Prácticamente
todos conocemos y a veces habremos probado, sustancias naturales como pueden
ser hiervas, infusiones e incluso pastillas que fortalecen nuestro cuerpo y que
no entran dentro de la seguridad social. Es la llamada medicina natural o
alternativa a la convencional de fármacos elaborados por las industrias
farmacéuticas y que muy estrechamente están ligados con los médicos y
Ministerios de Sanidad en la mayoría de los países. Yo soy partidario de la
medicina natural, de la comida ecológica que tanto nos recomiendan los médicos
tomar, libre de fitosanitarios o de producciones intensivas que empobrecen los
suelos y cuyos frutos absorben pocos minerales necesarios para nuestro cuerpo.
Comer productos ecológicos sería lo ideal para el mantenimiento de nuestra
salud. Pero aquí nos enfrentamos con la dura realidad. Hay ricos que pueden
permitirse esta clase de comida que favorece a su salud, pero otros los pobres,
los que no tienen trabajo o poseen rentas bajas que solo les alcanza para pagar
lo necesario para subsistir, son pobres también
en la salud. No tienen opción de comprar los productos naturales debido a una
especulación bárbara y sin control y donde los precios se disparan de forma
exorbitante solo al alcance de los ricos. ¿Debe ser así? ¿No deberíamos ser
iguales todos a la hora de tomar productos libres de conservantes y herbicidas?
¿Porqué unos si y otros no? ¿Por qué los productos ecológicos que se venden en
lugares especializados como herbolarios o tiendas expresamente de alimentación
ecológica tienen unos precios cinco veces superiores a los que normalmente se
encuentran en los supermercados, cuando se supone que no existen intermediarios
y las frutas por ejemplo son recogidas directamente por aquellos que después la
venden sin gastarse ni un euro en herbicidas? ¿Porqué las pastillas naturales
para reforzar nuestro organismo como Vitamina C cuestan 30 euros o más para
solo quince días? ¿Quién compra estos productos para beneficiarse de su salud
que pueda disponer tan altos precios? ¿Por qué unos si pueden comprar la salud
y comer productos ecológicos, mientras la mayor parte de la población pueden
comer lo mismo pero contaminado? ¿Por qué la casa Real dispone de huertos propios
ECOLÓGICOS sin empleo de herbicidas para los Reyes y el pueblo no? ¿A caso no
somos todos iguales en la protección de nuestra salud? ¿Por qué la casa real no
compra en los mercados normales los productos para sus cocinas? ¿Acaso están
contaminados? Son preguntas y reflexiones que deberíamos hacernos de una forma
contundente. Todas las Casas Reales y jefes de estado de muchos lugares, comen
productos ecológicos, no tratados con fitosanitarios ni pasados por los
diferentes procesos químicos para su conservación. ¿Por qué ellos sí y nosotros
no? Y si es porque es bueno para la salud..¿Porqué permite que los ciudadanos
comamos productos que no son buenos para la salud con numerosos conservantes,
productos químicos, etc.?
El artículo 43 de la Constitución dice
claramente: “Se
reconoce el derecho a la protección de la salud. Compete a los poderes públicos
organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las
prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes
de todos al respecto. Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria,
la educación física y el deporte. Asimismo facilitarán la adecuada utilización
del ocio”. Si la protección de nuestra
salud es que tengamos una buena alimentación como nos dicen todos los
médicos..¿por qué no se establecen mecanismos nacionales para que toda la
alimentación de todos los ciudadanos sea ecológica y no dañina a nuestra salud
como los hacen los ricos , Jefes de Estado y Casas reales? ¿En esto también se
marca la diferencia con la plebe?
Y más. Si queremos optar por un tratamiento natural que
no sea el convencional donde nos atiborran de pastillas para curar un síntoma
sin importarles que se produzca otra lesión en otro sitio, solo lo pueden hacer
de nuevo los ricos. Los precios son muy altos y sólo asequibles a los mismos,
los ricos. Un mundo que vemos totalmente en desigualdad a pesar de las
constituciones que solo la nombra o hacen referencia de ella cuando les
interesa de forma partidista por nuestros políticos.
La medicina alternativa es lo mejor para nuestra salud,
pero de nuevo para los ricos. Existen tratamientos que pueden costar hasta 1.000 euros a base de pastillas de hierbas
o tratamientos por ejemplo como el Oscilador de Ondas Múltiples de Georges
Lakhovsky, sin contar que solo una visita puede costar de 50 a 100 euros, a
parte del tratamiento. Precios que solo los ricos pueden pagar y disfrutar, ya
que son cantidades muy altas en la que una persona normal no puede enfrentarse.
Por lo tanto, el camino de la medicina natural está cerrado.
Se hace imprescindible y
necesario que de forma urgente se regulen los precios a un nivel más asequible.
La especulación acampa a sus anchas. Es cierto que pueden decir que para eso
tenemos la seguridad social o nuestros seguros médicos, pero también es cierto
que en un país democrático el ciudadano debe tener la opción de comer
saludablemente y tratarse de forma natural. Posiblemente se ahorraría el estado
miles de millones de euros al tener una población más saludable si todos
pudiéramos acceder a la misma materia prima con la que se abastece las Casas
Reales o la mayoría de los Jefes de Estado y demás personas ricas.
Sin duda alguna, el
ciudadano debería tener la opción de elegir dentro de sus seguros, entre la
medicina tradicional y convencional o la natural. Pero claro, regulando los
productos, tratamientos y consultas a precios asequibles. En la actualidad la
mayoría de los que se dedican a la medicina alternativa, suelen haber entrado
en la denominación de los ricos. La salud de los ciudadanos está mal dirigida y
necesita una tremenda revolución y limpieza en los despachos del Ministerio,
para que de verdad este dirigida a la salud limpia y libre de los ciudadanos y
no al beneficio a veces de empresas ligadas a la salud.
Es un robo el que unas
pastillas que son como complemento alimenticio y que viene bien para las
personas que tienen cáncer como es
NovaXel, de 90 comprimidos vegetales, cueste 200 euros. No se está regulando
este tipo de medicinas que son buenas, pero que sin embargo existe una grave
especulación alcanzable sólo para los ricos. Nuevos ricos y es la otra cara de
la medicina natural. Otro ejemplo es que se vendan piezas de frutas ecológicas
a 1 euro cada una, como yo he visto en ferias de productos ecológicos, cuando
no existe intermediario, ni se emplea productos fitosanitarios…casi sin costo
para el productor y se aprovechan de las marca ecológica. Por otro lado
igualmente el sello de productos ecológicos deben de ser entregados tras un
estudio minucioso del producto y no por unas empresas que pueden beneficiar a
otras empresas amigas, sino por un comité científico independiente desvinculado
del mercado ecológico para que exista una total trasparencia.
Pocas personas de corazón
trabajan para que la sociedad pueda progresar sin pensar en sacar el máximo
rendimiento para su bolsillo, olvidando el sufrimiento de los demás. Ya no
existen esos científicos de los siglos 18 o principios del 19, que buscaban el
progreso de la humanidad con patentes que entregaban para el bien del pueblo
como lo hacían Nicolás Tesla o Rene Quintón. El mundo ha cambiado por desgracia
para peor y el científico se ha convertido en un investigador pagado a sueldo y
explotado a veces por las multinacionales del poder. De ahí que si hoy se
descubriera un remedio para la inmortalidad o para no sufrir enfermedades de
por vida, solo estaría al alcance de las grandes fortunas, de los ricos. El
pueblo, la plebe y los pobres son las alfombras de las botas de los que tienen
más, de los que se pueden gastar 2000 o 3000 euros en tratamientos
alternativos. Sinceramente, una verdadera vergüenza y una falta de dignidad
para los seres humanos.
Sin embargo las lecciones
las tenemos que recibir siempre desde fuera de la unión Europea, a pesar de
jactarnos de ser los más civilizados e inteligentes del planeta. En Nicaragua,
el segundo país más pobre de latino América, se ha promulgado por primera vez en el mundo, una ley de
medicina natural. Terapias complementarias y productos naturales y dentro de
sus objetivos esta integrar la medicina natural, terapias complementarias y
productos naturales en el Sistema Nacional de Salud; fomentar la seguridad, la
eficacia y la calidad de la práctica de la medina natural, como alternativa
viable y efectiva en beneficio de la salud de la población; facilitar, promover
e incrementar el acceso de la población a la medicina natural, terapias
complementarias y el uso de productos naturales en todo el país; promover su uso racional y sostenible; propiciar la formulación de políticas de
fomento e investigación; regular el aprovechamiento, preparación, distribución
y comercio; fomentar y promover la formación de técnicos, profesionales y
especialistas; fomentar el desarrollo científico de las diferentes áreas y
difundir sus bondades y beneficios. Mucha importancia y significación positiva, se
da a la definición de Medicina Natural en Nicaragua, que para efecto de la Ley,
es una de las formas más antiguas de curación de la humanidad, cuya teoría,
práctica y aptitudes son basadas en elementos esenciales de la naturaleza y del
universo, sus leyes y principios como recurso terapéutico y que son aplicadas a
través de las diferentes técnicas y procedimientos que se ejercen en las
terapias complementarias.
Esta legislación es un ejemplo de
reconocimiento a la dignidad humana, una lección a los gobiernos poderosos y
ricos que se creen con la sabiduría suficiente para despreciar la riqueza que
nuestra madre Tierra, el saber de los pueblos milenarios y las propiedades
curativas de un mundo natural que está disponible de forma gratuita al ser
humano y resto de las especies. En muchas ocasiones y en muchas disciplinas,
los pobres dan lecciones de humildad y conocimiento de la vida, frente a la
ignorancia, corrupción y enriquecimiento veloz de los que más tienen.
Desde este diario de un indignado, deseo que
todas las personas podamos optar por la medicina natural, por sus propiedades
curativas y las muchas terapias positivas existentes y que sea de una manera racional
para todos los ciudadanos, sin especulaciones ni precios desorbitados, que
ricos y pobres y no solo ricos, puedan disfrutar de una salud impecable y de
una vida digna. Lo que es bueno para la salud de los monarcas, es y debe ser
bueno para salud de su pueblo. No pueden existir diferencias entre ricos y
pobres con la salud y con la Constitución.
PEDRO
POZAS TERRADOS (NEMO)
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