martes, marzo 15, 2016

EUROPA CONTRA LA VIDA


La reacción de Europa ante una crisis humanitaria en la que se van a expulsar  en masa a miles de refugiados que huyen de una guerra consentida por la propia comunidad internacional, es el preludio de las inhumanidad que se nos avecina y de los crímenes contra la humanidad que se están cometiendo en nombre del progreso. Tenemos una dictadura europea que realiza acciones sin consultar con los pueblos europeos. Una Unión Europea que con sus líderes, han apostado contra la vida. La expulsión colectiva de refugiados no va a ser la solución del problema. Centenares de personas mueren en los propios campos de concentración europeos y en las profundidades del mar sin que exista un socorro activo. Una vergüenza para todos los que creemos en la democracia y la hermandad de los pueblos. Los líderes políticos europeos, como de otros estados, no les importa lo que ocurra en sus mismas narices mientras que su estatus no se vea amenazado. Solo piensan en su bienestar y su cargo.  Más de diez mil niños huérfanos o separados de sus padres han desaparecido en territorio de la Unión Europea sin que se les protegiera de las mafias o redes de esclavitud humana. ¿Dónde están los eurodiputados de izquierdas que permiten estos crímenes? ¿Cómo tras las calamidades que pasan familias enteras con niños por llegar a los campos de “concentración” europeos, se les va a devolver de nuevo al infierno? ¿Es que los líderes políticos de todos los países de la Unión Europea son robots sin corazón y sin agallas para buscar soluciones reales y no cerrar los ojos ante tan tamaña barbarie de insensibilidad? ¿Es que no son capaces de tener empatía y ponerse en su lugar? ¿Ver a sus hijos empapados, enfermos, durmiendo en el barro muertos de frio? ¿No se les pone la carne de gallina? ¿No dimiten todos los eurodiputados para no ser cómplices de las decisiones y acuerdos realizados por los Jefes de Estado?  A mi si y como ciudadano europeo, me avergüenza tan tamaña irresponsabilidad de unos políticos que se embolsan sueldos millonarios sin que busquen soluciones que no sean la fuerza, los campos de concentración o la muerte.

          
  Esto no ha hecho nada más que empezar. El cambio climático amenaza con desbordar todas las estructuras elaboradas por la sociedad. Tailandia afronta su peor sequía en décadas y las hambrunas comienzan a tener efecto en muchas regiones del mundo. Etiopía, el segundo país más poblado de África está sufriendo la peor de las sequías desde las últimas décadas. Pero sin embargo, los mismos de siempre, permiten que multinacionales en todo el mundo continúen con su labor opresora contra los pueblos más débiles y contra la propia naturaleza que comienza a revelarse de forma contundente. Nuevas mareas de refugiados medioambientales se están produciendo en todo el mundo.

            Recientemente ha sido asesinada Berta Cáceres, una líder indígena de Honduras. Era una de las máximas referentes en la lucha por la defensa de los territorios, en un país donde el autoritarismo y la violencia han ido de la mano con el otorgamiento de las concesiones mineras y la instalación de represas. En el año 2013, Cáceres fue encarcelada por haberse enfrentado al proyecto de la represa hidroeléctrica Agua Zarca, que implicaba el desplazamiento forzoso de las comunidades lencas habitantes en las zonas aledañas del Río Gualcarque. En su prisión, Cáceres se declaró “perseguida política” y “prisionera de conciencia”, logrando su libertad gracias a la presión social y a la movilización masiva que se expresó a pesar de la represión policial. Más de 800 líderes indígenas y de campesinos han sido asesinados en una década principalmente a manos de paramilitares que actúan en beneficio de las multinacionales. Decenas de miles de indígenas expulsados de sus tierras. En la Amazonía peruana, sus habitantes se enfrentan a la fuga de miles de barriles de petróleo dejando las zonas contaminadas y sembradas de enfermedades y muertes, contaminando los ríos. Los peces saben a petróleo y se obligan a las poblaciones a abandonar sus tierras.

         
   A todo esto, nuevamente la Comunidad Internacional cierra los ojos e insensibles, actúan favoreciendo a los mismos países responsables de tan tamaña barbaridades.

            Europa, Estados Unidos y las grandes potencias del mundo son culpables de que las sociedades no avancen hacia un bienestar común. Solo les interesa reprimir a los pueblos y obtener el mayor beneficio ante crisis inventadas para engordar sus arcas llenas de sangre y dolor.

           Vergüenza de una Unión Europea donde no hacen absolutamente nada para evitar las muertes de los refugiados en el mar y tienen que ser voluntarios como los miembros de Proactiva que se juegan la vida diariamente, que reciben solo ayuda de los ciudadanos y que han salvado la vida a centenares de personas.

Sin duda nos hallamos ante una deshumanización humana, ante una insensibilidad carente de empatía donde todo vale con tal de no quebrarse la cabeza para buscar soluciones que se solventarían poniendo fin a los contiendas que origina las columnas de refugiados. Somos muy rápidos bombardeando países, creando destrucción o vendiendo armas para que los conflictos continúen; pero no somos capaces de poner solución a unos seres humanos que piden nuestra ayuda y comprensión. Vergüenza de ser europeo.

Numerosas organizaciones ven en el preacuerdo realizado entre la Unión Europea y Turquía, como un despropósito inhumano, una Europa miope y cínica. Y no es para menos. ¿Qué hace el parlamento europeo? ¿Para qué sirven los que representan nuestros intereses, si no se ponen de acuerdo a favor de políticas de bienestar social o no se rebelan contra las decisiones de los Jefes de Estado que firman acuerdos contra seres inocentes que están sufriendo de hambre y frio?. Nos encaminamos sin lugar a dudas a una crisis mundial donde las instituciones comunitarias se van a tambalear al son de las muertes inocentes. Cerramos las fronteras a seres humanos que piden nuestra ayuda y que huyen del horror de la guerra o la sequía empleando la fuerza y tratándolos como si fueran rebaños de animales esperando ir al matadero. Pero nuestros representantes insensibles y faltos de corazón y humanidad, aceptan las decisiones  de organismos internacionales manipulados por el poder que los manejan y se olvidan de ser seres humanos para convertirse en verdaderos autómatas sin sentimiento alguno.

Mientras, por todo el mundo, algunas multinacionales de gran poder económico siguen sembrando el pánico entre los pueblos indígenas y campesinos que solo buscan el respeto a la Tierra, su cultura y su dignidad. Tarde o temprano, los países que estamos fuera de este horror infernal, recogeremos sus consecuencias y la onda expansiva llegará hasta nuestras casas, invadiendo nuestro seguro mundo y convirtiendo nuestro confort en la realidad que hemos querido negar.

Existen soluciones viables. Existe la técnica para que todos los pueblos del mundo puedan vivir con un bienestar máximo y digno. Pero el poder económico frena cualquier iniciativa para un mundo mejor. No nos hace falta el petróleo que es uno de los grandes cánceres de nuestro tiempo pero que a su vez es riqueza para unos pocos que no quieren perder el gran negocio del oro negro. Existen motores que funcionan con agua, eléctricos, magnéticos sin gasto de energía. Y así innumerables de mejoras e inventos que son rechazados en detrimento de los seres humanos y en beneficio de las grandes multinacionales. Muchos de los políticos máximos representantes del pueblo, aprovechan su poder para beneficiar a las multinacionales y la corrupción se extiende a casi todos los países del mundo. Si nada de esto existiera, si hubiera gran voluntad por parte de las instituciones nacionales e internacionales, las sociedades humanas podrían vivir en paz y en progreso hacia un mundo más limpio y mejor. Pero vemos que a pesar de que el Cambio Climático es producido por el hombre, no se hace nada para impedirlo, solo reuniones y foros que no llegan a ningún lado, mientras que se exterminan a pueblos y se asesinan a elementos que levantan su voz en defensa de lo vivo.

La Unión Europea no tiene vergüenza alguna de unirse para expulsar a  los humanos que están sufriendo y muriendo. Si eso lo hace sin remordimiento de conciencia y sin importarles el sufrimiento…¿Qué podemos esperar de ellos, de sus representantes que ni si quiera son elegidos por el pueblo europeo? ¿Cómo les dejamos en sus manos el bienestar de las sociedades? ¿Cómo permitimos los europeos que la Unión Europea como institución apueste contra la vida? Es una pena que solo por un día, los líderes políticos con su familia y sus hijos no pudieran  pasar la vergüenza de no tener nada que comer, de estar tirados en el barro, de ver como sus hijos se mueren y pierden la alegría por algo que no comprenden, como les han destruido su vida y sus casas, como son perseguidos y encima cuando llegan a una sociedad que se supone más preparada con esa esperanza de vivir, son detenidos acusados de no tener papeles, encerrados en campos de concentración y después expulsados al horror de donde procedían. Esto no tiene palabras, esto sólo tiene una expresión: es un crimen de lesa humanidad contra la vida, contra el hombre y contra la Tierra. Si no tenemos empatía, si no estamos indignados ante esta situación trágica que atraviesa la humanidad…algo muy grave esta infectando a los seres humanos que los deja insensibles y que pierden el verdadero sentido de sus vidas.

PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)





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