La
reacción de Europa ante una crisis humanitaria en la que se van a expulsar en masa a miles de refugiados que huyen de
una guerra consentida por la propia comunidad internacional, es el preludio de
las inhumanidad que se nos avecina y de los crímenes contra la humanidad que se
están cometiendo en nombre del progreso. Tenemos una dictadura europea que
realiza acciones sin consultar con los pueblos europeos. Una Unión Europea que
con sus líderes, han apostado contra la vida. La expulsión colectiva de
refugiados no va a ser la solución del problema. Centenares de personas mueren
en los propios campos de concentración europeos y en las profundidades del mar
sin que exista un socorro activo. Una vergüenza para todos los que creemos en
la democracia y la hermandad de los pueblos. Los líderes políticos europeos,
como de otros estados, no les importa lo que ocurra en sus mismas narices
mientras que su estatus no se vea amenazado. Solo piensan en su bienestar y su cargo. Más de diez mil niños huérfanos o separados
de sus padres han desaparecido en territorio de la Unión Europea sin que se les
protegiera de las mafias o redes de esclavitud humana. ¿Dónde están los
eurodiputados de izquierdas que permiten estos crímenes? ¿Cómo tras las
calamidades que pasan familias enteras con niños por llegar a los campos de
“concentración” europeos, se les va a devolver de nuevo al infierno? ¿Es que
los líderes políticos de todos los países de la Unión Europea son robots sin
corazón y sin agallas para buscar soluciones reales y no cerrar los ojos ante
tan tamaña barbarie de insensibilidad? ¿Es que no son capaces de tener empatía
y ponerse en su lugar? ¿Ver a sus hijos empapados, enfermos, durmiendo en el
barro muertos de frio? ¿No se les pone la carne de gallina? ¿No dimiten todos
los eurodiputados para no ser cómplices de las decisiones y acuerdos realizados
por los Jefes de Estado? A mi si y como
ciudadano europeo, me avergüenza tan tamaña irresponsabilidad de unos políticos
que se embolsan sueldos millonarios sin que busquen soluciones que no sean la
fuerza, los campos de concentración o la muerte.
Esto no ha hecho nada más que
empezar. El cambio climático amenaza con desbordar todas las estructuras
elaboradas por la sociedad. Tailandia afronta su peor sequía en décadas y las
hambrunas comienzan a tener efecto en muchas regiones del mundo. Etiopía, el
segundo país más poblado de África está sufriendo la peor de las sequías desde
las últimas décadas. Pero sin embargo, los mismos de siempre, permiten que
multinacionales en todo el mundo continúen con su labor opresora contra los
pueblos más débiles y contra la propia naturaleza que comienza a revelarse de
forma contundente. Nuevas mareas de refugiados medioambientales se están produciendo
en todo el mundo.
Recientemente ha sido asesinada
Berta Cáceres, una líder indígena de Honduras. Era
una de las máximas referentes en la lucha por la defensa de los territorios, en
un país donde el autoritarismo y la violencia han ido de la mano con el
otorgamiento de las concesiones mineras y la instalación de represas. En el año
2013, Cáceres fue encarcelada por haberse enfrentado al proyecto de la represa
hidroeléctrica Agua Zarca, que implicaba el desplazamiento forzoso de las
comunidades lencas habitantes en las zonas aledañas del Río Gualcarque. En su
prisión, Cáceres se declaró “perseguida política” y “prisionera de conciencia”,
logrando su libertad gracias a la presión social y a la movilización masiva que
se expresó a pesar de la represión policial. Más de 800 líderes indígenas y de
campesinos han sido asesinados en una década principalmente a manos de
paramilitares que actúan en beneficio de las multinacionales. Decenas de miles
de indígenas expulsados de sus tierras. En la Amazonía peruana, sus habitantes
se enfrentan a la fuga de miles de barriles de petróleo dejando las zonas
contaminadas y sembradas de enfermedades y muertes, contaminando los ríos. Los
peces saben a petróleo y se obligan a las poblaciones a abandonar sus tierras.
A todo esto,
nuevamente la Comunidad Internacional cierra los ojos e insensibles, actúan
favoreciendo a los mismos países responsables de tan tamaña barbaridades.
Europa,
Estados Unidos y las grandes potencias del mundo son culpables de que las
sociedades no avancen hacia un bienestar común. Solo les interesa reprimir a
los pueblos y obtener el mayor beneficio ante crisis inventadas para engordar
sus arcas llenas de sangre y dolor.
Vergüenza
de una Unión Europea donde no hacen absolutamente nada para evitar las muertes
de los refugiados en el mar y tienen que ser voluntarios como los miembros de
Proactiva que se juegan la vida diariamente, que reciben solo ayuda de los
ciudadanos y que han salvado la vida a centenares de personas.
Sin duda nos hallamos ante una deshumanización humana, ante
una insensibilidad carente de empatía donde todo vale con tal de no quebrarse
la cabeza para buscar soluciones que se solventarían poniendo fin a los
contiendas que origina las columnas de refugiados. Somos muy rápidos bombardeando
países, creando destrucción o vendiendo armas para que los conflictos
continúen; pero no somos capaces de poner solución a unos seres humanos que
piden nuestra ayuda y comprensión. Vergüenza de ser europeo.
Numerosas organizaciones ven en el preacuerdo realizado
entre la Unión Europea y Turquía, como un despropósito inhumano, una Europa
miope y cínica. Y no es para menos. ¿Qué hace el parlamento europeo? ¿Para qué
sirven los que representan nuestros intereses, si no se ponen de acuerdo a
favor de políticas de bienestar social o no se rebelan contra las decisiones de
los Jefes de Estado que firman acuerdos contra seres inocentes que están
sufriendo de hambre y frio?. Nos encaminamos sin lugar a dudas a una crisis
mundial donde las instituciones comunitarias se van a tambalear al son de las
muertes inocentes. Cerramos las fronteras a seres humanos que piden nuestra
ayuda y que huyen del horror de la guerra o la sequía empleando la fuerza y
tratándolos como si fueran rebaños de animales esperando ir al matadero. Pero
nuestros representantes insensibles y faltos de corazón y humanidad, aceptan
las decisiones de organismos
internacionales manipulados por el poder que los manejan y se olvidan de ser
seres humanos para convertirse en verdaderos autómatas sin sentimiento alguno.
Mientras, por todo el mundo, algunas multinacionales de
gran poder económico siguen sembrando el pánico entre los pueblos indígenas y
campesinos que solo buscan el respeto a la Tierra, su cultura y su dignidad.
Tarde o temprano, los países que estamos fuera de este horror infernal,
recogeremos sus consecuencias y la onda expansiva llegará hasta nuestras casas,
invadiendo nuestro seguro mundo y convirtiendo nuestro confort en la realidad
que hemos querido negar.
Existen soluciones viables. Existe la técnica para que
todos los pueblos del mundo puedan vivir con un bienestar máximo y digno. Pero
el poder económico frena cualquier iniciativa para un mundo mejor. No nos hace
falta el petróleo que es uno de los grandes cánceres de nuestro tiempo pero que
a su vez es riqueza para unos pocos que no quieren perder el gran negocio del
oro negro. Existen motores que funcionan con agua, eléctricos, magnéticos sin
gasto de energía. Y así innumerables de mejoras e inventos que son rechazados
en detrimento de los seres humanos y en beneficio de las grandes
multinacionales. Muchos de los políticos máximos representantes del pueblo,
aprovechan su poder para beneficiar a las multinacionales y la corrupción se
extiende a casi todos los países del mundo. Si nada de esto existiera, si
hubiera gran voluntad por parte de las instituciones nacionales e
internacionales, las sociedades humanas podrían vivir en paz y en progreso
hacia un mundo más limpio y mejor. Pero vemos que a pesar de que el Cambio
Climático es producido por el hombre, no se hace nada para impedirlo, solo
reuniones y foros que no llegan a ningún lado, mientras que se exterminan a pueblos
y se asesinan a elementos que levantan su voz en defensa de lo vivo.
La Unión Europea no tiene vergüenza alguna de unirse para
expulsar a los humanos que están sufriendo
y muriendo. Si eso lo hace sin remordimiento de conciencia y sin importarles el
sufrimiento…¿Qué podemos esperar de ellos, de sus representantes que ni si
quiera son elegidos por el pueblo europeo? ¿Cómo les dejamos en sus manos el
bienestar de las sociedades? ¿Cómo permitimos los europeos que la Unión Europea
como institución apueste contra la vida? Es una pena que solo por un día, los
líderes políticos con su familia y sus hijos no pudieran pasar la vergüenza de no tener nada que comer,
de estar tirados en el barro, de ver como sus hijos se mueren y pierden la
alegría por algo que no comprenden, como les han destruido su vida y sus casas,
como son perseguidos y encima cuando llegan a una sociedad que se supone más
preparada con esa esperanza de vivir, son detenidos acusados de no tener
papeles, encerrados en campos de concentración y después expulsados al horror
de donde procedían. Esto no tiene palabras, esto sólo tiene una expresión: es
un crimen de lesa humanidad contra la vida, contra el hombre y contra la
Tierra. Si no tenemos empatía, si no estamos indignados ante esta situación
trágica que atraviesa la humanidad…algo muy grave esta infectando a los seres
humanos que los deja insensibles y que pierden el verdadero sentido de sus
vidas.
PEDRO POZAS
TERRADOS (NEMO)
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