sábado, noviembre 29, 2008

CRISIS ECONÓMICA: UN GENOCIDIO A LA HUMANIDAD

¿Crisis económica? Todos estamos viendo como con dinero público, con nuestros ahorros, las empresas que SIEMPERE han ganado al alza, que SIEMPRE han exprimido al que no tiene nada, las que SIEMPRE han robado todo lo que han podido, ven ahora que no siguen ganando como antes, amenazan con despidos y reciben a cambio millones de euros que les llueve del cielo sin que aquí no pase nada.

Mañana, estas mismas empresas se habrán beneficiado altamente de esta crisis inventada. Los políticos inyectan dinero público que no es suyo a las mismas empresas que debían haber vigilado. Todos tan contentos. Apretémonos el cinturón, que el suyo, los del sombrero de copa y la corbata bien puesta para salir en los medios, lo tienen bien holgado, con altos sueldos, viajes gratis, cenas y comidas a costa del Estado y reuniones y convenciones pagadas.

Si yo entrego un cheque sin fondos..inmediatamente soy detenido y puesto a disposición judicial. ¿Donde están todos los detenidos que han estado realizando operaciones de riesgo con dinero que no era suyo? ¿Dónde están entre rejas los que han concedido créditos sin fondos? ¿Qué hace la justicia que no los detienen? O es que a estas alturas nos quieren hacer ver que la crisis ha caído del cielo. Alguien tiene que ser responsable y ese alguien son los propios políticos que no han sabido vigilar a los bancos y a los inversores. Son responsables el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional.....¿Porque no se les juzga por llevar al mundo a un desastre económico? ¿Donde esta el dinero que supuestamente ha volado? ¿Dónde estan las dimisiones de todos los gobiernos por lo que están haciendo?

Es indudable que vivimos en una dictadura económica que tiene a su servicio a los políticos y como esclavos a la sociedad que es minada diariamente con programas basura y con deporte (futbol, campeonatos de tenis, etc.) para distraer las verdaderas realidades de esto mundo globalizado. Si, somos víctimas de este criminal acto contra todos nosotros, contra los pueblos pobres, contra la propia humanidad.

Es una verdadera sinvergonzería, un verdadero genocidio consentido, un asesinato en masa lo que estos lideres mundiales han consentido sin pestañar y sin escrúpulos. Nosotros estamos pasando un periodo malo, pero al menos tenemos. ¿Y lo que antes no tenían y ahora tienen menos? El hambre en el mundo se ha acentuado y la culpa son de ellos, de esos que se juntan para la foto, que se reúnen en Nueva York como si fueran héroes que nos sacaran de la crisis cuando son TODOS UNOS INÚTILES y unas MARIONETAS del Poder económico y ellos lo han fomentado. Pueden inyectar millones de euros para salvar a empresas y bancos que siempre han tenido beneficios y no son capaces de hacer lo mismo, con menos dinero, para erradicar el hambre en el mundo y que millones de niños y personas no mueran de hambre y que sus países tengan un desarrollo sostenible digno.

NO TENGO MAS COMENTARIOS AL RESPECTO, LO QUE ES CIERTO ES QUE ESTE SISTEMA MUNDIAL NO FUNCIONA Y MIENTRAS ESTE ASI ESTABLECIDO, SEGUIRAN MATANDO A LIDERES INDÍGENAS, A CAMPESINOS, DESTRUYENDO LAS SELVAS, LA BIODIVERSIDAD, ENGENDRANDO VIOLENCIA, INVENTANDO GUERRAS.

DEBEMOS HACER UNA REVOLUCIÓN CONTRA EL PODER ECONOMICO, CONTRA LAS MULTINACIONALES, CONTRA EL SISTEMA, UNA REVOLUCIÓN PACÍFICA, DE ENTENDIMIENTO, DE PRESIÓN. DEBERÍAMOS SER CONSCIENTES DE QUE ESTAMOS SIENDO MANIPULADOS COMO ROBOTS.

Os dejo con unas palabras publicadas en 1998 por un periodista español y que refleja sin lugar a dudas lo que pasaría (que ha pasado) con ese PRIMER PODER y Único del MUNDO.

PEDRO POZAS TERRADOS.

LOS AMOS DEL MUNDO
Arturo Pérez-Reverte

(Artículo del escritor español Arturo Pérez-Reverte, publicado en 'El Semanal' el 15 de noviembre de 1998, y que ahora, diez años después, parece una visión de Nostradamus).


Usted no lo sabe, pero depende de ellos. Usted no los conoce ni se los cruzará en su vida, pero esos hijos de la gran puta tienen en las manos, en la agenda electrónica, en la tecla antro del computador, su futuro y el de sus hijos.

Usted no sabe qué cara tienen, pero son ellos quienes lo van a mandar al paro en nombre de un tres punto siete, o un índice de probabilidad del cero coma cero cuatro.

Usted no tiene nada que ver con esos fulanos porque es empleado de una ferretería o cajera de Pryca, y ellos estudiaron en Harvard e hicieron un máster en Tokio, o al revés, van por las mañanas a la Bolsa de Madrid o a la de Wall Street , y dicen en inglés cosas como long-term capital management, y hablan de fondos de alto riesgo, de acuerdos multilaterales de inversión y de neoliberalismo económico salvaje, como quien comenta el partido del domingo.

Usted no los conoce ni en pintura, pero esos conductores suicidas que circulan a doscientos por hora en un furgón cargado de dinero van a atropellarlo el día menos pensado, y ni siquiera le quedará el consuelo de ir en la silla de ruedas con una recortada a volarles los huevos, porque no tienen rostro público, pese a ser reputados analistas, tiburones de las finanzas, prestigiosos expertos en el dinero de otros. Tan expertos que siempre terminan por hacerlo suyo. Porque siempre ganan ellos, cuando ganan; y nunca pierden ellos, cuando pierden.

No crean riqueza, sino que especulan. Lanzan al mundo combinaciones fastuosas de economía financiera que nada tienen que ver con la economía productiva. Alzan castillos de naipes y los garantizan con espejismos y con humo, y los poderosos de la Tierra pierden el culo por darles coba y subirse al carro.
Esto no puede fallar, dicen. Aquí nadie va a perder. El riesgo es mínimo. Los avalan premios Nóbel de Economía, periodistas financieros de prestigio, grupos internacionales con siglas de reconocida solvencia.

Y entonces el presidente del banco transeuropeo tal, y el presidente de la unión de bancos helvéticos, y el capitoste del banco latinoamericano, y el consorcio euroasiático, y la madre que los parió a todos, se embarcan con alegría en la aventura, meten viruta por un tubo, y luego se sientan a esperar ese pelotazo que los va a forrar aún más a todos ellos y a sus representados.

Y en cuanto sale bien la primera operación ya están arriesgando más en la segunda, que el chollo es el chollo, e intereses de un tropecientos por ciento no se encuentran todos los días. Y aunque ese espejismo especulador nada tiene que ver con la economía real, con la vida de cada día de la gente en la calle, todo es euforia, y palmaditas en la espalda, y hasta entidades bancarias oficiales comprometen sus reservas de divisas. Y esto, señores, es Jauja.
Y de pronto resulta que no. De pronto resulta que el invento tenía sus fallos, y que lo de alto riesgo no era una frase sino exactamente eso: alto riesgo de verdad.

Y entonces todo el tinglado se va a tomar por el saco. Y esos fondos especiales, peligrosos, que cada vez tienen más peso en la economía mundial, muestran su lado negro. Y entonces, ¡oh, prodigio!, mientras que los beneficios eran para los tiburones que controlaban el cotarro y para los que especulaban con dinero de otros, resulta que las pérdidas, no.

Las pérdidas, el mordisco financiero, el pago de los errores de esos pijolandios que juegan con la economía internacional como si jugaran al Monopoly, recaen directamente sobre las espaldas de todos nosotros.

Entonces resulta que mientras el beneficio era privado, los errores son colectivos, y las pérdidas hay que socializarlas, acudiendo con medidas de emergencia y con fondos de salvación para evitar efectos dominó y chichis de la Bernarda.. Y esa solidaridad, imprescindible para salvar la estabilidad mundial, la paga con su pellejo, con sus ahorros, y a veces con su puesto de trabajo, Mariano Pérez Sánchez, de profesión empleado de comercio, y los millones de infelices Marianos que a lo largo y ancho del mundo se levantan cada día a las seis de la mañana para ganarse la vida.

Eso es lo que viene, me temo. Nadie perdonará un duro de la deuda externa de países pobres, pero nunca faltarán fondos para tapar agujeros de especuladores y canallas que juegan a la ruleta rusa en cabeza ajena.

Así que podemos ir amarrándonos los machos. Ése es el panorama que los amos de la economía mundial nos deparan, con el cuento de tanto neoliberalismo económico y tanta mierda, de tanta especulación y de tanta poca vergüenza.


martes, noviembre 18, 2008

SELVAS QUE LLORAN A SUS MUERTOS






ÉXODO EN LA CUENCA DEL CONGO






Una vez más y a pesar de la presencia de miles de cascos azules, en la cuenca del Congo, los ríos que bajan hacia el mar atravesando sus selvas, tienen tintes rojizos. Nunca había finalizado la violencia que desde hace once años siembra estos bosques primarios, un lugar maravilloso y lleno de vida, que se ha convertido en un verdadero infierno para todas las especies. La Republica Democrática del Congo (RDC) tiene sobre su manto la riqueza más exquisita: Oro blanco (diamantes), Oro negro (petróleo), Oro amarillo (oro), Oro verde (su gran biodiversidad), Oro azul (coltan empleado para telefonía móvil y armas teledirigidas, con el 80% de su producción mundial). Y sin embargo los nativos se mueren de hambre, las poblaciones locales viven en la más absoluta de las miserias. Existen miles de desplazados por los conflictos anteriores armados y en la actualidad hay un nuevo éxodo donde más de un millón de personas huyen de sus casas abandonando todo en dirección a los centros de refugiados.

Tras los cuatro millones de personas asesinadas en diez años, comienzan una vez más los combates, la misma cantinela de siempre y por los ríos, los muertos flotan como si fueran troncos amputados, de una selva caprichosa y herida que está siendo aniquilada, ante miles de banqueros y empresarios que se reúnen y deciden sobre mesas pomposas procedentes de madera tropical.
¿Qué hace el mundo? La crisis, que es otra historia digna de contar y que contare, acapara los informativos y ahoga una vez más las miserias de África, de sus gentes, de su hambre, de su absoluta pobreza. Se callan conciencias haciendo galas en televisión para recaudar dinero y entregarlo a la FAO. Que mentira más callada, que engaño a la sociedad que se deja engañar. La responsabilidad de lo que ocurre allí y en otras partes del mundo es exclusiva de nuestros gobiernos y de las multinacionales que les dirigen. Esa es la clara realidad y mientras que no sea reconocido así y se les exija cambiar en una verdadera revolución del pensamiento, el hambre y el no desarrollo de los países pobres a nivel mundial continuarán, mientras unos pocos se inflan los bolsillos y sus cuentas corrientes sin saber que hacer con tanta riqueza.

Miles de refugiados que huyen de un nuevo éxodo macabro y que desde hace más de una década no han dejado de padecer, encuentran en su camino un nuevo enemigo, el cólera. Sus vidas se complican más. Los dos ejércitos enfrentados los masacran sin sentido, mientas los cascos azules contemplan impasibles el infierno que los rodea. En los campos de refugiados, donde la pobreza es infinita, el hambre insoportable y la tristeza se une al llanto, hacen que los gobiernos occidentales y africanos se avergüencen si es que tienen el más mínimo sentimiento humano. Organismos como la OMS, realizan llamamientos de alerta mundial, pero la ayuda que pueda llevarse a estos campos por el camino desaparece por la intervención de hombres armados que ven en sus rifles el poder y la gloria, sean de uno o de otros. El caos político y el desorden ensombrecen las selvas de la cuenca del Congo. Diminutas tiendas de plástico más pequeñas casi una persona adulta, se levantan como setas heridas en unos campos manchados de sangre. Ello hace que sean pasto de la desnutrición, de la malaria, del miedo, de la angustia resentida, del odio..

Ante esta situación denigrante y vergonzosa, me cuesta creer que estemos viviendo en un siglo donde la alta tecnología ha envuelto nuestras vidas, donde seres humanos puedan sufrir tanto y lleguen a morir de hambre por millones, donde seamos capaces de crear guerras para beneficio de unos pocos y consentido por muchos, donde pensando colonizar Marte, no hayamos resulto uno de los jinetes del Apocalipsis: el hambre.

Por parte de soldados gubernamentales y los llamados rebeldes, se están ejerciendo violaciones a las mujeres, trabajos forzados de esclavos a los de su propio país y secuestrando a niños para utilizarlos en las minas o como niños-soldados. En Kivati, Sake, Minova y Kangabayonga, centros de refugiados, sus gentes, con mirada triste y sin lágrimas por estar su lagrimal seco, dicen con voz baja inaudible por la debilidad: “Mi vida no tiene ningún valor…..esto es un infierno”. ¿Qué pensaría, que harían si los responsables de esta carnicería (gobiernos y multinacionales) vieran a sus hijos maltratados, esclavizados, obligados a llevar armas y matar, a sus mujeres violadas, a sus hermanos amputados, a sus casas y bienes destruidos?. Cientos de miles de personas en el este de la región no están recibiendo protección alguna. Las Fuerzas Armadas roban dinero y agua. En Kanyabayonga, los centros médicos atienden a decenas de mujeres violadas. ¿Puede el ser humano, sea blanco o negro, comportarse con tanta violencia y desprecio por la vida?
Un país rico en materias primas. Una población olvidada y hundida en el fango de la miseria. ¿Quién tiene la culpa además del propio estado que vive a todo lujo?. En otras zonas los hombres armados obligan a los lugareños acarrear agua y troncos contra su voluntad y roban las lonas de plástico que les sirven de refugio. ¿Quién alimenta tanta maldad?. Muchos niños separados por la huida de sus familias, se convierten en presa fácil de grupos armados.

Mientras tanto, la comunidad internacional se mantiene a la expectativa, con reuniones, con acuerdos de paz que no llegan a ningún lado mientras existe una población civil masacrada. ¿Por qué no se pide el boicot de minerales procedentes de la Republica Democrática del Congo, hasta que sus ciudadanos puedan vivir dignamente? ¿Por qué se permite a multinacionales comerciar con coltan, diamantes, petróleo, madera..mientras sus gentes son asesinadas por los mismos que les comercian el producto? ¿Porqué somos tan hipócritas y consentimos este baño de sangre para beneficio de nuestro bienestar?.

Debemos con urgencia pedir mecanismos de control de aquellos productos que provengan de zonas de conflicto para que no se comercialice y de esta forma, su valor disminuya hasta el punto de no ser rentable su explotación bajo las condiciones de ilegalidad, maltrato o violaciones de los derechos humanos. No utilizar madera tropical proveniente de los bosques primarios. Exigir que el coltán de los teléfonos móviles sea reciclado o que no provenga de la RDC. Por cierto, la palabra República y Democracia tendría que ser sustituidas porque obviamente ni es una ni otra, es una simple y llana dictadura del terror.

Una vez más como tantas otras, ellos, los que no tienen nada, sufren la violencia de sus propios compatriotas que el tener un arma en sus manos les convierte en reyes del odio y de la muerte. Una vez más las multinacionales se salen con la suya y sus arcas a pesar de la crisis económica, se llenan hasta el mismo borde de la ambición y la indiferencia más pura. Una vez más los gobiernos occidentales, los ricos, los que se benefician de la materia prima robada de las entrañas mismas de África, se reúnen y piden un alto para la paz, siendo conscientes de la complicidad más extrema. Una vez más los cascos azules que muchas veces incumplen el propio cometido que se les ha asignado, no hacen nada ante un país invadido por intereses comerciales a nivel mundial.

Y mientras tanto, los ríos se han teñido de rojo, la sangre de inocentes corre por sus venas y el grito del silencio, del terror y del miedo, unido a los gritos de los enfermos por el cólera y la malaria y a los gemidos del hambre y su guadaña; son los mudos testigos de unas selvas que lloran a sus muertos.

PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO).

domingo, noviembre 16, 2008

CAMBIAR NUESTRA DIETA ES LUCHAR POR LA VIDA

Millones de niños depende de ello.

Filetes, solomillos, pechugas de pollo, jamones, embutidos, tocino, tiras de boicot, alitas, muslos, hígado, sesos,……infinidad de productos cárnicos para platos segundos o únicos, proliferan en restaurantes y en la mesa diaria del ciudadano medio o en los menús de comida económicos y en los más caros. Algunos, concienciados por el maltrato que se infringe a los animales de granja, optan por boicotear estos productos típicos de países industrializados rechazándolos de sus dietas pero no así los derivados como los huevos, la leche o el queso. Otros van más allá y exigen que además del respeto a sus vidas que deben ser dignas, se vuelven veganos, gentes que no comen ni carne ni sus derivados de procedencia animal y en ellos esta incluido el pescado o cualquier otro tipo de ser vivo. ¿Qué es lo mejor?. Sin duda para mi humilde elección, no me gusta comer cadáveres, excepto los que se encuentran más bajos de nuestros parámetros particulares. Cada uno pone el suyo lógicamente. La línea divisoria esta en la conciencia de cada uno, no en la imposición de una sociedad o un pensamiento.

Pero calladamente, se manejan unos datos escalofriantes que poco a poco están saliendo a la luz pública. Motivo: el estar muy arraigado en la sociedad la comida de carne sin que nuestras conciencias sean alteradas, no ya por la defensa de los animales que en las granjas intensivas son maltratados hasta extremos impensables, sino por cualquier otra perturbación.

El cambio climático como sabemos se esta acelerando de una forma vertiginosa. Los Protocolos y acuerdos para parar el CO2 están fracasando o se convierten en negocio de venta de toneladas por emitir. Pero este impacto tiene muchos otros factores que lo alimentan y que se le da escaso valor, cómo es el caso del Metano o el propio vapor de agua. Pero además de ello, la destrucción de los bosques primarios, está acelerando las conductas climáticas de la tierra al ser alterados sus vientos a nivel planetario. Pero sin embargo hay otro elemento no menos importante y que puede influir directamente en la conducta de la propia sociedad. El consumo de carne y veremos porqué.
Muchos estudios aseguran que el 18% de los gases efecto invernadero a nivel mundial, corresponde al impacto que tiene comer carne sobre el clima. La ganadería es responsable por sí sola de un gran porcentaje superando incluso los emitidos por el sector del transporte que en general es de un 13% y casi igual que la industria con un 19,4%. Estos mismos informes demuestran además que el grano que sirve para producir suficiente carne bovina para dar de comer a una persona, se podría alimentar ocho o nueve. Es necesaria una dieta con reducción de carne que además de saludable, contribuye a luchar contra el calentamiento global.

La producción de carne se ha multiplicado por cinco desde el final de la segunda guerra mundial y se estima que doblará en los próximos 20 años. Pero nuestros sistemas de ganadería industrial ya consumen un 60% de la cosecha mundial de cereales, básicamente maíz y soja, que podrían resolver de sobra el problema de los 850 millones de personas desnutridas en el mundo.

Seguimos con más datos. A la cría y producción de alimentos para el ganado, dedicamos tres cuartas partes de las tierras agrícolas mundiales. Para producir 100 gramos de vacuno hacen falta 25.000 litros de agua y una caloría de su carne necesita 17 calorías vegetales. Aunque otras carnes son menos exigentes (para el pollo y el cerdo la relación es de 4 a 1). Parece evidente que 9.000 millones de personas no pueden comer cada una los 100 kilos de carne que consumimos en el mundo desarrollado al año.

Numerosos expertos coinciden en que se debería de frenar el consumo de carne. Un informe de la ONU denominado “Forraje frente a comida” concluye que el 39% de los campos del mundo se utiliza para animales y que no es ético el fomentar el consumo de animales utilizando tanta extensión para su alimentación, mientras 10.000 niños mueren al día de malnutrición. Debe existir una transición de manera que no afecte a los granjeros y que el cultivo para alimentos de personas sean incentivados por las propias administraciones.
Continuamos. Hacen falta dos kilos de alimento para producir cada kilo de pollo, cuatro para el cerdo y al menos siete para la ternera. Cuanta más carne comamos, más cereales, soja y pienso necesitaremos. Así que cuando oímos que la demanda mundial de carne va a pasar de 209 millones de toneladas en 1997 a aproximadamente 327 millones en 2020, tenemos que tener en cuenta las hectáreas de tierra necesarias, el consumo de agua, la energía quemada y las sustancias químicas necesarias para producir la cantidad requerida de alimentos para obtener 327 millones de toneladas de carne. Apenas nos estamos despertando muy tarde frente al impacto que va a tener el cambio climático en nuestras vidas y aún no tenemos en cuanta nuestras decisiones personales a la hora de comprar. No tenemos ni idea de la energía, el agua o los alimentos que se necesitan para poder poner carne en nuestro plato. Todo ello sin contar con los métodos de producción que han ignorado los derechos y las necesidades de los animales al privarles de la posibilidad de satisfacer su comportamiento natural. Ejercicio, aire fresco e interacción social han sido considerados innecesarios La reproducción selectiva para un crecimiento rápido, ha creado numerosos problemas de salud a nivel epidémico, entre otras deformidades de las patas y debilidad cardiaca. Esta producción intensiva y el uso de sustancias peligrosas para el engorde, o los antibióticos, o los piensos cárnicos antinaturales en su dieta…han llevado y llevan a numerosas enfermedades transmisibles al ser humano.

En Brasil, por ejemplo, uno de los mayores mataderos de cerdos en Concordia (Santa Catalina), utiliza 10.000 metros cúbicos de agua al día.
Pero hay más problemas. El control de la cadena alimenticia está concentrado cada vez en menos manos. Según Bill Hehherman, sociólogo experto en zonas rurales de la Universidad de Missouri, hay, en algunos casos, “un control sin fisuras y completamente integrado del sistema de producción de los alimentos desde el gen hasta la estantería del supermercado”. Cuando las dos compañías gigantes Monsanto y Cargill (dos empresas que ya están asentadas en España desde hace tiempo) se asociaron, empezaron a controlar las semillas, los abonos, los insecticidas, los asuntos financieros de la agricultura, la recolecta de los cereales, su procesamiento, así como los procesos de alimentación del ganado, la producción y la matanza, y diferentes marcas de comida preparada. Este sistema, desarrollado en los Estados Unidos, se está exportando a otros países en nombre de la globalización. En España ya se está implantando como en el resto de Europa e incluso en los países no industrializados que dependen mucho de las semillas para subsistir.

El Consejo de Alimentación Mundial de las Naciones Unidas estima que “traspasar un diez o un quince por ciento de los cereales destinados a alimentar los animales, bastaría para aumentar el suministro mundial de alimentos y hacer frente a los niveles actuales de demanda” de la población humana. Uno de los mayores obstáculos para tal propuesta es que sería menos rentable para los intereses de las multinacionales que intentan conseguir un control sobre la agricultura mundial.
Reducir en un 50% el consumo de la carne supondría la vida para millones de seres humanos. No podemos jugar con sus vidas. Combatimos con ello el cambio climático. De verdad, no consumas tanta carne, merece la pena, por tu bien y encima con ese pequeño cambio de tu dieta, podrías salvar la vida de millones de niños. La carne se puede suplir por numerosos platos igual de exquisitos, pero la vida es única. Seamos justos y ya que tenemos, cedamos un poco por el bienestar de la humanidad.

PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)