domingo, enero 18, 2009

SITUACIÓN EN GUINEA ECUATORIAL


Situacion de Guinea EcuatorialAlguien dijo una vez que 'Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada'.

Es posible que algunos ya lo conozcáis pero no está demás recordarlo. Al fin y al cabo también nosotros le sostenemos
Para que los que no me conozcan, me llamo Fernando Gamboa,y hace unos meses terminé una nueva novela de aventuras titulada GUINEA que en este mes de Octubre saldrá a la venta publicada por Ediciones El Andén.

El motivo de este mail, es mi deseo de compartir con la mayor cantidad de personas posibles, y no sólo con las que adquieran la novela, todo aquello que he averiguado en los meses de investigación previos a la redacción del libro.
Lo que a continuación detallo, aunque pueda parecer exagerado o tendencioso (cuando no simplemente increíble), es rigurosamente cierto y puede ser contrastado por las fuentes que cito.

A muy pocos les debe sonar un pequeño país llamado Guinea Ecuatorial, aún menos sabrían dónde situarlo en un mapa de África, y serán contados los que recuerden que, hasta hace exactamente cuarenta años, los ecuatoguineanos eran tan ciudadanos españoles como un alicantino o un gaditano.

Por entonces, Guinea Ecuatorial era una provincia más de España enclavada en la costa Africana del Golfo de Guinea;

'La perla de África' la llamaban.

Hoy, cuatro decenios después de su independencia, bajo el yugo dictatorial de la familia Obiang Nguema y con el beneplácito de las grandes potencias cuyas empresas explotan sus campos de petróleo y expolian sus reservas madereras, Guinea Ecuatorial se ha convertido uno de los países más subdesarrollados y corruptos del mundo, y el pueblo ecuato-guineano en uno de los más aterrorizados a manos de su propio gobierno.

El actual presidente de Guinea Ecuatorial Teodoro Obiang Nguema, quien lleva29 largos años en el poder tras ejecutar al anterior presidente (su propio tío, otro asesino), ha saqueado, robado y asesinado sistemáticamente hasta extremos inconcebibles, amasando una fortuna que lo convierte en uno de los hombres más ricos del planeta, en uno de los países más pobres de África.
Aunque para ser exactos, no puede decirse que el país en sí sea pobre, pues alberga una de las mayores reservas petrolíferas del continente, cuyos beneficios de explotación reportan al régimen guineano miles de millones de euros. Lo que sucede, es que la familia Obiang se queda con ABSOLUTAMENTE TODO lo que pagan gobiernos y petroleras extranjeras (norteamericanas y chinas sobre todo) por los derechos de extracción. Pero aunque parezca mentira, la familia Obiang no se limita sólo a quedarse con esa ingente cantidad de dinero, sino que además se dedican a robar propiedades privadas (se han apoderado aproximadamente la mitad de los terrenos edificables del país, y no han pagado un céntimo por ellos), salarios (muchos trabajadores han de pagar a la familia del presidente
gran parte de lo que ganan) o negocios de los guineanos no afines al gobierno o a la familia Obiang (que al fin y al cabo es lo mismo), cuya ignominia llega al punto de despojar impune y caprichosamente a sus empobrecidos compatriotas de cualquier bien que posean sin justificación alguna.

Teodoro Obiang y su clan gobiernan Guinea Ecuatorial como lo haría un esclavista con su hacienda. Para ellos, los ciudadanos guineanos son esclavos a su disposición, y el país una finca privada que saquear sin tener que dar cuentas a nadie.

A pesar del río de dinero que fluye desde este desdichado rincón de África, sus habitantes no disponen de servicios sanitarios, educación, seguridad o justicia. Por ejemplo, ante cualquier emergencia médica el Hospital de Malabo es la única opción de asistencia, pero eso sí, bajo ciertas condiciones como: pagar la estancia y el tratamiento por adelantado, y además, llevar todo lo necesario para dicha estancia y tratamiento (y con todo, me refiero a TODO: desde las jeringas o medicamentos necesarios, al colchón, las sábanas o la comida). Sin ir más lejos, cuando hace unos años estuve en Guinea, para realizarle a mi pareja un análisis de sangre el método de extracción consistió en hacerle un corte en la mano con un trozo de cristal.

Pero, por inaceptable que resulte, esto es sólo el principio, y ni mucho menos la peor parte.

Lo que convierte a Teodoro Obiang (conocido como 'El Jefe') y sus acólitos no sólo en ladrones, si no en peligrosos criminales, es la política de detenciones arbitrarias, encarcelamientos injustificados, torturas y asesinatos cometidos contra sus propios ciudadanos. Se calcula que durante su mandato, el actual gobierno guineano ha exterminado a nada menos que el 10% de la población del país, y una cantidad indeterminada ha desaparecido o se encuentra encarcelada ilegalmente y sin juicio previo.

Según el último informe de Amnistía Internacional, los detenidos por la policía y el ejército son torturados sistemáticamente con métodos tan brutales como mutilaciones, rotura de huesos, violaciones, descargas eléctricas en los genitales o, atención: clavar tenedores en la vagina de las detenidas...

Y para quien guste de datos e imparciales estadísticas, ahí van unas cuantas:

- Guinea Ecuatorial produce 400.000 barriles diarios de petróleo
- Exporta casi 1.000.000 de metros cúbicos de madera tropical al año.
- Su Renta per Cápita la sitúa en el número 38 del ranking mundial (por encima de Kuwait o Arabia Saudita) - En cambio, en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU ocupa el puesto 121.
- El 151 sobre 163 en corrupción, según Transparency International
- La esperanza de vida es de sólo 43,3 años, según Amnistía Internacional.
- La élite gobernante posee alrededor del 98% de la renta nacional
- El 80% de la población vive con menos de 20 euros al mes.
- El gobierno de Obiang ha convertido a Guinea Ecuatorial en el centro del tráfico de drogas de África Occidental.
- Teodoro Obiang ganó las últimas elecciones con un 99,5% de los votos. Los 13 partidos políticos autorizados, estaban formados por miembros del gobierno.

En una reciente visita a Estados Unidos, la secretaria de estado Condoleezza Rice describió a Obiang como 'buen amigo'.

En Julio de 2003, la radio estatal anunció que: 'El presidente es un dios que está en contacto permanente con el todopoderoso, y puede matar a cualquiera sin que nadie le pida cuentas y sin ir al infierno, porque es el Dios mismo'
Sobran comentarios.

Y lo que personalmente hace que esta vergüenza común me resulte aún más dolorosa, es que el pueblo guineano, uno de los más amables, hospitalarios y generosos que he conocido, haya sido, como cité al principio, parte integrante del estado español. La atropellada y negligente descolonización de Guinea Ecuatorial por parte de España en 1968, es el origen de la inadmisible situación que ahora sufren los guineanos y a la que hoy asistimos con absoluta indiferencia y desafecto.

Pero hay que recordar que los ecuatoguineanos no sólo siguen hablando en castellano, si no que muchas de sus costumbres, celebraciones y tradiciones siguen siendo las mismas que las nuestras. Sus hijos cantan las mismas canciones que cantan los nuestros en el colegio, sus bromas son las mismas, hasta sus palabrotas son las mismas que las nuestras. Son, por decirlo así, unos primos cercanos de los que nos hemos olvidado totalmente, una parte de nuestra familia de la que nos hemos desentendido, ajenos y a veces cómplices de un castigo que de ningún modo merecen.

Porque probablemente, mientras lee este mensaje, una anciana agonizando de malaria pide un médico que nunca llegará.

Un niño está preguntando dónde están sus padres desaparecidos.
Una mujer implora a Dios que la mate, mientras es violada y torturada salvajemente en una comisaría.

Y cada día, Guinea Ecuatorial se hunde un poco más en las tinieblas.

Cada día, nuestra ignorancia nos hace más culpables.

Cada día cuenta.

Alguien dijo una vez que

'Lo único que necesita el mal para triunfar, es que los hombres buenos no hagan nada'.

Quizá este sea un buen momento, para averiguar qué tipo de hombres y mujeres somos en realidad.

Y si te estás diciendo en este instante 'Pero bueno, ¿y yo que puedo hacer?
Aquello está muy lejos'.

Lo cierto es que, por desgracia, no vas mal encaminado.

Guinea Ecuatorial es víctima de la maldición del petróleo, y como puedes imaginar, estados como China, U.S.A. o Francia harán todo lo posible para mantener a Obiang en su poltrona y así garantizar un suministro fiable de crudo para sus compañías petroleras. Así que será muy difícil cambiar las cosas a corto plazo en la maltratada pero aún hermosa Guinea.
Y sin embargo, sí hay algo que podemos hacer por aquella gente: correr la voz.

Estos dictadores de opereta, sólo se mantienen gracias al desconocimiento que tiene el resto del mundo de las fechorías que cometen. Cuantos más de nosotros sepamos lo que sucede, y por qué sucede, más probabilidades hay de que un día quizá no muy lejano, seamos suficientes para decir basta. Cuando políticos propios y ajenos sientan vergüenza de tratar con asesinos como Obiang, o descubran que darse abrazos dictadores que no respetan los más elementales derechos humanos tiene un costo político que sus votantes les van a hacer pagar, puede que las cosas cambien, y entre todos expulsemos de una vez por todas a esos demonios del paraísoPero esta carta es sólo el primer paso, ahora te toca a ti dar el siguiente ayudando a que llegue a la mayor cantidad posible de personas.

Si crees que esta lucha tiene sentido y deseas poner tu grano de arena, reenvía este mensaje a todos tus contactos.

Gracias por tu tiempo y tu ayuda.

FERNANDO GAMBOA "

Gamboa deja al descubierto la aventura real de «Guinea»

Escritor y aventurero, la segunda novela de aventuras de Fernando Gamboa nos presenta a una Guinea demasiado real, regida con mano férrea por el dictador Obiang. Antaño provincia del Estado español, el pequeño país tiene la segunda mayor reserva petrolífera de África.

«Guinea» es la segunda novela de aventuras de Fernando Gamboa, y es también un libro que pretende dar a conocer -y denunciar- la situación de un país africano que fue provincia del Estado español hasta hace tan solo cuarenta años.

Es el autor quien desvela el origen y la pretensión de la novela, que define así: «Es una novela de aventuras que pretende emocionar, que el que la lea disfrute del libro. Pero, en lugar de inventarme una historia, he entrelazado hechos reales y circunstancias reales de Guinea, porque la realidad supera la ficción y las cosas que parecen más increíbles son las reales». Gamboa trata así de reflejar el país africano, por medio de un relato en el que la protagonista es una chica gasteiztarra, porque «si realizas una novela sobre África con un protagonista africano, queramos o no, siempre se nos queda lejos». Sin embargo, con un occidental te sientes más identificado, y «se ve muy diferente Guinea de como la ve un guineano, que tiene una perspectiva de supervivencia». Se trata, por lo tanto, de dos realidades francamente diferentes. «Cualquier occidental que llegue a África, encuentra no otro país, sino otro planeta. Está en un lugar que no entiende nada, y en el que se da cuenta de que todas sus convicciones son una ficción que no se pueden aplicar a todo el mundo y que, de hecho, allí no se aplican». Es el choque de la desesperación, «porque la frustración de cualquier europeo que vaya a África y vea lo que está pasando es que poca cosa puede hacer».

Ante esta dura realidad, Gamboa se adentra en La República de Guinea Ecuatorial, país africano que, tras ser provincia, se independizó del Estado español el 12 de octubre de 1968. En la novela, «he procurado que tanto la crítica al Gobierno de Guinea como la crítica hacia la actitud de los occidentales no sea una crítica pesada, pero que, cuando acabe el libro, quede un poso de conocimiento sobre Guinea, porque lo peor de los paises que viven en estas circunstancias es que no se hable de ellos», aclara el autor, para determinar que «sus dictadores de pacotilla viven amparados en el silencio y en la complacencia de los gobiernos y empresas que se aprovechan de ellos, además de en la ignorancia de la inmensa mayoría».
Un desconocimiento que Gamboa considera difícil de vencer. «Sé que con una novela no cambias nada, pero el fin de escribir esta novela, no es sólo que el lector aprenda de Guinea, sino que luego tenga interés en averiguar algo más, porque solo cuando todos empecemos a hablar de ello puede que quizá empiece a haber algún cambio».

El viajero espera que su relato sirva para dar a conocer la realidad social del país africano. «No es un libro antropológico, pero sí que te haces una idea, en contraposición de cómo vivimos nosotros. Así, te das cuenta de que nuestras preocupaciones son fútiles y absurdas, cuando lo importante es vivir, comer y tener a alguien cerca».

Con la mirada enfocada en Guinea es inevitable hablar de Teodoro Obiang, «presidente» de su país desde el 3 de agosto de 1979. «Es la mano negra que está detrás de todas las desgracias que ocurren en el país», comenta tajante Gamboa. «No pasa nada en Guinea sin que sea responsabilidad suya. El y su familia son como reyes medievales, y el resto del país son vasallos sin derechos». Con una represión brutal, «los últimos años ha matado al 10% de su propia población». Sobre su sistema «tienen una censura brutal y por ejemplo, hace unos años una radio oficial dijo literalmente que Obiang era Dios» remarca Gamboa, para agregar que «actúa como si lo fuera».

Intereses petrolíferos

El viajero tampoco alberga muchas esperanzas de que las elecciones previstas para diciembre de 2009 puedan cambiar gran cosa. «En las últimas elecciones sacó un 99,9% de los votos», recuerda. Para finalizar, Gamboa señala que «la única razón para que un monigote como éste siga en el poder es que hay muchos países y empresas que tienen intereses» en un país que tiene la segunda mayor reserva petrolífera de África. «El petroleo lo sacan directamente los únicos que pueden presionar, Estados Unidos, Europa y China, por lo que la presión internacional no existe, si no es para mantener a Obiang en su poltrona». Y al pueblo no le queda nada, «ni las migajas».

«Escribir `Guinea' era una especie de cuenta moral que tenía que saldar»
Para Fernando Gamboa «los viajes son una forma de satisfacer la curiosidad». Deseoso de conocer más cosas, realizó el viaje a Guinea hace tiempo: «De hecho, he hecho bastantes viajes después», antes aún de dedicarse a escribir, pero esta novela responde a «una especie de cuenta moral que tenía que saldar». Viajero impenitente, Guinea lo impactó muchísimo y «fue, simplemente, de los sitios en los que he estado, del que he salido más cabreado». Según él, África real, «es la gente que vive, que malvive, que sobrevive, y ésa es el África que muy pocos turistas ven -Guinea no es Senegal ni Kenia-». En cuanto al desconocimiento existente, cuando el autor viajó a Guinea «nadie iba allí de viaje, sólo iban cooperantes. Cuando vas allí tienes que pedir un permiso de los lugares a donde vas, tienes que pedir un permiso para tener cámara, si sacas una foto de un lugar que no debes tienes un problema, un grave problema...». Cuando viaja, lo hace no con la perspectiva de pasar una semana en el país, sino años, y en Guinea «encontré un contacto cercano y gente fantástica».

3 comentarios:

Mar dijo...

Gracias por informarnos.
¿Cuántas batallas más?
No podemos seguir viendo tanta injusticia sin reaccionar.

Anónimo dijo...

Muchas, quedan muchas más por desgracia, y otras que se estan formando en este momento.

Se necesita una reacción de la sociedad de inmediato para poner freno, para parar los pies a esta globalización que nos lleva a ser amargos y a destruir a los pobres, a la sociedad.

La crisis....crisis económica que ha sido realziada por los propios politicos y banqueros...me maravillo...NI UN SOLO DETENIDO Y ENCIMA SE DA DINERO, SE INYECTA DINERO A LOS QUE YA ENGORDARON.

Gracias a ti

Un beso

Pedro

Anónimo dijo...

Acabo de conseguir la información y me he quedado hundido en la silla. Voy a compartirla y aportar mi granito de arena. Confío en que despierte la juventud del largo letargo y se exijan cambios de políticas, con su respectivo cambio de gobierno... menudo lavado de cerebro!