El Apoyo de las corporaciones en algunos
municipios de España y Europa sobre la revolución natural verde, está siendo un
hecho aunque aún queda mucho por concienciar y valorar en los pasos hacia una
vida sana y sin tóxicos. La alimentación presionada por las multinacionales, la
agricultura y ganadería intensiva, es la principal causa de muerte y
enfermedades en todo el mundo. Se permite el uso de insecticidas masivamente
para las producciones rápidas, agotando suelos que después los fuerzan a ser
productivos mediante productos químicos. Se abusan de antibióticos a los
animales, de engordes con sustancias muchas veces no permitida….todo un sistema
letal para el organismo humano y que sin embargo es permitido por el propio Ministerio
de Sanidad. Después comienzan las estadísticas de enfermedades, de cambiar la
alimentación, de no tomar determinados alimentos….y si son perjudiciales
¿porqué lo permiten? Estamos en una rueda encadenados con cadenas bien gruesas donde
juegan con nuestra salud, para que después el comercio de la salud reciba
clientes y así engordar esta rueda macabra de las que todos los ciudadanos
somos las víctimas. Pero unos más que otros, porque los políticos que elegimos
en las urnas son los responsables de todo este sistema negativo hacia nuestra
salud propia y en la del medio ambiente.
Por
todo ello, los ciudadanos tenemos la responsabilidad de que esto continúe o sin
embargo cambiemos de ruta hacia una esperanza verde no solo en nuestro entorno
sino en nuestros corazones. Y para ello que mejor que pedir, exigir a nuestros
representantes públicos que en todos los terrenos que tiene el municipio de
Tres Cantos propiedad de los ciudadanos y en los que no están vendidos o en
espera de ser urbanizados hasta que se haga, o simplemente pequeños lugares y
espacios muertos; se autorice a ser utilizados por ciudadanos responsables como
huertos urbanos. Seguramente habría muchos jubilados, personas adultas y
jóvenes de mente abierta en el progreso, que no durarían en unirse a esta
revolución hortelana urbana. Pero claro, para ello los políticos deben tener
los brazos abiertos para estos proyectos novedosos. Después habría que
planificar como, en que lugares, de qué forma…
Estamos
en un periodo de tiempo negativo para las ciudades y los campos. Un tiempo en
que solo importa crecer devastando, edificar sin planificación, vivir aislados
en un hormiguero humano donde cada uno marca su sendero aunque el que este al
lado sea arrollado sin importarnos su destino, nos tapamos los oídos y los ojos
para seguir el camino que nos marcan y como borregos sin brújula damos pasos
sin rumbo, nos hacen ser robots de carne y hueso, nos ahuecan la mente para no
pensar y ser zombis hacia un destino incierto. Lo queramos o no, es una
realidad cada vez más palpable.
Despertemos
del letargo abusivo y seamos capaces de tener una ciudad verde (no solo
por los jardines y árboles), sino por
huertos ecológicos para demostrar que somos capaces de tener nuestra propia
revolución hortelana urbana. Sembremos huertos en nuestra ciudad, que cada
rincón abandonado o en desuso, florezca los brotes verdes que al ser cuidados
se transforman en energía para nuestras células, en una energía sana, libre de
tóxicos, libre de productos químicos que están asesinado a nuestra propia
especie para beneficio de unos pocos.
Pidamos
a nuestro Alcalde que se moje, que se coloque en la solapa un brote verde, que
plante verduras y tomates, que deje a sus ciudadanos sembrar cada hueco
inservible de nuestra ciudad. ¿No hay mayor satisfacción que al acabar un
mandato pueda pasear por su ciudad como uno más pero con el orgullo de haber
contribuido en la salud de sus ciudadanos? Pongamos un corazón hortelano
ecológico en el corazón de nuestro Ayuntamiento y que la revolución hortelana
urbana se extienda por las venas de nuestra querida ciudad.
PEDRO
POZAS TERRADOS.
Fotografías:
Pedro Pozas Terrados.
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