¿CÓMO ACABAR CON LA CORRUPCIÓN POLÍTICA

Estos días la sociedad aunque callada o más bien traumatizada, esta siendo testigo de la corrupción sin medida, del robo y estafa de millones de euros en los que políticos y empresarios, con total impunidad y sin temblarles el corazón, actúan con total desprecio hacia el ciudadano sin importarles las consecuencias y en beneficio propio, creyéndose amos de una sociedad que muchas veces calla en silencio y soporta con resignación asumida la crisis que precisamente han provocado los de siempre.

Constantemente, en los medios de comunicación, vemos como se realizan operaciones policiales, deteniendo a Alcaldes de uno y otro signo, concejales implicados en tramas urbanísticas hasta tal punto, que se han tenido que crear cuerpos especiales de la Guardia Civil y Policía para luchar contra este tipo de corrupción política que es más frecuente de los que muchos nos creemos.

¿Cómo se acabaría con todo esto? ¿De que forma se podría evitar o al menos paliar en gran medida estas corrupciones de supuestas personas representantes democráticas del pueblo? ¿Con que derecho se permite a las multinacionales con sus lobbys oficiales poder mangonear a los eurodiputados para que voten leyes que sólo benefician a esas mismas empresas? ¿Por qué ministros o diputados, además de ejercer el cargo público tienen otros puestos de responsabilidad en bancos, cajas, empresas.....? ¿Por qué el ciudadano no puede denunciar a un partido por haberle engañado, por no haber cumplido un programa político que había prometido realizar?

Si queremos que todo esto termine, debemos cambiar el sistema político actual de una forma radical y más democrática. No se deben permitir leyes o decretos que blinden los escaños, sueldos altísimos, beneficios de por vida por haber sido diputado o miembro del gobierno cómo el derecho de jubilación con muy poquitos años de ser Diputado o sueldos vitalicios. Cuando dejen de ser políticos, o ministros, o presidentes de gobierno o diputados y se conviertan en ciudadanos, tienen que ser eso, ciudadanos sin ningún beneficio más que el que se otorga a quien ha trabajado en una empresa durante x tiempo.

De igual forma nadie de un partido que este involucrado con cualquier tipo de empresa, banco o fundación, debe ostentar un puesto de Diputado o alto Cargo en ningún Ministerio o Gobierno. Obviamente si así lo hicieran como pasa hoy en día, la empresa en cuestión tendría tratos de favor y eso es corrupción.

Un político, al ser elegido por el pueblo, tiene que tener todas las cartas sobre la mesa y boca arriba, no puede guardar ningún as en la manga y menos esconder comodines. Por ese motivo, tienen que dar ejemplo de honestidad doblemente y responder ante la sociedad por cada acto que realice. No es ejemplo para los trabajadores el que estén dos meses de vacaciones en navidades, ni que estén celebrando cada mes celebraciones y encuentros de partidos con todo el gasto público que ello conlleva para que después se dirijan a los ciudadanos y nos suban el IVA, aumenten los años de la jubilación o no se tomen medidas policiales contra quienes han consentido que la crisis caiga sobre el último eslabón, el ciudadano de a pié que soporta todos los errores de quienes han sido elegidos para velar unos intereses y que olvida durante cuatro años del lugar de donde procede.

Por todo ello y por más, es necesario una Ley de Políticos como hay una Ley de Trabajadores, o una Ley de Seguridad Social o una Ley de sanidad. En esa Ley de Políticos tendrían que existir capítulos y artículos que desarrollaran todos los deberes y beneficios del que se dedique a la política. Unos artículos en los que el ciudadano pueda enterarse de todas las obligaciones de sus representantes, que puedan denunciar ante los Juzgados el incumplimiento de cualquiera de estos artículos que supongan infracciones graves o delito. En esta Ley tendría que estar recogido incluso la obligación de los partidos de cumplir al menos el 80% de las promesas electorales y justificar el porque no se han podido cumplir el 20% restante. Una Ley en la que el ciudadano pudiera saber en todo momento lo que puede exigir a sus representantes. Donde el blindaje que en muchas cuestiones tienen los altos cargos públicos, dejen de serlo y se conviertan en ciudadanos responsables sabiendo que mañana, pueden estar al otro lado, ser un ciudadano más por no haber sido elegido democráticamente y no por ello debe de tener privilegios vitalicios.

Los programas políticos deberían ser firmados ante notario y si no son cumplidos incurrir en responsabilidad, a no ser que se justifique ante un tribunal del pueblo elegido las causas de no haberlo llevado a cabo.

Igualmente, en el transcurso de toda la legislatura, debe crearse un Comité Ciudadano de Seguimiento, que tenga como objetivo único, vigilar al partido del gobierno de todas las acciones que realicen y velar para que la Ley de Políticos se cumpla estrictamente, evitando y detectando los casos de corrupción, no sólo en el partido ganador, sino en el resto de los partidos existentes en el país.

Posiblemente aún seguirían existiendo casos de corrupción, pero una vez localizados y aplicando la Ley de Políticos, en pocos días se zanjaría la cuestión, con juicios rápidos y entregando de inmediato si es declarado culpable, el cargo o puesto de responsabilidad, independientemente de la responsabilidad penal.

El modelo político actual está anticuado. Por fuerza tiene que existir un cambio en el sistema político, hacerlo más democrático. Nuestros políticos no son dioses en pedestales, son españoles que han sido elegidos por nosotros, por lo tanto deben de comportarse como ciudadanos. Nuestros políticos tienen que responder ante la ciudadanía, ser más cercanos al pueblo y tener eso sí, una Ley en la que todos podamos saber sus derechos, sus deberes y sus beneficios. Nada tiene que estar oculto y desde luego, no pueden estar vinculados con ninguna multinacional o cualquier otra empresa. Y algo muy fundamental, prohibir terminantemente que ninguna entidad ajena al Estado, financie a ningún partido. No se da dinero sin esperar recibir algo a cambio.

PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)