El mundo y la sociedad en su conjunto, aún
no se han dado cuenta de la importancia de proteger nuestro clima, nuestro
planeta, único lugar donde podemos vivir y desarrollar nuestra civilización,
donde quedan por venir generaciones futuras que no comprenderán como estuvimos
tan ciegos, como pudimos ser tan necios por consentir que unos políticos
egoístas y sin responsabilidad humana se dejaran influenciar por las
multinacionales, por el poder económico arrasador de las sociedades y
responsable de los extremos climáticos a
los que nos estamos enfrentando actualmente y que sin duda en el futuro muy
cercano serán más devastadores en todo el planeta. Nos inundan con mensajes
reciclaje, de energías renovables, de vida sana, de un medio ambiente
sostenible y sin embargo solo son carteles para lavar la imagen de este
ecocidio, de este asesinato con alevosía que se está tramando en la Tierra.
Esos mismos que tanto bombardean a los ciudadanos para que seamos responsables
en el reciclado, son los que impiden que podamos tener un mundo más sano, más
responsable con nuestros ecosistemas, más limpios y dedican todo su esfuerzo en
anular el progreso hacia una sociedad responsable y protectora de nuestro clima
mundial.
El cambio climático se acelera. Los
gobiernos por muchas cumbres que hagan, mientras sean las multinacionales
quienes muevan el capital, estaremos sentenciados y nuestros hijos y los hijos
de nuestros hijos sufrirán el pasotismo y la poca disposición que tienen los políticos
en cambiar las cosas y evitar que las multinacionales destruyan nuestra Tierra.
Pero quien tiene más culpa, somos nosotros. Tu…yo…el otro…somos responsables de
esta hecatombe sin sentido que origina el cambio climático. Soluciones hay.
Energías libres sin casi costo existen. Energías renovables hay. Pero no se
quieren aplicar por el negocio de Estados y Multinacionales que han visto en el
petróleo el oro de sus chisteras.
Y no sólo la importancia es en la
reducción del CO2 que tanto se habla y que sirve de negocio entre los países
más y menos industrializados. Hay numerosos otros gases más graves como el
Metano del que no se habla y que sin embargo es más destructor que el CO2.
Miles de sustancias químicas que se elaboran y salen a la venta sin pasar por
controles estrictos para la conservación de nuestro entorno y nuestra salud,
inundan nuestras vidas sin control alguno. La deforestación de las selvas
tropicales, además de hacer desaparecer a las especies y hundir a los pueblos
indígenas asesinando a sus líderes, destruye los reservorios del CO2 que
contienen los bosques primarios y altera el sistema planetario de vientos con
graves prejuicios en el clima mundial. Son muchos frentes abiertos que
protagonizan el cambio de nuestro clima y que sin embargo no son tratados en
las cumbres climáticas que por otro lado solo son maquillaje de nuestros
gobiernos.
En sólo una década, 800 líderes
indígenas y de campesinos que luchaban por los bosques, por la Tierra y en
contra de la destrucción de los ecosistemas, han sido asesinados en el mundo,
sin que nadie se lleve las manos a la cabeza de tan horrendos crímenes. 600
especies desaparecen al año en la ya declarada por los científicos como la mayor extinción no natural ocasionada en la
historia de la humanidad. El propio Banco Mundial responsable de muchos
Proyectos que financian contra el medio ambiente, anuncia que en los próximos
años el cambio climático enviará a 100 millones de personas a la pobreza
extrema y se espera el aumento de conflictos bélicos por poseer nuestro preciado
líquido de la vida: el agua.
Pero con la mano en el corazón tengo que
decir que parte de estas atrocidades son responsabilidad de todos los
ciudadanos al mantenernos inmovilizados para exigir un cambio radical en las
políticas de nuestros gobiernos. No nos tomamos en serio el cambio climático y
sin embargo debería ser la principal preocupación de todos nosotros al no
existir otra Tierra paralela en la que poder trasladarnos una vez arrasada ésta.
En recientes encuestas realizadas en España, el 82% de los encuestados no les
importa el cambio climático ni sus consecuencias, no les interesa la
destrucción de los bosques o la contaminación atmosférica. Llegará algún día y
no muy lejano, en que esta cuestión cambiará cuando nos veamos afectados
directamente por sus consecuencias y ya no podamos volver atrás para
remediarlas. El pasado 29 de noviembre
se realizó una Marcha Mundial por el Clima, en la que miles de ciudadanos en
las principales ciudades del mundo, nos manifestamos para exigir un cambio de
modelo en nuestra vida sin renunciar el bienestar social actual. En Madrid,
sólo escasamente estuvimos 3.000 personas. Estos mensajes llegan a los
políticos y a las multinacionales que se frotan las manos por la escasa
participación del ciudadano y que a ellos les reafirma que tienen que continuar
arrasando los recursos de nuestro planeta. No se tiene una visión global de lo
que está ocurriendo. Seguimos votando a políticos que solo les interesa su
gobierno y no realiza acciones y leyes para cambiar hacia un mundo más limpio.
El
cambio climático no es de ahora, es de hace décadas que se viene denunciando
por los grupos ecologistas y por los que hemos estado comprometidos diariamente
en denunciarlo y buscar soluciones. Somos responsables de no informarnos y
comprender que nuestros hijos y nietos sufrirán con horror de la
irresponsabilidad que hoy estamos teniendo. No somos capaces de exigir a
nuestros gobernantes que esto debe cambiar.
La Tierra no espera. Nuestra nave,
nuestra casa, nuestro único hogar es el planeta y no tenemos otro sitio a donde
ir. ¿Es tan difícil comprenderlo para no movilizarse? La batalla por salvar
nuestro clima, nuestra Tierra está perdida si la dejamos en manos de cumbres
que sólo ocasionan más incertidumbre, más gastos innecesarios. Ningún gobierno
va a arremeter contra las multinacionales del petróleo, contra las
multinacionales de los monocultivos de la palma de Aceite que están destruyendo
las selvas, contra las multinacionales de diamantes y coltan que arrasan pueblos
y selvas, contra los responsables del asesinato de cientos de líderes indígenas
y campesinos que luchan por la Tierra y sus derechos, contra multinacionales
que se están apoderando de la soberanía alimentaria de los pueblos patentando
semillas y alterándolas genéticamente, contra multinacionales de pesca que
están arrasando todos los calderos internacionales de especies marina. Todo
esto no lo va a cambiar una cumbre si no hay detrás una movilización general de
los ciudadanos para CAMBIAR EL SISTEMA.
Estamos firmando un futuro muy negro que
se avecina a pasos agigantados. Esconder la cabeza para no ver nada, solo nos
hará dejar de ver la realidad, pero sus consecuencias avanzan de una forma
alarmante y el abismo imparable lo tenemos a pocos metros. Una cumbre no cambia
el planeta. El grito de decenas de millones de personas es la única solución a
este vandalismo ecológico, de este terrorismo ambiental que mata a cientos de
miles de personas y que será y son el origen de conflictos bélicos. La cumbre
de Paris ha desplazado a más de 40.000 personas, originando un costo estimado a
lo bajo de 1.070 millones de euros, ha ocasionado más de 21.000 toneladas de
CO2 y un despliegue policial durante dos semanas de 17.000 agentes. Y todo para
no llegar a ningún acuerdo, para elaborar una nueva cita de encuentro en otro
lugar para pasarlo bien sin que se tomen medidas efectivas contra las
multinacionales responsables de esta enfermedad mortal climática. En un mundo
donde las comunicaciones se realizan en tiempo real desde cualquier punto del
planeta ¿era necesario todo este gasto de recursos y contaminación para encima
no llegar a ningún acuerdo efectivo?
No tenemos más remedio que tomar los
ciudadanos la sartén por el mango y protagonizar nuevamente un 15M climático si
queremos que esta situación cambie. Por ello propongo la creación de Comités
Ciudadanos Contra el Cambio Climático, en cada ciudad, en cada municipio al
objeto de buscar soluciones urgentes y canalizarlas por los estamentos legales
establecidos, informar a los ciudadanos de la grave situación y exigir el
cambio inmediato de políticas que nos llevan irremediablemente a la
autodestrucción de nuestro bienestar.
Los combustibles fósiles deben permanecer
bajo tierra. Los propios gobiernos son los interesados de no buscar otras
soluciones debido a los altos impuestos existentes y que son una fuente de
ingresos importante para los propios Estados, multinacionales y países que
subsisten y se desarrollan gracias a sus pozos petrolíferos. Pero existe otra
realidad bien definida y que está al alcance de nuestro desarrollo. No se debe
apostar por los biocombustibles pues estos proceden principalmente de los
monocultivos de Palma de Aceite que están arrasando las selvas. Pero si que
existen soluciones muchas de ellas ignoradas por la población. No se trata de
volver a las cavernas como nos anuncian algunos eslóganes lanzados por las
empresas interesadas. Se trata de buscar energías apropiadas a nuestro
desarrollo, que sean efectivas, limpias, eficaces y baratas.
Apostar por un 100% de energías
renovables como la solar, motores de hidrógeno, coches eléctricos con energía
obtenida del sol, energías limpias que ya están inventadas y que solo falta su
desarrollo masivo, energías sin costo alguno como motores que funcionan
eternamente por campos magnéticos, la
recogida de energía del propio ambiente, están disponibles para su uso Pero nos
dicen que estas clases de energía aún les falta desarrollar la tecnología. Es
falso. Ahí tenemos miles de satélites que funcionan solo con energía solar, la
estación espacial permanente con energía 100% solar, el impulso de los cohetes
que se lanzan al espacio para poner en órbita los satélites o llevar
astronautas al espacio se utiliza hidrógeno.
Apostar por un mundo limpio es
responsabilidad de todos nosotros y como los que deben hacerlo, permanecen en
la ignorancia consentida y colgados de hilos cual marionetas de las multinacionales,
el ciudadano debe de estar informado, de actuar, de exigir y buscar soluciones
propias en Comités organizados contra el Cambio Climático.
Es nuestra última esperanza. La
agonía de nuestro planeta está presente en nuestras vidas y no debemos permanecer
impasibles. Lancemos una nueva revolución como el protagonizado por Podemos y
otros partidos surgidos de la sociedad civil, de las plazas. Organicemos un 15M
por el Clima, un movimiento ciudadano masivo que demuestre a los políticos que
con voluntad, sí se puede. Seamos Guardianes del Clima. Es nuestra única
oportunidad.
PEDRO POZAS
TERRADOS (NEMO)
4 comentarios:
Lo haces muy bien Pedro. Hacen falta muchos más artículos de estos para concienciar, espero que sigas dándonos estas alegrías.
Un fuerte abrazo
Muchas gracias Pedro por tu comentario. Seguiré escribiendo y luchando con mi plima como arma, gritando por las injusticias para un mundo mejor en compañía tuya y de todos mis seguidores. Difundes por donde puedas esta llamada de alerta a los ciudadanos. Un abrazo muy fuerte y muchas gracias. Comentarios como el tuyo me animan a seguir escribiendo por la vida y la justicia.
Gran artículo Pedro, ojalá hubiera más gente como tú. Eres una gran escritor !
Estimada Beatriz. te agradezco tus palabras y el apoyo que en ellas trasmites sobre mis artículos y llamadas a un orden social más justo y más digno. Muchas gracias porque estos sencillos agradecimientos te hacen sentir que no estas solo en esta lucha a veces amarga que nos ha tocado vivir en contra de los especuladores de la vida y de nuestro planeta.
Difunde mi blog y mis articulos a tus conocidos. Entre todos debemos esculpir un nuevo mundo social más acorde con la humanidad y el amor a la vida.
Un beso fuerte y mil gracias.
Pedro Pozas Terrados
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