domingo, junio 19, 2016

UN GRITO A LA LIBERTAD


5 DE JUNIO - DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE.


“Que no quede solo en palabras y que los compromisos humanos a favor de nuestra Tierra, se hagan realidad para vivir en un mundo mejor y más comprometido con la naturaleza y los maravillosos seres vivos que en ella habitan.” 
Pedro Pozas Terrados

            Desde lo más profundo de las selvas, nos llegan gritos de libertad, de esperanza, gritos que piden ayuda para acabar con la destrucción sistemática de las multinacionales hacia los recursos naturales y la vida de unos bosques tropicales que son los guardianes del planeta. Y debemos atender a esas voces que solicitan ayuda de una forma inmediata porque de ello dependerá la existencia de la vida en la Tierra.

         
   No nos vale hacer celebraciones periódicas y días mundiales con conferencias o exposiciones, si los gobiernos no actúan contra la irresponsabilidad y genocidio que se está acometiendo en todos los bosques tropicales de nuestro planeta. La destrucción de la vida es frecuente y el asesinato de líderes indígenas, de campesinos, la expulsión de sus tierras de pueblos enteros en beneficio de los intereses de las multinacionales apoyadas por los gobiernos, son la clave del deterioro y del cambio climático al que nos estamos precipitando de una forma terrible y sin control.

          
  Hoy día, aunque la comunidad internacional quiera ocultarlo, existe mucho sufrimiento humano, mucho dolor, pobreza y muerte entre los pobladores y defensores de sus tierras ancestrales, entre los pueblos indígenas que reclaman su libertad y son aplastados por el poderío de una civilización macabra equivocada que ciega a las sociedades humanas. La celebración de este día no puede ser de ninguna de las maneras un día feliz, sino un grito de ¡Basta ya! ante tanta injusticia moldeada por los gobiernos que atienden solo a peticiones de las grandes empresas en lugar de escuchar la voz del pueblo. El cambio climático es una realidad que avanza cada vez más con graves consecuencias para nuestra vida cotidiana. Las selvas se están destruyendo a una velocidad estremecedora. Los animales están desapareciendo en una extinción jamás realizada por la naturaleza. Las poblaciones de los grandes simios, nuestros hermanos homínidos  miembros de nuestra propia familia, están siendo exterminadas sin darles la oportunidad de seguir su camino evolutivo. Los gases de efecto invernadero acampan a sus anchas por la atmósfera que nos da la vida. Miles de productos químicos de todo tipo sin control alguno, hacen mella en nuestra salud. Y sí, no es hora de celebraciones, sino de ponernos todos juntos a trabajar por un mundo más sostenible, por la vida. Nuestros hijos y las generaciones futuras merecen desarrollar sus existencias en un entorno saludable, conservar los bosques y selvas, ver en libertad a los animales protegiendo sus hábitats. En definitiva, vivir en nuestra esmeralda verde, la única joya única que debemos proteger y conservar.

        
    Por todo ello, en este día de la celebración mundial del medio ambiente, tenemos que tener presente en nuestros corazones a los verdaderos héroes y defensores del planeta, a las poblaciones indígenas, cuyos líderes son asesinados, sus pueblos olvidados y expulsados de sus tierras para la construcción de megaproyectos o búsqueda de petróleo, el veneno de nuestras sociedades. Mueren en silencio, apaleados, luchando en la defensa de la Pachamama como ellos llaman cariñosamente a la Madre Tierra en los plenos albores del siglo XXI. Nada ha cambiado en el pensamiento humano desde hace siglos. Y jamás, en nombre de la conservación, se debe de expulsar a pueblos ancestrales de los territorios que se quieran declarar como parques nacionales, como está ocurriendo en África, en India, Indonesia y en muchos lugares del planeta. Eso no es conservacionismo por mucho que los gobiernos lo quieran dar a entender. Esto se llama genocidio y un crimen de lesa humanidad.  A esta grave situación se añade los campos de refugiados que se parecen a los exterminios nazis, personas que son tratadas como seres sin derechos y sin tierra para vergüenza de todos, miles de personas que huyen de la violencia, guerras y odios de sus países naturales y se enfrentan con el rechazo de unos países causantes muchas veces de las desgracias humanas. Miles de niños, personas que mueren ahogados por huir de la matanza y engañados por mafias que les roban para tirarlos al mar donde una vez más por vergüenza, los países receptores no hacen nada por evitar esta situación estremecedora. Miles de niños refugiados en Europa han desaparecido por redes esclavistas…… ¿es motivo para celebrar? O es motivo para gritar LIBERTAD.

          
  Por otro lado es hora que nos planteemos de una forma seria, la protección y los derechos básicos a los grandes simios que por derecho propio pertenecen a nuestra propia familia y que juntos con ellos tenemos un mismo ancestro común. Tenemos que proteger sus poblaciones de las sierras mecánicas que matan la vida, tenemos que dejarlos que sigan su camino evolutivo como lo hicimos nosotros. Ellos forman parte de la historia de la humanidad y por ello desde proyecto Gran Simio se está pidiendo a nivel mundial que sean declarados Patrimonios Vivos de la Humanidad. En consecuencia, ningún animal debe estar cautivo para recreo de los humanos, pero mucho menos los grandes simios. Ya hay sentencias judiciales que avalan que son personas no humanas, seres con derechos. Se debe de paralizar inmediatamente los programas existentes de reproducción para la conservación de especies en peligro de extinción, ya que lo único que genera son traslados frecuentes e intercambios de grandes simios entre zoológicos que solo obedece al negocio de su cautividad y exposición en celdas para entretenimiento visual de los humanos. Ellos, al igual que los pueblos indígenas y refugiados, gritan LIBERTAD.

           
  La última petición que hago en esta triste celebración del día mundial del medio ambiente, es que el gobierno de España derogue de forma inmediata y sin dilación, el Real Decreto 1333/2006  por el que se regula el destino de los especímenes decomisados de especies en peligro de extinción, porque es una incongruencia y una crueldad, que en su artículo 8 apartado 4, está  contemplado el sacrificio de los mismos si no se encue
ntra un lugar de depósito para su mantenimiento en cautivad e incluso su donación  para fines de investigación. Este artículo está en contra de la protección internacional de animales en peligros de extinción y solo lo que interesa es la denuncia como contrabando, sin importar posteriormente el destino de los mimos. Este real decreto es ir contra la vida de especies protegidas por lo que es un atentado a la vida y a la dignidad de un país como España. Por un lado se decomisa a un animal protegido, bien sea un chimpancé, un gorila, un elefante o un osos y por el otro se puede incluso por ley matarlo o entregarlo a un centro de investigación. Esta es una Ley que va contra la naturaleza, contra el medio ambiente y contra la vida.

        
    Solo una reflexión más. Nuestro planeta está llegando al extremo inaceptable de soportar la presión humana que se encuentra al borde de su propia autodestrucción. La naturaleza es muy sabia y lo ha demostrado a lo largo de los millones de años de historia. El hombre no es imprescindible en este mundo biodiverso, pero el hombre sí necesita de nuestro planeta para vivir. ¿De dónde viene el aire que nos hace respirar y por consiguiente subsistir? Precisamente de aquellos lugares donde el hombre está empeñado en destruir. Que inútil. Qué vergüenza que diga ser sapiens y olvidar lo más básico: proteger lo que le hace vivir. Cuando este homínido conocedor de la nada caiga en el abismo de su error, la Tierra seguirá viviendo. No necesita a un ser tan depredador, ignorante, arrogante y asesino de la vida. La Pachamama seguirá apoyando a otras especies para su evolución.

            Todos y cada uno de nosotros debemos reflexionar cual es nuestro camino y cuál debe ser el sendero que nos lleve hacia la armonía con el maravilloso mundo de lo natural. Nuestro grito de Libertad tiene que extenderse por los rincones de la humanidad y cambiar nuestro rumbo hacia un equilibrio más razonado y humano. De nosotros depende cambiar de paradigma hacía los valores de la vida y el respeto o caer en el barranco de la insensatez genocida.


PEDRO POZAS TERRADOS
Naturalista. Escritor.
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio (GAP/PGS-España)
Presidente Internacional del Great Apel Project
Teléfono; 678708832


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