El 23 F, numerosos colectivos salimos a
la calle para protestar contra el golpe de estado financiero. Si, fueron miles
de personas (no de millones), pero pasado el sábado indignado, todo se ha
olvidado una vez más y no ha cambiado para nada las políticas impuestas contra
el ciudadano. ¿Qué ocurre? Nos debemos de preguntar porque en países como
Bulgaria tras dos semanas de movilizaciones ha dimitido todo el gobierno y
aquí, en España, tras meses de movilizaciones no continuadas, los políticos
siguen creciéndose, la corrupción continua en numerosos sectores de nuestra
sociedad (políticos, judiciales, eclesiásticos, empresarios, banqueros,
reales....) y los imputados siguen riéndose de la justicia y de la sociedad a
la que han sangrado. Es tiempo de reflexionar, de medir nuestros pasos y buscar
una forma por la que podamos cambiar de forma pacífica esta dictadura política
que no tiene fin ni tampoco solución. Se necesitan cambiar leyes como la
Constitución, la ley electoral...crear otras como Ley penal de responsabilidad
política. Recientemente un Alcalde de Grecia ha sido condenado a cadena
perpetua por jugar con los fondos públicos. Nos faltan ideas, nos falta un
líder al que podamos seguir y llegar a una democracia real.
Hessel nos dio la semilla de una rebelión
ciudadana pacífica contra el abuso del poder y el ataque brutal de nuestros
políticos contra el corazón del pueblo. Al principio funcionó, pero hoy siento
con desesperación, que la indignación se está ahogando ante un poder firmemente
establecido y unos partidos políticos actuales que siguen en sus escaños
aprovechándose de los innumerables beneficios que tiene el ser político y que
cualquier analfabeto puede llegar a ser diputados solo por estar en una lista.
Esto no es la democracia que el pueblo
necesita. Se ríen de nuestra indignación, porque saben que ellos tienen el
poder de las leyes establecidas a su beneficio. El capitalismo, llamado ahora
neoliberalismo o libre mercado, sigue arraigado en las entrañas más profundas
de la democracia, en los pilares que sustentan las libertades de los ciudadanos
y sigue destruyendo los derechos constitucionales y violando los derechos humanos.
Debemos de cambiar de rumbo, construir una
gran grieta en el muro que impide conquistar la dignidad de una sociedad
cansada de ver tanto corrupto y desde dentro, desde sus propias mezquindades,
romperlo, hacerlo mil añicos y conquistar la verdadera felicidad de un pueblo
que muere por la presión de un poder económico instalado gracias al
consentimiento de todos los representantes
políticos.
Mientras que millones de personas voten a
los partidos de siempre, mientras que sigan afiliados a los partidos opresores
del pueblo, mientras que existan miles de personas afiliados a unos sindicatos
que no representan en ningún momento al trabajador por ser también cómplices en
muchos aspectos de este juego brutal contra las libertades, no podremos buscar
otra salida y por muchas manifestaciones que exista y grietas que hagamos a sus
muros, ellos las taparan con el cemento de la ignorancia y la desigualdad.
El 23 F, fue un gran fracaso para nuestra
indignación. No existió la movilización que se esperaba. Nos están derrotando y
os aseguro que si perdemos batalla, las consecuencias serán nefastas para la
democracia de nuestro país.
Somos la grieta de su muro si, pero
debemos aprovechar y romper con firmeza ese muro, para que el poder económico
no se establezca en nuestras vidas y seamos gobernados en una dictadura de
corruptos y enemigos de la igualdad, la libertad y la esperanza de un pueblo
que clama justicia.
Hessel, en su mensaje “Indignados” pedía
que “los líderes políticos, económicos e intelectuales y la sociedad no tienen que ceder ni permitir la opresión
de una dictadura internacional real y de los mercados financieros que amenazan
la paz y la democracia”. Más claro imposible y hoy día vemos como decenas de
políticos están corrompidos por esa advertencia que nos transmitía Stéphane
sobre la dictadura internacional de los mercados.
Estamos en grave peligro de subsistencia
si dejamos que el muro se consolide. Hessel concluye: “Crear es
resistir...resistir es crear”. Que entre todos podamos levantar un nuevo muro
transparente de libertad, donde el bienestar social sea el corazón principal de
todos los pueblos del mundo.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario