Sin que nadie quiera darse
cuenta, estamos atravesando una gran crisis que desembocara sin remedio en una
hecatombe evitable sin precedentes en la historia de la humanidad. Nuestra
tierra poco a poco va demostrando su rechazo al ser humano y está desplegando
todos los mecanismos de defensa que tiene a su alcance para eliminar la poca
resistencia que podamos hacer. Como hemos comprobado en muchas ocasiones y cada
vez con más frecuencia, el poder destructivo de las inclemencias del tiempo en
todas sus variantes, hacen que la mayor de nuestra tecnología se convierta en
un juguete de papel. Lo queramos o no, por muy inteligentes que creamos ser, no
hay forma de luchar contra la tierra y ella, ya está cansada de recibir solo
promesas de conservación, mientras los políticos del mundo, responsables
directos de la degradación ambiental, se dedican con su ineptitud a conservar
sus puestos con promesas electorales que no cumplen intentando engañar a la
población que parece estar ciega con idealismos partidistas que solo nos lleva
a la ignorancia y al servilismo de colores.
La
próxima cumbre del clima que se celebrará en París el año que viene, ya solo se
piensa en un nuevo reparto de las emisiones que cada país puede disponer, que
traducido al castellano, significa negocio, compra y venta de las mismas,
dejando a países que se consuman en la pobreza y los más ricos que pueden
pagar, sigan a sus anchas emitiendo gases nocivos para la salud de las personas
y del clima. Sin embargo, ante esta forma inútil de parar el cambio climático,
se sigue permitiendo y alentando la tala de las selvas tropicales, el
biocombustible que dimana
principalmente de la palma de aceite y que sin lugar a dudas es un crimen de
lesa humanidad, porque detrás de ello existe la destrucción de las selvas
tropicales, el asesinato de líderes campesinos e indígenas y su expulsión de
sus tierras ancestrales para convertirlas en desiertos verdes carentes de vida.
Existen grandes multinacionales que esquilman los caladeros de pesca de países
en desarrollo, dejando que la pesca artesanal se destruya. Países que permiten
el uso del coltán (mineral indispensable para los móviles, ordenadores y armas
teledirigidas) procedente de zonas de guerra y explotación, donde los niños son
esclavizados para obtener el preciado tesoro y muchos de ellos mueren
enterrados en desprendimientos sin que sus vidas valgan menos que una miga de
pan. Multinacionales que acaparan los sectores de energía emitiendo CO2 a la
atmósfera, existiendo energías libres, de bajo costo o nulo como puede ser
motores impulsados por agua o energía obtenida del ambiente. Se impide o se
pone trabas a las energías alternativas como la solar. El ártico se derrite y
el metano escondido durante siglos bajo sus capas de hielo siendo más
destructivo que el CO2 (23 veces más potentes), se está escapando a la
atmósfera ante la mirada oculta de todas las naciones. Y no se pone freno a
ello. Esto es solo un ejemplo para mostrar la hipocresía de unos políticos que
se reúnen cada “x” periodos para hablar de lo malo que somos, mientras ellos permiten
todo lo expuesto en este canto de lamento a nuestra lastimada tierra.
La
situación es más seria de lo que los políticos y la humanidad en su conjunto
piensan. Es grave que dejemos este gran problema para que lo solucionen las
generaciones futuras o los hijos de nuestros hijos que en definitiva serán los
que más sufran y tengan que tomar decisiones drásticas ante un mundo que ni los
guiones de las grandes películas catastróficas pueden superar. La ONU ya está
viendo el pico del iceberg de este drama
y advierte que Europa sufrirá en breve sequías e incendios importantes,
avanzando por el sur la desertización y originándose conflictos incluso bélicos
para el control del agua potable, mientras la hambruna se extenderá por todos
los rincones de nuestro planeta. El mismo informe de la ONU advierte que los
políticos no están haciendo nada por evitarlo. Esta geofobia (odio a la
naturaleza y a la tierra) generalizada, es la insignia de la mayoría de
nuestros líderes en el mundo. Ahora, con las elecciones cercanas a la Unión
Europea ¿alguien ha escuchado entre los grandes partidos que se reparten el
pastel su preocupación urgente por la problemática del cambio climático?. A
todo esto, solo algunos alocados ecologistas intentan poner sobre aviso a la
sociedad que cada vez más, está sumida en la pasividad y en vivir lo mejor
posible sin tener preocupaciones globales. De ello se valen los políticos que
se enfrentan mutuamente con conflictos innecesarios como el independentismo,
para ocultar la corrupción existente entre ellos, el recorte brutal de los
derechos de los ciudadanos y el cambio climático que devastará nuestras vidas.
Pero
la Tierra es sabia y se defiende. Ya existen impactos del cambio climático en
todo el mundo, según reconoce la ONU y nos tenemos que preparar.
Se
prevé un aumento del desplazamiento de poblaciones durante este siglo, especialmente en países en vías
de desarrollo. Ya lo estamos viendo en las fronteras de Melilla, Ceuta y de
otros países. Los efectos del cambio climático afectaran a los mas pobres
(reducción de las cosechas, destrucción de sus viviendas y aumento en el precio
de los alimentos y la inseguridad alimentaría). Subirá el nivel del mar
afectando a las costas provocando inundaciones y erosión del litoral. La
seguridad alimentaría quedara gravemente afectada. La carga de enfermedades se
verá incrementada debido a la penuria y falta de elementos básicos para la
alimentación, ademas de los cambios bruscos de temperatura y consecuencias en
el clima. Si no ponemos remedio de forma urgente a la problemática que ya
sabemos de donde procede y cuales son sus soluciones, pero que no se pone en
práctica porque no existe voluntad política, la Tierra defenderá su hábitat a
costa de la pérdida de especies invasivas como la nuestra.
Esto
no es el preámbulo de una película catastrofista donde disfrutamos con
personajes ficticios y espectaculares efectos especiales mientras estamos
sentados cómodamente en un sillón
sabiendo que a este lado estamos cómodos frente a una pantalla que se agita de
dolor y espanto. Esa pantalla se convertirá en nuestra propia realidad si no
despertamos del letargo que nos tienen asumidos los poderes del estado. Debemos
exigir políticas que protejan la biodiversidad de nuestro planeta, que estén
enfocadas a paliar de modo inmediato el cambio climático en todos sus frentes,
no solo en el de las emisiones que huele a negocio podrido e intereses. Por una
vez en la historia de nuestro caminar evolutivo, debemos mirar más allá de
nuestras propias fronteras de nuestro mundo individual y pensar en las penurias
y el dolor que pasaran nuestros hijos, nietos y generaciones futuras por la
irresponsabilidad de un mundo que quiso cerrar los ojos ante una evidencia
clara, serán horribles y que les dejaremos un legado que ellos no se merecen y
se preguntaran porque permitimos que esto ocurriera, porque dejamos a nuestros
políticos actuar sin conciencia, porque cerramos los ojos y no quisimos comprender lo que otros
nos avisaban con insistencia.
La
deshumanización de los humanos aumenta de forma acelerada. Los conflictos
armados, el poder económico arrasando a la sociedad, los políticos marionetas
de un sistema capitalista que nos está llevando al borde nuestra propia
extinción, la hambruna.....somos cómplices de millones de asesinatos víctimas
del sistema ya que se podría evitar si se pusiera empeño...pero prima el poder
del más fuerte, el dinero bañado con la sangre de millones de personas. Darwin
no descubrió la evolución de las especies, ya estaba escrita. Darwin nos dejó
la herencia de su maldita selección natural (el grandes se come al débil) que
ha sido trasladado a la economía, la política y la ambición. Sus fieles
discípulos como Hitler pusieron en práctica esa selección exterminando a judíos
y queriendo crear una raza aria por encima de la humanidad. Darwin ha sido
utilizado para ir contra el pueblo, contra la sociedad y los más pobres, como
disculpa de una ley natural inventada y obsoleta que nada tiene que ver con la
realidad. En la naturaleza hay cientos de señales en la que las especies tienen
empatía por los más débiles y los protegen. La célula originaria que creó la
vida en el mar es tan perfecta, que hoy se conserva intacta.
Durante
décadas la sociedad en general se ha reído de los ecologistas, de sus
exageraciones, de sus mentiras...los han llamado melenudos que querían que
volviéramos a las cavernas en una clara desinformación de lo que en realidad el
movimiento ecologista representa. Ahora, tras mucho trabajo, los propios
estados reconocen que el cambio climático es producido por el abuso del hombre
y el poco respeto a la vida en nuestro planeta. ¿Ahora quienes son los
melenudos inconscientes y babosos que
no quieren poner fin a esta tragedia humana? Si no damos marcha atrás de una
forma rápida y revolucionaria, la Tierra se revelará como lo está haciendo ya y
no tendrá compasión con nada ni con nadie. ¿Cómo hemos llegado a esta situación
siendo el homo sapiens el ser vivo más
inteligente de la tierra?. Dejo la respuesta en el aire para que el lector
saque sus propias conclusiones.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
No hay comentarios:
Publicar un comentario