La crisis, creada, protagonizada e impulsada por los banqueros, ha demostrado que nuestro sistema capitalista no funciona y que los que tienen mucho, siempre quieren tener más y especulan con los ahorros de los ciudadanos, les roba, les acribilla con normas que sacan de sus chisteras con ayuda de los políticos de turno, sembrando pobreza y malestar social, sin importarles los derechos adquiridos de todos los ciudadanos en un sistema presumiblemente democrático.
El 15 de mayo del 2011, ha sido un comienzo triunfal para el pueblo. Miles de personas en más de cincuenta puntos de España, se han levantado contra los políticos y el poder monetario, pidiendo que estos sean juzgados por robo y actos criminales contra la humanidad, pues esta crisis ha ocasionado que la pobreza aumente en el mundo y que los lacayos políticos les entreguen a los banqueros, el sudor de su pueblo, sin importarles las consecuencias, la pobreza, la tristeza de muchas familias que han quedado sin hogar por culpa de estos sinvergüenzas sin Ley, en la que la Justicia calla y consiente. Aún no hemos escuchado ningún juez justo, que lleve a los tribunales a esos banqueros que además de salvar sus negocios y bancos con la entrega de millones de euros sacados de los fondos públicos, ahora se erigen dueños del mundo y dictan ordenes a los países para que sigan robando al ciudadano mientras este calla y se aprieta el cinturón.
Los políticos, vasallos y bufones de los que tienen el dinero robado del pueblo, han traicionado a España y a los ciudadanos, ignorando que su deber tuvo que ser el detectar estas maniobras y negocios sucios a tiempo y sanear las economías, dinero del pueblo, dinero público y no como se piensan los supuestos representantes de la política que pueden hacer lo que quieran con ello durante los cuatro años que la sociedad les ha elegido como representantes del PUEBLO y no de si mismos o de sus partidos..
Se hace necesario de forma urgente, la elaboración de una Ley Penal de Responsabilidad Política, que impida los abusos y los privilegios de este colectivo que se cree único e indispensable en la sociedad. No se puede permitir que más de 100 políticos imputados por corrupción, de diferentes partidos, se presenten a las listas para ser elegidos por el pueblo. Esto es un atropello a la verdad, a la justicia y a una nación justa y democrática. Se hace necesario el cambio de un nuevo Sistema Político que gobierne a la nación de forma digna, abierta, sin trampas, transparente y de forma sencilla. Donde el Congreso de verdad sea la casa del pueblo, donde sus representantes velen por la sociedad y no por los intereses de multinacionales. Ahí tenemos a los dos ex presidentes de gobierno (Aznar y González), que han sido contratados por diferentes multinacionales, con un sueldo además del que ya poseen por haber sido Presidentes, exagerado y de dimensiones que raya la compra de su voluntad. Estas acciones de muchos políticos que dejando el cargo, son alistados por empresas por sus buenos servicios, debe de parar y estar prohibido por Ley.
Nos enfrentamos con pasión a una revolución pacífica ciudadana que comenzó en Islandia siendo silenciado por los de siempre y que los ciudadanos de España debemos retomar con su ejemplo, recoger el testigo, crear nuevos paradigmas sociales y llevar a los tribunales a todos los que han colaborado en este robo mundial y bien planificado.
Miles de personas se han manifestado en España contra esta piratería permitida y no podemos consentir que todo siga igual, mientras nos bajan los sueldos, los bienes sociales y el bienestar de las personas.
A los políticos se les ha olvidado los programas, la defensa del ciudadano y han perdido la vergüenza al creer que trataban con una sociedad ciega, muda y callada. Pero ahora mismo, dentro de sus células sectarias, ellos están temblando y tienen temor a que las manifestaciones del día quince de mayo se repitan y sean cada vez más numerosas. Nos tienen miedo y debemos demostrarles que ellos son meras piezas de un rompecabezas que pueden quitarse o desaparecer en un segundo, mientras que nosotros, la sociedad, somos los que mantenemos en pié la economía y la grandeza de nuestro país, los que alimentamos los diferentes servicios sociales, los que alzamos con nuestro sudor la dignidad de trabajar para la comunidad. Somos el poder y ellos desde siempre lo han sabido. Por ello cuando llegan las elecciones se convierten en corderitos mentirosos y en sonrisas abiertas que esconden hipocresía, con la esperanza de estar otros cuatro años chupando del sacrificio del ciudadano, pues juegan con un dinero que no es suyo y que es empleado según sus conveniencias interesadas.
Los banqueros deben saber que tenemos la fuerza para destruirlos y llevarlos a los tribunales. Sólo hace falta unión entre todos y realizar en España la proeza que los ciudadanos islandeses dieron al mundo, juzgando a los banqueros responsables de la crisis, haciendo dimitir a los políticos y cambiando la constitución para que no pudiera suceder nada parecido.
El 15 de mayo y esos miles de personas que se han echado a la calle pidiendo justicia, ciudadanos apolíticos, sin signos, cansados, indignados y que han reaccionado ante el abuso de poder de este sistema obsoleto y corrompido, será recordado siempre como el inicio de una Revolución Social para una Justa Democracia Ciudadana. Pero no debemos de parar aquí, tenemos que seguir con las movilizaciones y concentraciones. Que sus pieles tiemblen hasta que sean incapaces de mirar de frente a un ciudadano que sólo pide justicia ante unos desalmados que se han adueñado de las vidas de millones de personas y han abordado los timones de la democracia convirtiéndolos en pasto de estiércol.
PEDRO POZAS TERRADOS
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