Una vez más la película del
Planeta de los Simios, en su tercera entrega moderna, nos adentra en un mundo
violento donde tanto los primates como los humanos primates, se lían a tiros
para conquistar la verdad de cada uno y muestra todo lo malo que el ser humano
lleva en la sangre: el horror y la guerra contra todo homínido que no caiga
rendido bajo los pies del homo sapiens.
Se
ha perdido una oportunidad en demostrar
que el ser humano puede convivir perfectamente con otras especies parecidas a
él mismo y mostrar en las pantallas de cine que existen otros caminos no
violentos como el respeto, la empatía, la conservación de ecosistemas y otras
acciones que parece que hemos olvidado poner en práctica.
Los
grandes simios están desapareciendo de una forma veloz y precipitada por la
pérdida de su hábitat, la caza furtiva, el aceleramiento del cambio climático
ocasionado como no por nuestras sociedades industrializadas, por la corrupción
sin medida de muchos gobiernos y el olvido completo de que los grandes simios
son también homínidos, que tienen derecho a seguir evolucionando, a seguir
existiendo, a tener sus derechos básicos y a vivir en sus ecosistemas
tropicales junto a otras especies que también tienen ese derecho, como el
nuestro, a la vida y a evolucionar.
Pero
nuestra arrogancia no permite proteger nada que sea vivo y los políticos de
todos los países son responsables directos de lo que está ocurriendo no sólo
con el cambio climático sino con la extinción masiva de especies y la
destrucción de la biodiversidad planetaria. Sin embargo, el cine con esta nueva
película en la que muchos jóvenes solo verán a unos chimpancés violentos que
quieren aniquilar a los humanos, presenta nuevamente a una especie diferente a
la nuestra, a unos grandes simios violentos que se alzan en guerra con nuestra
sociedad y a los que hay que exterminar sea como sea, independientemente que
después exista argumentos emotivos y momentos de empatía con el opresor.
Con
esta imagen violenta, se está haciendo un flaco favor a lo que realmente está
ocurriendo, donde los gobiernos y multinacionales se emplean con saña para destruir
nuestro planeta no respetando con dignidad a las especies que tienen todo su
derecho a seguir viviendo.
¿Planeta
de los Simios? Pese a quien le pese, nosotros, los superhéroes de la cúspide
piramidal de las especies, somos también grandes simios, somos simios
irrespetuosos con el planeta, primates que han evolucionado y que habremos
podido llegar a construir autopistas y toda clase de maquinaria destructiva,
pero que sin embargo no hemos evolucionado casi nada en nuestra empatía hacia
la vida, en ser responsables del respeto tan importante para con nuestra propia
morada, la Tierra. No somos capaces de
parar las guerras o de unirnos para combatir el hambre, somos responsables de
las mayores atrocidades que cometemos contra nuestra propia especie, responsables
de que estemos al borde de un precipicio al no respetar el planeta,
responsables del aumento de la temperatura y de las grandes hambrunas que están
ocurriendo en muchos lugares del mundo. Y resulta, que como no somos capaces de
ser “sapiens”, tenemos que mostrar a nuestra juventud aunque sea de forma
ficticia, que esos otros homínidos no humanos a los que mantenemos en prisión,
a los que los hemos sacado de su hábitat y encerrados en espacios reducidos
sólo para nuestro disfrute y reírnos de ellos, a los que debido a nuestro
parecido con ellos los estamos utilizando en centros de experimentación médica
sin ninguna garantía ni derechos; son los malos de la película, son los que
intentan matarnos cuando es todo lo contrario y las poblaciones de grandes
simios están desapareciendo por culpa de nuestra indignidad.
Sé
que sólo es una película de entretenimiento, un film donde ante la poca
imaginación de los guionistas tienen que recurrir a reposiciones para el
entretenimiento añadiendo los efectos especiales para modernizar. Sé también
que sólo se busca el beneficio, que sea un éxito para poder de esa forma
subvencionar la producción y obtener beneficios. Pero el cine debe de ir más
allá, debe de llevar la cultura a sus guiones, la esperanza, la denuncia, la
enseñanza de rectificar a tiempo, los peligros que conlleva la ignorancia.
El
ver a unos grandes simios que precisamente los tenemos encerrados en zoológicos
para reírnos de ellos, o en centros de experimentación, o destruyendo sus
poblaciones y su casa; cogiendo unas armas producidas por los humanos y
haciéndonos la guerra, es sinceramente estúpido y una forma de deformar la
verdad y la realidad en la que nuestros hermanos evolutivos están sufriendo.
Es
por todo ello por lo que rechazo rotundamente estos argumentos de las modernas
proyecciones del Planeta de los Simios.
Nuestra
especie jamás ha consentido que otra especie homínida pudiera compartir la
Tierra. Fue exterminando grupo por grupo a esos otros homínidos
Neandertales con los que compartía
hábitat. Se quedó sólo…..y comenzó a exterminarse a sí mismo y al resto de las
especies. Y con los grandes simios, que junto con ellos tenemos un mismo
ancestro común, son los únicos homínidos no humanos vivos que quedan y es por
ello que los estamos eliminando.
Espero
que nuestros jóvenes vean más allá que sus adultos y no se queden con ese
chimpancé Cesar que se ha hecho capitán de los grandes simios y ferozmente
quiere matar al humano. Que se quede con la imagen de ese otro chimpancé
encerrado en una jaula que extiende su mano señalando a la puerta para poder
ser libre. Que se queden con los ojos del bonobo, del orangután, del gorila o
del chimpancé que solo busca vivir en paz en su casa, en su selva. Que se
queden en que este mundo está al borde de sufrir grandes calamidades por culpa
de muchos de nuestros políticos y de las
multinacionales que solo buscan destruir los recursos naturales para beneficio
propio. Que se queden con el Cesar que ha sido arrancado de su familia tras
asesinarla y llevado a un lugar donde recluido entre rejas y poco espacio, le
practican la tortura psicológica, quitándole sus derechos a ser libre y sólo
para distracción o disfrute de unos humanos que no tienen empatía ni corazón.
Empatía que parece estar perdiendo la sociedad humana y con ello la dignidad de
una sociedad que se creé superior al mismo sentido de la vida.
Pedro Pozas Terrados
Director Ejecutivo del Proyecto Gran Simio
Presidente Internacional del Great Ape Project.
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