Nos están
acostumbrando a que tomemos como algo natural las alteraciones meteorológicas
adversas que en los últimos años está sufriendo muestro planeta, en algunas
regiones más que en otras, con graves inundaciones, huracanas más destructivos,
tempestades y tormentas más violentas llamadas ciclogénesis explosivas,
borrascas demoledoras, sequias nunca vistas, aumentos elevados y bajadas de temperatura en pocas
horas, inviernos y veranos muy calurosos, aumento de terremotos y un sinfín de
problemas asociados a estos cambios como la pérdida de cosechas en la agricultura
o los daños de millones de euros ocasionados por este elevado aumento de
fenómenos “naturales”.
Pero la verdad oculta es bien
distinta. Nos estamos enfrentando a un cambio climático acelerado por la
actividad destructora del ser humano en todos nuestros ecosistemas. Los
refugiados medioambientales ya se cuentan por millones de personas y cada año
que pasa la situación empeora. Somos testigos directos de un fenómeno nunca
visto en tan poco tiempo por la humanidad. La desaparición de especies vitales,
tanto animales como vegetales, nos da a entender la gravedad a la que nos
enfrentamos y sin embargo, a pesar de todo ello, nos tapan los ojos y desvían
nuestras preocupaciones a la supervivencia, recortando bienes sociales comunes
y eliminando el bienestar social (paro generalizado, contratos basura y sueldos
mínimos, desahucio a familias de sus casas por el poder económico de los bancos
a pesar de haberles rescatado por sus irresponsabilidades y fraudes a los
ciudadanos, corrupciones políticas con robo de dinero público desviados al
beneficio de empresarios sin escrúpulos, recortes en la sanidad pública, en la
educación, en las pensiones, privatización de todo lo público en detrimento de
la sociedad…etc). Mientras todo esto
ocurre, ellos cobran buenos sueldos vitalicios, comisiones, puertas giratorias,
apoyo al poder económico e infinidad de tretas para engordar sus bolsillos en
beneficio dicen de los ciudadanos.
Si, ellos, los llamados políticos,
son responsables en su mayoría de lo que al mundo le está pasando, tanto a
nivel social como medioambiental. Ellos son los que dictan las leyes, aprueban
Decretos Reales, los que pueden buscar una mejor manera de que las sociedades
puedan vivir en paz y en armonía, de encontrar fuentes de energía gratuitas, de
usar la tecnología para el bien de la humanidad y no sólo para unos cuantos que
se enriquecen hasta el punto de no saber qué hacer con tanto dinero ganado.
Ellos son los responsables del cambio climático ya que no buscan soluciones
efectivas por estar atados de manos y pies por las multinacionales y por no
complicarse la vida y vivir muy bien en sus escaños. Ellos son los que no
quieren cambios y quieren conservar a toda costa el sistema actual que les
beneficia y les renta. No hablo sólo de un país como España, sino por desgracia
de la mayoría de los países del mundo.
El sistema político actual planetario
tal cual está montado, es nefasto y un obstáculo para el avance de las
sociedades humanas hacia la dignidad de los seres humanos. Es una enfermedad
viral que ataca los valores más fundamentales de la humanidad, que destruye la
Tierra donde habitamos sin ningún pudor o remordimiento, que cometen crímenes
sin importarles las consecuencias y la vida de las personas, que contaminan
nuestras ciudades y envenenan nuestros alimentos porque sólo ellos tienen el
poder de parar el abuso de las multinacionales. Es una realidad que nos quieren
disfrazar con promesas engañosas. Desean convertirnos en objetos inanimados a
merced de sus intereses, que nos callemos y que cada cual siga con su vida
llena de penurias.
Mientras, la destrucción de nuestros
ecosistemas patrimonio de la humanidad continua imparablemente sin importar las
vidas que se lleven por delante tanto humanas como de otras especies. Las
multinacionales acaparan el estado del bienestar y corrompen a los políticos
que se callan y miran hacia otro lado con tal de seguir en sus sillones cómodos
y ciegos ante tanto sufrimiento. Nos mantienen engañados como esa fábula de la
rana en la que poniéndola en un caldero con agua fría cree que es su elemento y
no escapa, pero poco a poco esa agua se calienta y para cuando se da cuenta del
aumento del calor y comienza a hervir, ya no puede escapar y muere.
Nos dirigimos sin remedio hacia un
abismo de consecuencias imprevisibles y quién está al timón son ellos, los que
prometen en las campañas electorales y después olvidan sus promesas y
programas. Se necesita un cambio radical del sistema político actual y que los
que gobiernan no tengan capacidad de realizar acciones en contra de los pueblos
y su bienestar, que sus sueldos sean como los de cualquier trabajador y sus
privilegios sean eliminados. Se necesita una economía basada en los recursos y
que éstos sean patrimonio común de la humanidad, donde la energía sea gratuita
por existir otras fuentes como solar, magnética, agua o geotérmica que puedan
hacer avanzar las sociedades al bienestar común, donde la ciencia y la
tecnología estén al servicio del progreso real y no al de las multinacionales.
Se necesita nuevos líderes con otras mentes que hagan cambiar de rumbo de
nuestra nave hacia la dignidad y la protección de nuestro planeta y no partidos
políticos que de forma continuada están enfrentados los unos con los otros,
echándose en cara problemas para quedar bien ante el electorado y que sin
embargo no solucionan nada.
Hay recursos pero para ello se
necesita aceptar un cambio del paradigma político actual. Invito a que se
conozca el Proyecto Venus, una solución viable a todos los problemas humanos y
medioambientales pero que necesita un cambio global, un diseño más amplio,
donde se utilice los métodos de la ciencia junto con la libre aplicación de la
tecnología para el bienestar de la
humanidad. Proyecto Venus es una medida factible y necesaria. No es utópica,
solo se necesita voluntad. Una solución para nuestra agonizante existencia.
Ellos si quieren pueden hacerlo. En tu mano está.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
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