ZOOLÓGICOS:
INSTALACIONES OBSOLETAS DEL SIGLO XXI
El Guantánamo del
reino animal
Desde el Proyecto Gran Simio Internacional que trabaja por conseguir los
derechos básicos de los grandes simios, el fin de la cautividad de los seres
vivos no humanos y el cierre de los espectáculos circenses de los cetáceos
encerrados en bañeras y obligados a realizar acciones ajenas a su especie; denuncian
públicamente los numerosos incidentes que se producen en los zoológicos debidos
a una falta de seguridad por un lado y
por el otro el trato que se dan a los animales cautivos considerados como cosas
de quita y pon respondiendo sólo a intereses concretos.
Casos como la reciente muerte del
gorila Harambe en el zoo de Cincinnati
(Ohio – EE.UU.), muerto a tiros por los responsables del zoo debido a la caída
en el foso de un niño de cuatro años y que sin ser agredido, Harambe lo saco
del agua y se lo llevó a un lugar seguro abriendo fuego contra él por si le
ocasionaba algún daño cosa improbable; la muerte de dos leones a tiros en el
zoológico de Santiago en Chile al entrar
un hombre desnudo dentro de la jaula donde
se quiso suicidar; la muerte de una trabajadora por un tigre en el
zoológico de Palm Beach en Miami (Florida – EE.UU.); la muerte de numerosos
animales del Zoológico de Mendoza en Argentina desconociéndose las causa tras
un conflicto entre los veterinarios y el gobierno; los cuatro chimpancés
muertos y otro grave en España tras fugarse, dos en el zoológico de Sa Coma en
Mallorca (uno por disparos y el otro ahogado) y otros dos muertos y uno herido tiroteados por las
Fuerzas de Seguridad en el zoológico de La Lajita “Oasis Park” de Fuerteventura
tras fugarse los tres chimpancés; o la matanza realizada en el zoológico de
Cabarceno (Cantabria) en la noche del 28 de noviembre de 2014 de ocho lobos
tiroteados por criterios “conservacionistas”; la muerte intencionada e
injustificada de una cría de antílope asiático por carencia de espacio y medios
en las instalaciones del zoo de Barcelona, una práctica extendida en los
zoológicos del mundo y conocida como “culling”; en el zoológico de Copenhague
abaten a una jirafa sana para descuartizarla delante del público y echarla
posteriormente como comida a los leones; o la muerte del entrenador Alexis
Martínez atacado por la orca “Keto” en Loro Parque (Tenerife) en el transcurso
de unos entrenamientos; o los traslados que se realizan con frecuencia en
intercambios y donaciones de grandes simios y otros animales entre zoológicos, rompiendo
lazos familiares y solo por intereses de una conservación inexistente y con
fines de reproducción. Todo ello nos viene a indicar el poco interés en la
conservación y lo mucho de negocio que hay detrás de esa falsa imagen
conservacionista que quieren mostrar este tipo de instalaciones.
La falta de seguridad en numerosos
zoológicos y la falta de protocolos de
actuación rápida ante posibles fugas casi todas ellas originadas por un error
humano o las nulas actuaciones en
emergencias de catástrofe como
terremotos, incendios, inundaciones unido todo ello a una cautividad innecesaria de los animales
encerrados entre rejas y muchas veces en espacios reducidos, es signo de un
pasado que no debe prolongarse. No es educación llevar a niños para ver
animales que se encuentran fuera de sus nichos ecológicos ni verlos tristes o
con numerosos estereotipos que nos muestran que se encuentran enfermos
psicológicamente. Los movimientos repetitivos o paseos continuos de los
animales nos dice el grado de enfermedad en los que se haya. Hoy día existe
numerosos medios para poder enseñar a nuestros hijos como son los animales y
sobre todo mostrarles el respeto que se merecen y no llevarlos a lugares donde
ellos se encuentran cautivos, tristes, desesperados…es una tortura que el ser
humano debe evitar en beneficio de la vida.
Por otro lado, lamentamos
profundamente el apoyo que Jane Goodall da a los zoológicos como las
declaraciones efectuadas en diciembre de 2015 en Buenos Aires (Argentina) en la que señaló que los zoológicos cumplen
una función insustituible en la concientización y educación respecto de las
distintas especies “sobre todo en los más
chicos” y sus paseos continuados por numerosos zoológicos que están
deseando su visita para mostrar a los ciudadanos lo bien que cuidan a sus
animales, hace un flaco favor a la lucha por los derechos de todos los animales
y sus palabras están ancladas en el pasado, apoyando la cautividad y el
sufrimiento de los animales en los zoológicos y en los espectáculos circenses
que en ellos se desarrollan con distintas especies y sobre todo de delfines y
orcas.
Para Proyecto Gran Simio, estos
apoyos por parte de Jane Goodall a la cautividad y con esas visitas a los zoológicos, son
errores que está cometiendo y que debe de rectificar de forma inmediata. Hoy
miles de Asociaciones de todo el mundo dedicadas en la defensa de los animales que
están solicitando precisamente lo contrario. Numerosos tratados de filosofía,
jornadas en las universidades de protección animal e informes científicos,
solicitan el cierre de los zoológicos.
“Los más pequeños pueden ver un video
animado de dinosaurios y otro de elefantes, y no son capaces de distinguir
[entre un animal extinto y otro actual]”, expresó Goodall en rueda de prensa. “Ver un elefante en vivo y en directo, sentir sus olores, no es lo
mismo que verlo en la pantalla”.
“En la medida en que los
animales estén en buenas condiciones, por ejemplo, que tengan refugios en los
que puedan evitar ser vistos, los zoológicos siguen siendo lugares muy
interesantes” Palabras
hirientes que fomentan el NEGOCIO de los zoológicos y sentencia a la cautividad
de millares de animales y de grandes simios en jaulas muchas veces en malas
condiciones, con enfermedades y depresiones, donde la fuga supone la muerte,
donde son tratados como cosas y no como seres sintientes y con derechos.
Palabras como las pronunciadas por Jane Goodall echa por tierra el trabajo de
cientos de personas que luchan para acabar con esta barbarie del siglo XXI.
Para
Proyecto Gran Simio, Jane Goodall debe reciclarse y al igual que firmó y
participó en el libro “Proyecto Gran Simio” junto a una treintena de
científicos coordinados por Peter Singer y Paola Cavalieri, sobre los derechos fundamentales de los
grandes simios a la libertad, a la no tortura y a la vida, debe de cumplir ese
compromiso y estar en contra de su cautividad. No alcanzamos a entender ese
apoyo y esperamos que la Doctora Goodall rectifique, pues su opinión es muy
valiosa en el mundo de la conservación de la vida salvaje.
No se debe fomentar el negocio de los zoológicos y las jaulas que se
vayan quedando vacías deben permanecer así para siempre, como símbolo de un
pasado y el comienzo de una era nueva para la protección de los animales,
con propuestas sin zoológicos o circos
sin animales que no hacen más que dignificar a las sociedades humanas y dejar
de utilizar a los animales como herramientas de diversión, entretenimiento o
espectáculo. Buena prueba de ello es la reciente sentencia de una jueza al declarar
“persona no humana” a la orangután Sandra que precisamente se encuentra cautiva
en el Zoológico de Palermo de Buenos Aires.
Los
zoológicos tal como los conocemos deben de dejar de existir. Son antros de un
siglo pasado, donde las rejas, las cadenas y su silencio, era moneda común y
donde la explotación prevalece junto a los intereses económicos. Una sociedad
avanzada debe de ser consciente que las jaulas no son lugares de divertimiento
o esparcimientos culturales, son antros, hierros de tortura que lo que hacen es
cortar la libertad de seres vivos para beneficio de los humanos demostrando su
ego y supremacía de una especie por encima de las otras.
¿Cómo podemos llamar
educación el que nuestros hijos vean animales encerrados con barrotes de hierro
oxidado, a veces con cadenas o con espacios reducidos? ¿Cómo puede ser
educativo ver a un oso polar en un hábitat que no es el suyo y en un espacio pequeño?
¿O ver a un elefante solo con unos metros de espacio y con comportamientos
repetitivos que nos indican que está enfermo solo para olerlos como dice Jane
Goodall? Los padres deben ser conscientes de no llevar a estos lugares a sus
hijos hasta que no se estructuren y se pongan en funcionamiento proyectos de
verdad educativos que solo busquen el bienestar de todos los seres vivos.
La sociedad debe exigir la
reconversión de estos espacios en
verdaderos lugares de enseñanza. No hace falta ver un oso polar o un chimpancé
para saber que existen. Hoy hay muchos medios audiovisuales que pueden
totalmente enseñarnos estos hábitats sin necesidad de sustraer a sus habitantes
para beneplácito nuestro.
Algunos primatólogos que deberían estar en primera línea contra este tipo
de explotación, lo que hacen es sacar beneficios o callarse. El ejemplo más
claro es Frans de Waal que escribe libros a costa de la observación en un
zoológico de grupos de bonobos o de chimpancés, donde tienen su despacho en una
zona elevada del recinto, ganando dinero por sus publicaciones a costa de la
esclavitud de los grandes simios.
En España tuvimos un gran primatólogo
que no se le ha reconocido por su trabajo, solo por ser el que trajo a Copito
de Nieve al Zoo de Barcelona. No le dieron el Premio Príncipe de Asturias que
se lo merecía antes que dárselo a Jane Goodall. Fue el primero que descubrió que
los chimpancés usaban herramientas. Un gran hombre que no fue profeta en su
propio país pero que nos dejó un claro mensaje en sus libros entre los que
destaca refiriéndose a los grandes simios y otros animales: “No debería tolerarse las exhibiciones
grotescas de estos animales disfrazados de humanos, ni su explotación comercial
sea la que fuere…y hasta sería necesario reconsiderar la conveniencia de
exhibirlos en los zoos….No dudo que dentro de algunos años seremos juzgados muy
severamente por esta conducta que es posible se pretenda parangonar, en cierta
manera con la dispensada, hace menos de 200 años, por los blancos a sus
hermanos negros que, como esclavos, vendían, como si de animales se tratara, a
los plantadores americanos.”
Por otro lado, los grandes simios
por ética y por que pertenecen a nuestra propia familia, no deben estar
encerrados cautivos en ningún zoológico, debiendo ser trasladados todos ellos a
santuarios donde puedan vivir en paz sin el agobio de las cadenas y el
sufrimiento que supone el estar encerrados de por vida muchos de ellos en
espacios reducidos para disfrute de los humanos.
Esta organización termina su
comunicado con unas afirmaciones claras y contundentes: “Proyecto Gran Simio Internacional junto con el resto
de las Delegaciones de otros países, rechazamos la cautividad de los animales en los llamados zoológicos,
donde son tratados como simples mercancías de comercio, sin tener en cuenta que
son seres sintientes, que sufren, que lloran, que están enfermos y deprimidos
entre barrotes y falta de libertad. Una educación del Siglo XXI no debe estar
encadenada a las cadenas de sufrimiento de seres vivos por el mero gozo de
observarles en un estado que no es ni natural ni adaptado a su propio
ecosistema. Los numerosos incidentes de muertes de animales y de personas en los
zoológicos, nos debe hacer reflexionar que existen otras formas más seguras y
respetuosas para conocer la fauna de un planeta, que no sea mediante la
esclavitud constante de seres vivos que tienen la capacidad de sufrir como
nosotros y que con respecto a los grandes simios, pertenecen a nuestra propia
familia. Los zoológicos son instituciones de tortura del pasado que no deben de
existir en una era moderna y civilizada. Desde Proyecto Gran Simio damos un
fuerte homenaje al gorila Harambe, muerto a tiros por proteger a un niño caído
en la fosa y tantos otros animales y grandes simios que han sido muertos por la
irresponsabilidad de los humanos, dando su vida para que los humanos nos
divirtamos un domingo en verlos cautivos entre rejas y sin libertad”, ha
declarado Pedro Pozas Terrados, Presidente Internacional del Proyecto Gran
Simio.
LINKS
INFORMATIVOS DE LAS REFERENCIAS REALIZADAS EN ESTE COMUNICADO.
PROYECTO GRAN SIMIO
INTERNACIONAL - ESPAÑA
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio
(GAP/PGS-España)
Presidente Internacional de Great Ape Projet
Fdo: Pedro
Pozas Terrados
Rompiendo la barrera de la especie. La igualdad más allá de la
humanidad.
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