CONTESTACIÓN A JULIO CONTE-GRAND DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN
LA NACIÓN:
POR PEDRO POZAS TERRADOS, MIEMBRO
DEL PROYECTO GRAN SIMIO INTERNACIONAL
DARWIN
Y LOS GRANDES SIMIOS
Al leer el artículo escrito por Julio Conte-Grand,
Procurador General de la Ciudad de Buenos Aires titulado “Darwin ha muerto”, no
he tenido más remedio que contestar a sus palabras que se entremezclan entre la
ignorancia y la falta de comprensión histórica en algunas de sus
puntualizaciones. Por todo ello, me permito si tienen a bien de publicarlo en
su periódico, una respuesta crítica y
aclaratoria de lo afirmado por el Señor Julio que al ostentar el cargo que tiene,
no quiere decir que sus palabras sean las verdaderas y las justas.
En principio comentar que de todos es conocido ya, que
Darwin no descubrió la teoría de la evolución. El escribió su teoría en el
libro “El origen de las especies” en
1.859. Pero ya 65 años antes, su abuelo Erasmus Darwin escribió “Zoonomía o las leyes de la vida orgánica”
en el que dedicó un capítulo entero a desarrollar su visión de la evolución de
las especies. Pero mucho antes también que Darwin, Lamark escribió en 1.809,
cincuenta años antes que el Origen de las Especies su libro “Filosofía ecológica”, donde ya
desarrollaba la evolución de las especies. Y por si fuera poco, Alfred Russel
Vallace, de la misma época que Darwin, también difundía la evolución. Por lo
tanto a Darwin si acaso se le puede reconocer la teoría de “La selección natural”, un término que hoy también está en lela de
juicio pero que hasta Hitler se apoyó en esa teoría para realizar el exterminio
de todas aquellas personas que no fueran de la raza aria. El fuerte se come al
débil. El más mayor al más pequeño. Si acaso, en la Abadía de Westminster donde
está enterrado, se podría preguntar que porque generaciones después se utilizó
la “Selección Natural” como un arma
contra el propio hombre y la naturaleza, trasladada también al terreno
económico.
Por
otro lado decir que ya Darwin en su otro libro “El Origen del hombre” reconocía el parecido asombroso que tienen
los grandes simios con los seres humanos, un parecido en comportamiento,
expresiones y sentimientos. Además tengo que informarle al Señor Procurador
General, que nosotros, los homínidos humanos no descendemos de los monos, de
los primates, un grave error de sintaxis y desconocimiento. Los homínidos Sapiens sapiens y los grandes simios
(bonobos, chimpancés, orangutanes y gorilas), procedemos todos de un mismo
ancestro común, es decir, un mismo padre y madre. La cosa cambia mucho.
Es por este motivo, dado nuestro acercamiento genético a los
grandes simios y el que la Ciencia ha reconocido que ellos forman parte de la
“Familia de los Homínidos”, sean denominados homínidos no humanos y por lo
tanto miembros de nuestra propia familia y como tales deben tener unos derechos
básicos, entre ellos evitar que se encuentren enjaulados en zoológicos y que
sean llevados a santuarios donde vivan como se merecen. Esto no es degradar al
ser humano, sino dotarle de más dignidad y respeto a la vida de otros seres
vivos y en especial de nuestros hermanos evolutivos. Espero que en sus defensas
o decisiones en la vida señor Procurador, sienta el orgullo de ser humano y lo
que ello significa. La humanidad y el ser sapiens es defender la vida de los
que no pueden hacerlo incluido la de los grandes simios y de la orangután Sandra
que tanto miedo le da que sea llevada a un lugar mejor por tener derechos
básicos. Seguro que de todas formas Darwin se sentiría orgulloso de la decisión
positiva que tomara la justicia argentina sobre Sandra. Se lo puedo asegurar.
Por lo visto igualmente desconoce la cantidad de cientos
de informes científicos que avalan las capacidades cognitivas de los grandes
simios y por consiguiente su protección y respeto como especie evolutiva paralela
a la nuestra, con un mismo ancestro común al nuestro y con esperanza de que no
sea exterminada como está ocurriendo con todas las poblaciones de grandes
simios.
Dice que el Sistema Jurídico solo reconoce la
personalidad humana. Entonces ¿Por qué se puede otorgar personalidad jurídica a
empresas o instituciones que no son nada y se le niega esta misma personalidad
a seres cercanos a nosotros, a homínidos no humanos? ¿No cree que es un
contrasentido y que la gente de la calle no entiende esta forma de hacer
justicia? Le recuerdo señor Procurador, que no hace mucho tiempo, los negros
eran tratados como esclavos, no eran personas y esta actitud sin sentido estaba
reconocida en el Sistema Jurídico de aquel entonces. Hasta hace bien poco en
Australia se podía matar aborígenes como hoy en día se mata canguros y estaba consentido
y autorizado por su Sistema Jurídico. Pero los tiempos cambian, las razones y
la dignidad del ser humano también y el reconocimiento de que los negros y
nativos de Australia eran también personas, se obtuvo gracias a la presión de
los antiesclavistas y personas que comprendieron la tamaña barbaridad que se
estaba cometiendo y gracias a ellos, se cambio la ley, el Sistema Jurídico. Con
ello le expongo que el otorgar un derecho básico a la vida y que no sea
torturado a un Orangutan o cualquier otro gran simio, no se rompe el Sistema
Jurídico Argentino, al contrario, se refuerza ante el avance de nuestra
comprensión hacia el resto de los seres vivos.
No se apure Señor Procurador, que concediendo unos
derechos básicos a los grandes simios y a Sandra, no descalifica la teoría
darwiniana que como bien dice, es teoría y todas las teorías pueden cambiarse
por otras más avanzadas y que demuestren la inexactitud de la primera.
Otra
cuestión. No mezcle sentimientos diferentes para crear un velo negro y echar
por tierra lo que se pretende con los grandes simios. El que hoy no se respete
el embrión humano, no significa que lo uno sea más importante que lo otro. Son
temas diferentes con argumentos distintos y juntarlos solo lo que hace es
sembrar confusión que creo ese es el objetivo de su artículo. Los derechos de
las personas, de las mujeres, de los niños, de la conservación del medio
ambiente o de los derechos de los grandes simios, pueden y deben sin duda
trabajarse al mismo tiempo. Todos son importantes y el ser humano, el Sapiens sapiens puede y tiene la
obligación de hacerlo. No se puede esperar conseguir los derechos de la mujer,
abandonando el de los niños o viceversa. Todos son importantes y estamos
capacitados para conseguirlo y en realidad esa es la misión del Sistema
Jurídico de todas las Naciones del mundo incluido el argentino. Mezclar unos y
otros para decir que hay que tener una preferencia o si se consigue uno es
degradar al otro, me parece de una gran irresponsabilidad viendo las palabras
de donde vienen.
Termino para decirle que en un hipotético diálogo entre
Darwin y Newton, contemplando el silencio de las selvas destruidas, los mares
contaminados, el aumento del cambio climático y el que como nos tratamos
mutuamente y a los otros seres vivos sería se preguntarían: “Qué es lo que hemos hecho mal para que las
generaciones que nos han sucedido no hayan descubierto la razón de la vida y la
dignidad humana”.
PEDRO
POZAS TERRADOS
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