Las
enfermedades que atacan a nuestro cuerpo están producidas principalmente al
mantener un entorno interior ácido que alimenta las enfermedades de muy
variadas formas. Nos dicen que tenemos que tener una dieta sana. Pero lo que no
nos dicen es donde encontrarla. Hoy por la pasividad de los gobiernos y del
propio ciudadano, comemos alimentos envenenados con pesticidas, con productos
químicos que han salido al mercado sin control, comiendo productos animales que
se encuentran adulterados y cebados con pienso tratado que deja mucho que
desear. Y nos ponemos enfermos a pesar de intentar llevar una alimentación
correcta. Se olvidan decir que hay que tomar comida sana pero biológica. Claro,
aquí cambia todo, hasta nuestros bolsillos. La comida biológica no está
subvencionada por el Estado y no interesa. Tomando productos biológicos nuestro
cuerpo siempre estaría alcalino y por consiguiente las enfermedades no
aparecerían. Con ello muchos negocios se hundirían y no interesa. Eso sí,
muchos jefes de Estado tienen sus propios huertos biológicos y de esta forma
comen comida sana. Pero la biológica sólo está permitida para los ricos por
tener un alto coste. Los pobres, aún sabiéndolo los jefes de estado y muchos
ricos que sólo toman productos biológicos, sólo tenemos derecho a comer
productos contaminados, es decir, a tener nuestro cuerpo ácido, abono para todo
tipo de enfermedades. También nos topamos con la especulación de los productos
biológicos por parte de muchos sectores que trabajan en este campo. Se
aprovechan de la situación y elevan sus productos hasta límites abusivos, como
un kilo de tomates a 5, 50 euros.
En una ocasión ya lo dije con
claridad. ¿Porqué el Ministerio de sanidad no prohíbe el tabaco sabiendo que es
veneno puro pues hasta en las cajetillas está regulado que el fumar mata? ¿No
debe velar por la salud de las personas y lo mismo que prohíbe y persigue el
consumo de marihuana, detener a los empresarios del tabaco por matar a seres
humanos?. Claramente los intereses económicos están por encima de nuestra salud
y los que tenían que protegerla, la han secuestrado mientras la sociedad se
limita a callar.
Por otro lado, a pesar de todo este
atropello en el que los ricos pueden proteger su salud y los pobres
contaminarse con productos alimenticios envenenados, existen una gran variedad
de productos y tratamientos naturales para casi todas las enfermedades sin que
tengan efectos secundarios y con altas posibilidades de cura. Pero de nuevo nos
topamos con el sistema que quiere alimentar a unas industrias de la enfermedad
sin que dejen al ciudadano elegir el tratamiento. La falta de información es
ocultada haciendo que nos comportemos como borregos en una consulta médica.
Muchos cánceres, muchas otras
enfermedades se curarían con una sana alimentación y unos tratamientos no
basados en la agresividad a nuestro cuerpo. Cuando tomamos un medicamento
¿Cuántos efectos secundarios nos ponen? Casi es mejor no leerlo porque de
hacerlo, seguro que no lo tomaríamos. Muchos médicos juegan igualmente con
nosotros, entrando en el sistema y mandando a miles de pacientes a Rayos-X por
sistema de manera innecesaria, solo para estar seguros de un diagnóstico. Y no
lo digo yo. Según la revista Discovery DSalud se calcula que entre un 40% de
los TAC que se realizan en España (la prueba diagnóstica radiactiva más
demandada) son absurdas. Ni médicos ni pacientes son conscientes que el TAC
emite una radiación ionizante entre 150 y 1.100 veces superior a una
radiografía convencional. Un problema grave ya que una sobreexposición puede
provocar numerosas patologías, cáncer incluido. Y si se sabe esto…¿Por qué se
consiente? Esto solo es una de las muchas barbaridades que se están cometiendo
en nuestro sistema sanitario, en una medicina que debería modernizarse, no
estar anclado en el pasado y actuar conjuntamente con terapias alternativas y
productos naturales más eficaces que las pastillas. Según la Directora del
Departamento de Diagnóstico por Imagen de la Clínica Ruber de Madrid, la
radióloga Marina de la Fuente anuncia que
“Las radiaciones ionizantes están ya consideradas por la Organización Mundial
de la Salud como “agente cancerígeno”.
Pero hay muchas más informaciones que
nos ocultan. Los cereales, el pan y la pasta son muy dañinos al igual que todos los carbohidratos
refinados. Así lo explican sendos libros publicados en España por el nerurólogo
David Perlmutter y el cardiólogo Villiam Davis. El Doctor T. Colin Cambpell nos
dice que “La caseína de la leche es el
carcinógeno más potente que existe”. Existen numerosos informes
médicos según informa Discovery DSalud
que denuncian lo mismo pero de lo que los grandes medios de comunicación se
abstienen de informar para no poner en
peligro las industrias lácteas. Existe un silencio cómplice del Ministerio de
Sanidad y de todas las Consejerías de
Salud de las Comunidades Autónomas que lo conocen perfectamente y callan según
las informaciones de esta revista. Para quien quiera investigar más sobre ello
puede entrar en la siguiente dirección:
¿Por qué se ocultan todos estos
estudios a la población general? ¿Qué intereses hay en la industria alimenticia
para no decir la verdad respecto a lo que consumimos? ¿Por qué se permite el
uso de pesticidas y la agricultura intensiva si después desembocan en
enfermedades y alergias? ¿Por qué no demandamos una alimentación sana que
provenga de cultivos biológicos? ¿Qué interés hay para que sigan
envenenándonos? ¿Por qué los médicos callan a sabiendas de los que está
ocurriendo? ¿Qué se estudia en la carrera de medicina? ¿Dónde están las
terapias alternativas? Todo ello me hace sospechar que nuestra salud está
secuestrada y se está llevando a cabo sistemáticamente tratamientos inadecuados
que en nada o en poco están dirigidos a preservar nuestra salud. ¿Por qué las
Asociaciones de Médicos no alertan a las Autoridades sanitarias sobre la
gravedad de estas situaciones? ¿Cuántos miles de millones de euros se ahorraría
la seguridad social si existiera una alimentación biológica? ¿Es que no saben
que hay tratamientos naturales que pueden evitar las enfermedades crónicas?
Y no lo digo yo. Lo dicen cientos de
informes que son publicados en la Revista Discovery Salud que cualquier persona
pueda comprar o bien visitar la infinidad de artículos y videos que están a
disposición de los ciudadanos, médicos o autoridades sanitarias en www.dsalud.com, todos ellos
firmados por médicos prestigiosos o recogidos de informes publicados en
revistas científicas autorizadas. Si queremos estar informados para saber la
verdad, es por el momento la única vía existente. Creo que nuestra salud y
bienestar debería ser los objetivos de todos los Ministerios de Sanidad de los
Estados. Pero parece ser que no es así y sabiendo que la población enferma por
una alimentación insana, debería ser delictivo no poner fin a las prácticas
abusivas de las industrias alimentarias y de otras que se benefician con las
enfermedades.
En Nicaragua aún siendo el segundo
país más pobre de Latinoamérica nos da una gran lección en cuanto a la
legislación sobre la salud de sus ciudadanos. El 18 de enero del 2012, salió
publicado en el Diario Oficial de ese país, la Ley 774 sobre “Ley de Medicina Natural, terapias
complementarias y productos naturales”, cuyo reglamento al desarrollo de la
Ley se ha puesto en práctica el 29 de abril de 2014. En él se permite y se
reconoce la medicina tradicional de los pueblos indígenas y las terapias y
remedios naturales. Su artículo 5 es claro: “La
población conforme al marco legal del país, tiene igual derecho al acceso y uso
de la medicina natural, terapias complementarias y productos naturales, cómo al
de las instituciones, establecimientos, servicios y programas de medicina
convencional dentro del Sistema Nacional de Salud”. Es decir, un ciudadano
puede optar con su aportación a la seguridad social, a la medicina natural,
convencional o ambas según lo crea conveniente. Es más, las terapias como la talasoterapia
(uso y beneficio del agua de mar), reflexología, reiki, ozonoterapia,
homoepatía, hidroterapia, electroacupuntura, bioenergética, acupuntura entre
otras, se encuentran permitidas dentro de la medicina y terapias naturales.
¿Cuándo tendremos nosotros esa Ley? ¿Cuándo seremos capaces de solicitar una
medicina natural que sin lugar a dudas es más fuerte y eficaz que la que
tenemos actualmente?.
La propia Organización Mundial de la
Salud ha publicado un documento en el que tras poner de manifiesto la
importancia que en todo el mundo están adquiriendo las medicinas tradicionales,
insta a los países de la Unión Europea sobre la necesidad no solo de que su
ejercicio sea regulado por todos los gobiernos, sino de que se incorporen como
hace años lo tiene Nicaragua, a los sistemas públicos de salud. Pero los
gobiernos callan. Si fuera un beneficio para las multinacionales, enseguida
estos mismos gobiernos habrían reaccionado en pocos días para beneficiarlas,
pero como el beneficio es para los ciudadanos, los políticos callan, lo
ocultan, secuestran nuestra salud. Estas directrices de la OMS están recogidas
en el documento Estrategia de la OMS sobre Medicina Tradicional 2014-2023,
donde se habla de disciplinas en las que la mayoría de los médicos no ha oído
hablar porque en las facultades de medicina españolas se ignoran despreciando
las propias recomendaciones de la OMS. De hecho como nos informa Discovery DSalud
muchos médicos desconocen esta clara aseveración del documento de la OMS “la medicina tradicional y complementaria es
una parte importante de la atención de salud que con frecuencia se subestima
pero se practica ya en casi todos los países del mundo y la demanda va en aumento”.
Otros médicos que si practican en consultas particulares la medicina natural,
son despreciados por los mismos colegas y el propio entramado sanitario.
Una vez más, el ciudadano tiene la
palabra. Si calla y sus palabras son ahogadas por su desinformación, está
entregando su bienestar a manos de un sistema que solo busca secuestrar nuestra
salud y ser de por vida clientes del gran negocio de nuestra sociedad “la
enfermedad”.
PEDRO POZAS
TERRADOS (NEMO)
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