VERGÜENZA DEMOCRÁTICA

Túnez, Egipto, Libia, Yemen, Kuwait, Bahrein, Argelia, Marruecos……países en los que sus ciudadanos prenden la antorcha de la libertad y donde los mártires ya se cuentan por millares, donde la sangre derramada de jóvenes cansados de tanta dictadura y pobreza, se rebelan contra las dictaduras que están al servicio del poder económico, haciendo juego a los países denominados “democráticos”.

El ejemplo lo han dado los ciudadanos de esos países que de forma pacífica han derrocado a sus gobiernos como en Túnez y Egipto,y en la que Internet ha jugado un papel especial tanto paras las convocatorias y concentraciones, como para transmitir las informaciones. La fuerza de la ciudadanía se ha mostrado con todo el peso y valentía de la unión. Ante estas victorias, otros ciudadanos de los países árabes se han unido en luchas pacíficas, aunque están siendo reprimidas fuertemente por la policía y el ejército.

Libia es el país que por el momento es el mas sangriento por la actitud asesina de Gadafi que al verse rodeado, ha temido perder todo su poder y amenaza luchar hasta la muerte, realzando ataques con armas pesadas de guerra contra la población, originando cientos de muertos ante la pasividad de una Comunidad Internacional cómplice de estas dictaduras.

Lamentablemente el mundo no esta a la altura de la dignidad humana. El Papa calla resguardado en el Vaticano, ajeno a las matanzas de civiles, sin predicar la palabra del evangelio entre otras cosas, porque son los primeros en no cumplirla. La Unión Europea, calla en silencio, sin dar apoyo abiertamente a las revueltas populares para la libertad. Desde siempre han tenido relaciones con dictadores y genocidas, solo por el interés económico de los diferentes países. Gadafi ha sido recibido con honores de Jefe de Estado por casi todos los países de Europa, incluyendo España con el PSOE y el PP. Nadie puede tirar la primera piedra, porque todos tienen responsabilidad de mantener en sus puestos a los dictadores que tienen oprimido a sus pueblos en la miseria y el hambre. Estos dictadores asesinos se amparan en la fuerza de su ejército, que lo usan como represión contra sus ciudadanos, olvidando mediante un lavado de cerebro, de donde proceden y a quienes tienen que servir. Sin embargo, en Egipto comprendieron con quien tenían que estar y no permitieron disparar un solo tiro contra el pueblo, a pesar de los más de 300 muertos a manos de la Policía. Sin embargo en Libia, el ejército esta dirigido por radicales que no quieren abandonar sus privilegios, aunque ya está existiendo abandonos por parte de ministros, políticos, funcionarios, militares y policías que no quieren ser partícipes de la masacre de su pueblo.

Mientras, los asesinatos se siguen sucediendo en Libia, donde los intereses occidentales se han hecho patente a lo largo de las decenas de años de dictadura y compañías españolas como Repsol y de otros países, han operado abiertamente en Libia colaborando con el régimen dictatorial. Tal vez por ese motivo, los países occidentales condenan levemente la masacre genocida del pueblo liberiano.

Vergüenza también por la irresponsabilidad de nuestros gobernantes y sus representantes, al reunirse el Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, con el dictador Obiang de Guinea Ecuatorial para según dijo “defender los intereses de España”. ¿Desde cuando España ha tenido interés de proteger a la población de la dictadura fascista de un gobierno corrupto? ¿A quien defiende con esos intereses económicos? Esta claro. A las compañías petroleras españolas que tienen mucho interés en explotar el petróleo de ese país sumido en la pobreza y en el no respeto de los derechos humanos, sin importar en como esta la situación de un país y un pueblo oprimido por un dictador. Si mañana hay una revuelta y una masacre en Guinea Ecuatorial…¿nos echaremos las manos a la cabeza como lo estamos haciendo con Gadafi y entonces diremos que si es malo y lo condenaremos?

La hipocresía inunda los pasos y decisiones políticas y gobiernos que dicen ser progresistas y de izquierdas, se convierten en conservadores y protectores de las multinacionales, las mismas que sólo buscan el poder económico sin importarles los sentimientos de los ciudadanos.

Triste estampa que nos depara nuestros representantes y que toman decisiones a sabiendas que nunca tendrán responsabilidad penal.

Los gobiernos llamados democráticos, deberían reflexionar de todo lo que esta sucediendo en estos países árabes. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, deberían sentarse y analizar esta situación grave de levantamientos espontáneos de la sociedad y que tomen buena nota si siguen oprimiendo económicamente a los ciudadanos que tienen que pagar los errores de los financieros y políticos, responsables de esta crisis, en los países denominados “democráticos”. Deben saber que la fuerza la tiene el pueblo y este puede hundir en unos días cualquier gobierno, realeza o multinacional que se proponga. La unión de los ciudadanos es el arma mortífera contra las multinacionales y cualquier otro sistema político impuesto a la sociedad. Los jóvenes árabes de los países que están levantándose contra las dictaduras y las victorias conseguidas en Túnez y Egipto, son una muestra del despertar de la ignorancia y la sumisión. Los muertos que han caído y caerán en esta rebelión de la libertad, serán recordados en la historia cómo mártires y héroes del silencio en un mundo donde el poder y la sumisión, son síntomas de una sociedad acabada.

Mucha de la responsabilidad en el mantenimiento de los dictadores, la tienen los democráticos, que permiten a sus multinacionales operar económicamente con los dictadores, que permiten a los tiranos tener bienes personales obtenidos de la explotación de su pueblo en países democráticos, que son recibidos y tratados como jefes de Estado…..una vergüenza que debería de manifestarse en cada poro de la piel de quien se digne denominarse democrático. Son estos mismos países amantes de la libertad, con sus parlamentos elegidos por el pueblo, los que extraen los recursos naturales de terceros países, enriqueciendo a sus dirigentes y éstos manteniendo a sus poblaciones bajo la tiranía, la pobreza y la represión.

¿Qué hace la Comunidad Internacional, Estados Unidos…que no intervienen militarmente para detener por crímenes contra la humanidad a Gadafi como lo hicieron con Sadam? ¿Dónde están las palabras del Papa para dar apoyo a los que se levantan contra la tiranía, para condenar a los responsables? ¿O es que le gusta a este Papa que el mundo árabe con sus religiones se desmorone? Es imperdonable esta falta de ética y de irresponsabilidad, mientras cientos de personas en diferentes países están siendo asesinadas porque sólo buscan la libertad.

Vergüenza de una iglesia que adora el poder económico, que siempre ha estado al lado del tirano, que esta enriquecida de la sangre de muchos pueblos a lo largo de su historia. Vergüenza de una sociedad que calla, que asume las decisiones incorrectas de unos políticos títeres de la globalización y que aguantan en silencio el abuso de un poder ilegítimo.

Y mientras, las calles de Libia, Yemen, Bahrein……se llena de sangre derramada por la libertad de los pueblos, con armas y municiones que han sido fabricadas por aquellas otras que se alardean de ser democráticas sólo una vez cada cuatro años.

Mujeres, hombres y niños están siendo asesinados y a Europa solo le preocupa la posible avalancha de refugiados que estos conflictos está ocasionando. Vergüenza de ser español, europeo y de pertenecer a la especie humana, porque nos comportamos peores que cualquier animal de los que consideramos inferiores. Vergüenza de no hacer nada, de bajar la cabeza, de buscar en el suelo un rastro al que poder seguir sin mojarme, sin gritar libertad, buscando sólo la comodidad y el aislamiento de mi mundo irreal. Vergüenza de tener a unos representantes políticos que sólo se miran su pecho, buscando condecoraciones indecorosas, haciendo la pelota a los bancos y los financieros responsables de la hecatombe y pérdida de libertad y derechos. Vergüenza de un gobierno socialista que aplaude las revueltas con la boca pequeña, pero que tiene intereses económicos en Libia y ha mantenido una estrecha unión con su dictador que ahora asesina a su pueblo. Vergüenza de un gobierno que dice ser democrático y que sin embargo, militariza a ciudadanos civiles como si fueran dictadores en lo más profundo del régimen franquista.

Vergüenza de vergüenzas democráticas, que sólo buscan el poder y que el ciudadano termina por pagar siempre los graves errores de políticos sin responsabilidad penal.

De esta forma, la democracia es sólo una palabra mal entendida, mal interpretada y pisoteada por los que dicen defender al pueblo democráticamente. Sus programas políticos no se cumplen o se deciden ejecutar lo contrario de lo prometido, en un claro engaño a una sociedad desesperada.

Y mientras, los gritos de libertad son apagados por el estruendo de las bombas y la metralla, de niños y adultos que caen al suelo con ojos tristes y con esperanza de que su sacrificio haya servido para algo.

La vergüenza democrática queda marcada en mi corazón y en mis palabras.

PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)