miércoles, mayo 30, 2007

EL TAPIZ DE LA VIDA: UNA LLAMADA A LA RAZÓN. JANE GOODALL EN ESPAÑA.

















El pasado día 21 de mayo, tuve la oportunidad de cenar con Jane Goodall, famosa primatóloga y Premio Príncipe de Asturias en la Protección de los homínidos no humanos y en la que elogió la labor del Proyecto Gran Simio cuya sede se encuentra en Tres Cantos (Madrid). Jane es una mujer sencilla, incansable que trasmite paz y seguridad. Después de una serie de comentarios con respecto a la situación de los grandes simios y otros animales en España, Jane me dijo en esa pequeña reunión informal que: “Los jóvenes son el futuro, que debemos enseñarles el camino de la conservación, de la lucha por la vida en todas sus variables”.

Al día siguiente, 22 de mayo día de la biodiversidad, toda la elite del ecologismo se reunió en el salón de baile del Círculo de Bellas Artes para escuchar primero a Edgard O. Wilson por Videoconferencia y después a Jane Goodall en su intervención estrella.

Wilson se refirió a los informes que apuntan que la mitad de las especies habrán desaparecido al final de siglo, y advirtió que las consecuencias de esa pérdida las sufrirá también el hombre.
Goodall subrayó que el nivel de conocimiento humano actual ha permitido demostrar que “hay otra forma de hacer las cosas que no es tan dañina” con el medio ambiente, y confió en que esa sabiduría “conecte” con el corazón y el hombre asuma que no es sostenible causar “tanto daño” a la Naturaleza.
Goodall lanzó un mensaje de esperanza y apeló al “indomable espíritu” de los humanos para no dejarse vencer por el pesimismo, por la apatía o por la impotencia ante fenómenos globales como el del cambio climático. Que tenemos que luchar, que exigir a los políticos.
Jane Goodall consideró que “no hay mucho tiempo” e hizo un llamamiento a las personas para que cada una en su ámbito aporte “un granito de arena”, y aseguró que ella ha volcado sus esfuerzos en los chimpancés y que ha descubierto en sus miradas los mismos ojos que ha visto en la cara de los refugiados, de los exiliados o de los “sin techo” y la misma pregunta: “¿nadie me va a ayudar?”.
La primatóloga criticó el estilo de vida insostenible de las sociedades de élite e insistió durante su intervención en que “cada individuo es importante”.

Entre las frases lanzadas a la sala, cabe destacar:

La vida es como una Telaraña grande, un tapiz maravilloso que tenemos que cuidar. Pero hay agujeros cada vez más grandes y por ellos la vida se va. Las selvas se están fragmentando en islas verdes.

La conservación no funciona, si hay pobreza, si existen comunidades humanas con hambre.

Los políticos tienen gafas oscuras que no quieren ver nada de lo que ocurre.

“Cuanto tardará en derretirse el corazón humano” para tomar decisiones.

Tenemos que tener esperanza, pero depende de nosotros. No tenemos una ventana amplia para resolver la situación. Debemos decir a nuestros hijos que hemos hecho todo lo posible. ¿Cómo es posible que con nuestro excelente cerebro, estemos destruyendo el planeta?. Debemos unir nuestro cerebro con el corazón para que se derrita de amor.


HISTORIA DE YOU – YOU

Ante cientos de personas en una sala inmensa, en silencio, Jane contó la historia de You-You. Es un chimpancé. Desde muy pequeño en la selva, los cazadores mataron a su madre y le llevaron lejos de sus tierras y de los suyos, a un zoológico donde permaneció completamente aislado durante más de doce años. En ese tiempo, You-You no había tenido contacto alguno con ningún miembro de su especie.

Este zoológico al final cerró y You-You fue vendido a otro zoológico en EE.UU. que ya había un grupo de chimpancés. Tras un periodo de cuarentena, a You-You lo juntaron con el grupo. El no conocía para nada el como tratar a los miembros de su especie, como comportarse, como integrarse en la sociabilidad del resto del grupo. Por ello, recibía constantes palizas ya que se saltaba los protocolos jerárquicos de los machos.

Un día, en uno de estos enfrentamientos continuos contra You-You, este calló al agua que rodeaba la isla donde se encontraban. En esos momentos, una familia humana observaba el espectáculo nada agradable. El padre, al verlo y sin pensarlo, comenzó a saltar la valla de seguridad. Su mujer y varias personas más que habían llegado por el estruendo de los gritos de los chimpas durante el ataque contra You-You, hicieron lo mismo, diciéndole que donde iba, que si estaba loco. El niño, su hijo, ante el dramatismo comenzó a llorar. Este humano anónimo, se deshizo de las manos que lo sujetaban y sin pensarlo dos veces, se lanzó al agua. You-You hacia unos segundos que se había hundido. Tras una pequeña búsqueda, el salvador encontró en el agua turbia un cuerpo y lo sacó hacia arriba. You-You aún respiraba aunque parecía muy asustado. Se agarraron a la valla hasta que llegaron varios cuidadores.

El periódico Times días después le hizo una entrevista y le preguntaron que porqué había hecho esa locura, que podía haber sido atacado por el resto de los machos chimpancés o por el propio You-You. Este héroe humano dijo: “Cuando le mire a los ojos, vi a una persona que pedía auxilio y no dude en prestárselo”.

Al terminar, el salón quedó en un profundo silencio, roto más tarde por aplausos de todo el público. Una historia que nos da argumento para pensar y más fuerza para seguir en la lucha comprometida por conceder los derechos a los grandes simios y el respeto de su hábitat, una lucha en la que el proyecto Gran Simio lleva años trabajando, culturizando a la sociedad sobre la importancia de salvaguardar nuestra herencia genética que compartimos con los homínidos no humanos.


Pedro Pozas Terrados

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicitaciones por tu labor Pedro, de llevar este mensaje de humanidad a los hispanoparlantes, tan empecinados en su recalcitrante antropocentrismo... Agradecimiento también a que existen personas que como tú, como Jane Goodall (la maestra) y muchos anónimos que día a día trabajamos para conseguir la igualdad. Aunque cuesta llegar a ese equilibrio y sabiduría sin enrrabiarse por todas las atrocidades que comete el ser humano, gracias por enseñarnos esa lección de máxima humanidad.

Anónimo dijo...

Muchas gracias Fabiola por el mensaje que has puesto en el blog. Entre todos conseguiremos esa igualdad, o al menos lo tenemos que intentar aunque lo veamos dificil.

Yo aqui quiero expopner mis inquietudes, mis denuncias, las manipulaciones a las que estamos siendo sometidos y una voz hacia la esperanza, ya que si no, esto no tendria sentido.

Personas como tu Fabiola, sois las que vais dejando una luz por el sendero, un faro de corazones para que otros al menos no se salgan sin darse cuenta del camino estrecho de la vida.

Tus palabras me hacen seguir luchando ante las adversidades.

Un beso y seguimos en la lucha.

Pedro Pozas Terrados

Anónimo dijo...

Viendo de ti amigo doctor crítico, es un halago tus tres palabras: Mmmmm fascinante blog

Me conformo con ello. He visitado el tuyo y felicito.

Un bohemio de la noche.

Pedro Pozas Terrados

Anónimo dijo...

Me encanto esta página y me encanta la gente como usted que se compromete con las especies que no tienen como defenderse. Pero el motivo para escribirle no es sólo para felicitarlo, si no porque quiero pedirle si me puede aconsejar acerca de como encontrar los contactos para llegar a gente como Jane Goodall. Yo estudio veterinaria en la argentina, tengo 20 años y me interesan mucho los primates y las asociaciones que buscan ayudarlos. Si sabe como ayudarme se lo agredezco profundamente. Saludos!

Anónimo dijo...

Estimada María:

Te mando el correo del contacto que tengo del Instituto Jane Goodall en España. El se llama Ferran y esta en contacto con Jane, por lo que le puedes contar la forma de acceder a ella.

Un abrazo muy fuerte y gracias por tus palabras.

ferranguallar@hotmail.com

Pedro Pozas Terrados

Anónimo dijo...

Pedro:

Acabo de darme cuenta que sos la misma persona con la que me comunique por hotmail (maria turturro). Me pasaste el contacto de la gente de proyecto gran simio de brasil. Perdoname por molestarte, prometo no hacerlo por un tiempo! Igualmente te tengo que decir que admiro a gente como vos que le pone tanta onda a gente que quiere arrancar en estos temas para ayudar.
Un abrazo fuerte!

Maria Turturro

Anónimo dijo...

Maria, no es ninguna molestia, te informo de lo que se con agrado y me alegra que estas tan interesada en la defensa de los grandes simios, nuestros hermanos evolutivos abandonados.

Recibe un fuerte abrazo y gracias a ti.

Pedro