso a los ciudadanos que se está cometiendo un gravísimo atropello
contra la democracia de los Estados soberanos, tan grave como si de un golpe de
estado se tratara. Sin embargo, ante la pasividad de nuestros políticos y el
silencio de nuestros eurodiputados pagados con el sueldo de todos los
españoles, se hace necesario de forma urgente que este debate se haga público,
animando a los medios de comunicación que al igual que están destapando uno de
los mayores robos a los ciudadanos con los papeles de Panamá, se destape la insumisión
y atropello inhumano que se va a cometer contra el bienestar social de todos
los europeos si no lo evitamos a tiempo.
Ya se van conociendo algunas de las
cláusulas de este Tratado que está siendo llevado bajo un secretismo propio de
las más radicales dictaduras y en las que ni si quiera los eurodiputados,
muchos de ellos, no tienen acceso a la consulta de lo que las grandes multinacionales
y los dirigentes europeos están firmando con las multinacionales de Estados
Unidos y su gobierno. Simplemente, con este secretismo, es suficiente para que
los gobernantes y políticos que son pagados por todos nosotros y que no saben
velar por nuestro bienestar, dimitieran de forma inmediata o pusieran sobre la
mesa abiertamente los acuerdos que se quieren formar para así abrir un debate
público.
Las consecuencias son caóticas y muy
graves. De firmarse se va a convertir en un crimen contra las sociedades
democráticas. Greenpeace Holanda acaba de hacer públicos documentos de este Tratado
que han sido filtrados con 248 páginas en las que las políticas que tanto han
costado imponer de protección ambiental
parecen haber sido eliminadas, situándose los beneficios económicos por
encima de la vida, la salud y el medio ambiente. Estos documentos tampoco
hablan de la protección del clima ni de los acuerdos llevados a cabo en Paris,
que aunque pobres, eran un paso hacia un entendimiento que como estamos viendo
se precipita en la mentira y el olvido. También es eliminado el principio de
precaución consagrado en el Tratado de le Unión Europea y sí recoge la demanda
de la delegación estadounidense para la
gestión de sustancias peligrosas en lugar de evitarlas, por lo que la salud de
las personas peligrará más si cabe de una forma injustificable. Se abre la
puerta a un mayor poder de las multinacionales que podrán denunciar a los
Estados Soberanos si consideran que se sienten perjudicados ante cualquier
normativa estatal. Incomprensible. Se está formulando una Constitución Europea
por parte de las Multinacionales a espaldas del pueblo, que blindarán sus
negocios ante cualquier intento de ir contra sus intereses por medio de alguna
legislación estatal. Eso es algo indignante, humillante para una sociedad
avanzada, criminal ante un Tratado que se está gestionando con las consultas
exclusivas de los poderes de la industria. No debemos callarnos ante este
atropello democrático e inaudito, ante esta estrategia que solo tiene como
objetivo el negocio y el hundimiento del bienestar social.
Greenpeace informa que en los documentos
filtrados, queda claro que este acuerdo es una amenaza para la protección del
medio ambiente y de los consumidores, mostrando sin rubor, que ambas
delegaciones han mantenido y mantienen constantes consultas con los lobbies que
representan a las grandes corporaciones.
No sé a qué esperan nuestros
eurodiputados a plantarse en el parlamento con los brazos caídos en protesta de
este golpe de estado a la democracia europea. No sé a qué están esperando a
exigir que se levante el secretismo del Tratado y formular de forma unánime el no reconocimiento de este
Tratado y la negativa de imponerse en ningún estado europeo. ¿A que tienen
miedo? ¿Acaso los lobbies también manejan a los eurodiputados? Nos mienten, se
ríen de nosotros y nos toman por analfabetos que no sabemos ni sumar. Pero ha
llegado la hora de que los ciudadanos europeos exijamos con contundencia a
nuestros gobiernos que nos digan la verdad, que no se oculten los acuerdos y
que firmen al NO tratado por ir contra los intereses del pueblo y a favor de
las multinacionales. Como lo permitamos, habremos caído en la trampa
atropellando nuestros derechos y la propia democracia.
Pero hay más. Entre los puntos de
acuerdo se baraja la posibilidad de que los países firmantes no deben adoptar
ni mantener medidas exigentes a las empresas. Permite la prohibición de las subvenciones
estatales a las energías renovables. Se fomenta un mayor control por parte de
las empresas energéticas. Se establece el poder de las multinacionales frente a
la soberanía de los Estados y de la Unión Europea e incluso intentan el
establecimiento de tribunales de arbitraje entre inversores y Estado, pudiendo
las empresas demandar a los gobiernos si ponen limitaciones o legislan en
contra de sus intereses. Es el colmo de la insensatez de nuestros eurodiputados
que lo permiten. Tampoco se garantizará la protección básica animal,
disminuyendo además los derechos laborales, sociales, medioambientales de la
ciudadanía. Se permitirá la entrada de transgénicos, de semillas alteradas
genéticamente sin ningún tipo de control. Será el final de cualquier barrera
comercial no tarifaria incluyendo las restricciones sanitarias y fitosanitarias, permitiendo la autorización de
por ejemplo la ractopamina (aditivos alimenticios que usa EEUU para el
crecimiento de los cerdos) y que está prohibida en 150 países, incluyendo la
Unión Europea. Otro ejemplo lo tenemos en el Glifosato, un fitosanitario que se
usa en muchos municipios incluido Tres Cantos y que se fumiga sin control
alguno en parques y jardines, siendo declarado por la OMS como posible
cancerígeno. El sistema de precaución, aunque mal llevado por el parlamento
Europeo gracias a los lobbies de las empresas, se eliminará completamente.
Estamos llegando a un punto si no
reaccionamos pronto en que seremos verdaderos esclavos del poder mundial y los
políticos bufones de un sistema depredador donde solo saldrá triunfante el que
este podrido de corrupción. No olvidemos que en España se han perdonado a
30.000 defraudadores que han estafado a los ciudadanos y a 618 empresas por
evadir capital nacional para no pagar impuestos. Si a ello le sumamos las miles
de imputaciones a políticos y empresas por el robo y despilfarro literal del
dinero público, vemos que algo muy grave y desalentador está pasando en nuestra
sociedad y pasará más aun si se permite que a espaldas del ciudadano europeo o
nacional, se firmen convenios y tratados de comercio con multinacionales que
asolarán los pocos derechos que le quedan ya al ciudadano.
Florent Marcellesi, eurodiputado de
Equo afirma que: “¿A quién beneficia el TTIP? Sin la menor duda, daría más poder (y
beneficios) a las multinacionales, y a sus socios en política, en detrimento de
los derechos de la gente de la calle, de las generaciones futuras y del medio
ambiente. Estamos ante un intento de quebrar el contrato social nacido tras la
Revolución Francesa, donde "todos los poderes emanan del pueblo", por
un "todos los poderes emanan de las empresas". Las multinacionales
están redactando su propia Constitución. Nos jugamos mucho: una sociedad donde
los intereses de las multinacionales escriban las leyes de todas y todos o una
sociedad donde primen la justicia, la sostenibilidad y la democracia.”
Pues bien, los ciudadanos tenemos que
tener en mente qué partidos están de acuerdo con el TTIP y quienes no, ya que
al encontrarnos de nuevo abocados a unas nuevas elecciones el 26 de junio,
podremos votar a aquellos partidos que claramente estén en contra de las
aplicaciones abusivas y dictatoriales que las
multinacionales quieren imponer a
los Estados.
Por otro lado existen medio centenar
de municipios en España que han aprobado una moción de libre aplicación del
TTIP y más de 3.000 en toda Europa. El Presidente francés a raíz de los
documentos publicados por Greenpeace ha anunciado que Francia no firmará el
Tratado. Nuestros políticos deben tomar nota, para que igualmente nos
declaremos libres del TTIP. Hago este llamamiento a todas las fuerzas políticas
nacionales para que se unan ante este atropello sin sentido.
En una supuesta democracia, el poder
de la industria no tendría que decidir las condiciones de los ciudadanos. Pero
se ha llegado a un punto en que las multinacionales son las puertas traseras o
delanteras de los políticos, por lo que se ha instalado una serie de beneficios
mutuos que hace de la política un trampolín a la empresa privada y por
consiguiente al favoritismo continuado de las mismas. Una corrupción que como
estamos viendo en España es imparable y está instalada en nuestro país con
profundas raíces que deben ser cortadas antes de que esas mismas raíces
estrangulen con más fuerza el bienestar de los ciudadanos.
El TTIP, son siglas funestas, de
muerte, de secretismo, de puertas cerradas, de corrupción, de enfermedades…unas
siglas que solo traerán maldición a los europeos. No entiendo como
representantes nuestros elegidos democráticamente, no se les cae la cara de
vergüenza al permitir tan tamaña humillación y como los gobiernos callan,
creyendo estar aún en el feudalismo dictatorial. No les importa en absoluto el
sufrimiento de su pueblo, los recortes abusivos que han ocasionado en nombre de
la especulación y del Fondo Monetario Mundial. El mundo se enfrenta a la peor
crisis humanitaria. Por un lado los refugiados de las guerras, enfrentamientos,
terrorismo…por el otro el cambio climático que avanza sin parar y que dentro de
poco veremos a millones de refugiados ambientales. A pesar de todo ello,
nuestros políticos nos embarcan en un tratado comercial que echará por tierra
todo el esfuerzo trabajado en años para tener un mínimo de avance y seguridad
en nuestro comercio interno.
Lo aquí mencionado, solo es el
aperitivo, la punta del iceberg de lo que nos espera si este convenio es
firmado. Por la cuenta que nos tiene, debemos agudizar nuestras orejas y
ponernos en guardia, movilizándonos y exigiendo la paralización del TTIP hasta
que se haga pública todas las consecuencias que traerá consigo su firma. No
podemos permitir que vengan las multinacionales y pisoteen el estado de derecho
de los países. Si no lo hacemos, habremos muerto como sociedad libre.
PEDRO POZAS TERRADOS
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