EL GRAN NEGOCIO DEL CÁNCER

El título de este escrito puede dejarnos sorprendidos, perplejos. Pero ¿aún nos sorprendemos de algo? Se ataca a países acusados de poseer armas de destrucción masiva bélica y empleamos armas de destrucción masiva para hundir a un país con la mentira y el negocio del petróleo. Recaudamos dinero con programas televisivos o campañas de ONGs para luchar contra el hambre, y casi todo lo que se entrega es acaparado por gobiernos corruptos a donde va dirigido. Nos echamos la mano a la cabeza por las hambrunas en África y sin embargo enviamos nuestras flotas pesqueras a esquilmar los caladeros africanos después de haber agotado los nuestros. Se utilizan muebles y madera cuya procedencia procede de talas ilegales en las selvas tropicales y sin embargo nos alarmamos ante un cambio climático producido por el hombre. Ejemplos, cientos más.

Como vemos, el ser humano negocia consigo mismo, somos auténticos depredadores no solo de la tierra, sino de su propia existencia.

En España aproximadamente se declaran 150.000 casos de cáncer al año, de los que 100.000 personas pierden la vida en el mismo periodo sin un atisbo de esperanza. ¿Qué ocurre? ¿Por qué no se logra combatir con éxito esta enfermedad denominada cáncer, a pesar de tanto dinero invertido y tantos investigadores trabajando para lograrlo?.

Voy a exponer dos casos simples y después el lector/a que tome el partido que más crea conveniente y desde luego animo encarecidamente a informarse debidamente para sacar las propias conclusiones.

El Doctor Joaquín Amat afirmaba curar casos de cáncer. Más de 100 testimonios terminales avalaban su labor. Descubrió un nuevo tratamiento no tóxico de cáncer, se realizaron 19 ensayos clínicos en diferentes universidades del mundo. Al final fue condenado por fraude según consta la sentencia. Curaba con un tratamiento de una sustancia procedente de la orina, por urinoterapia. La ciencia no quiso investigar esta vía, había muchos intereses económicos por medio y muchas empresas involucradas.

El Doctor Antonio Brú y un equipo de científicos, afirman haber encontrado la forma de curar cualquier tipo de cáncer. Siguen trabajando en ello. Lo han publicado en la revista Journal of Clinical Research (Vol. 8, 2005) teniendo que haber pasado para ello un tribunal científico. Ha curado el cáncer en dos pacientes terminales y en ratones. Ahora quiere hacer un ensayo clínico con 19 pacientes y se lo han denegado. ¿Por qué? El no es doctor en medicina, es físico y matemático. ¿Es por eso? ¿Es porque la medicina que ha empleado para estas curaciones lleva ya mucho tiempo en el mercado y va a pasar a ser un genérico cuyo valor no es interesante ya para las empresas farmacéuticas? ¿Por qué la ciencia no se vuelca en este nuevo descubrimiento, ayudando al equipo del Doctor Brú y se le facilita los pasos necesarios para poder demostrar la eficacia de su descubrimiento? ¿Qué intereses ocultos existen detrás de todo ello?.

“Desde la Sociedad Española de Oncología Médica, queremos manifestar nuestra responsabilidad por la seguridad de los pacientes oncológicos. Cualquier estrategia nueva de tratamiento, como la que el Doctor Brú propugna, debe ajustarse a la metodología establecida. No tenemos constancia de ninguna publicación que avale en modelos preclínicos (ratones de laboratoio) y menos en clínicos (con pacientes) la seguridad del tratamiento que propone (dos meses continuados con cifras de leucocitos, 12 veces por encima del nivel normal). Mientras esto no exista, no nos parece ético exponer a los pacientes a un riesgo de toxicidad que puede tener consecuencias de muerte”. Estas son declaraciones del SEOM.

Increíble. ¿Cómo pueden decir que no se han publicado las investigaciones del Doctor Brú? ¿Cómo pueden decir que no se han realizado ensayos clínicos cuando ellos mismos según Brú los están paralizando? ¿No es acaso más perjudicial los tratamientos de la quimioterapia que son invasivos y crean numerosos efectos secundarios? ¿Por qué hablan de la seguridad de los pacientes oncológicos si las pruebas realizadas por el Doctor Brú eran a dos pacientes que los habían desahuciado y ha conseguido curarlos? ¿No es razón esta para apoyar las investigaciones del Doctor Brú, al menos realizando ensayos clínicos en enfermos terminales? ¿Porqué ese rápido boicot a investigadores que logran descubrir métodos sencillos de aplicación económica para combatir el cáncer? ¿Por qué se emplean otros productos carísimos procedentes de farmacéuticas y que no se ha demostrado la curación del cáncer y de esos, si hay apoyos?.

Aconsejo la visita a la página: http://www.terapia-cancer.org/ En ella hay un manifiesto para que toda persona que lo desee y este de acuerdo, lo firme. En esta petición se pide la comprobación inmediata mediante ensayos clínicos rigurosos de la efectividad de la Terapia aplicada por el Equipo de Investigación del Dr. Antonio Brú y que la Agencia Española de Uso Compasivo autorice el uso de este método para todo aquel enfermo Terminal que solicite este tratamiento. Como se ve, no se esta pidiendo que se autorice su aplicación inmediata como si de un simple remedio curandero se tratara, sino que se permita realizar los análisis clínicos que puedan avalar este descubrimiento de forma oficial. Además en la página puede verse todo el historial de las investigaciones del Doctor Brú, prensa, informes y toda clase de información al respecto.

Si la ciencia (SEOM) impide de forma unánime el no autorizar al Equipo del Doctor Brú los ensayos clínicos, es porque temen que su tratamiento sea efectivo y entonces el título de esta reflexión se convierte en una realidad con mayúsculas. Por el bien del ser humano, todas las posibilidades, aunque sean mínimas, encaminadas a conseguir vencer este mal de nuestra sociedad, deberían ser tratadas con respeto y diligencia. Hay mucha gente que muere y que tiene esa enfermedad. Mañana la podemos padecer nosotros. Por ellos, por nosotros, por el respeto a la vida, se debe agotar hasta el máximo, toda vía a la esperanza.


PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)