Pedro Pozas Terrados.
Después de 20 años de negociaciones, la Asamblea General de la ONU ha aprobado hoy la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas, cuya finalidad es proteger a los 370 millones de personas que pertenecen a comunidades autóctonas en todo el mundo. El texto ha recibido el apoyo de 143 países, mientras que 11 se abstuvieron y sólo cuatro votaron en contra: Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y Australia. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lo ha calificado de "momento histórico".
Aunque la Declaración no es jurídicamente vinculante, supone un instrumento legal internacional que ayudará a proteger a los indígenas contra la discriminación y marginación, según ha destacado la ONU en un comunicado. El texto consta de 46 artículos y establece parámetros mínimos de respeto a los derechos de los pueblos indígenas, que incluyen propiedad de la tierra, acceso a los recursos naturales de los territorios donde se asientan, respeto y preservación de sus tradiciones y autodeterminación. También reconoce derechos individuales, y colectivos relativos a la educación, la salud y el empleo.
Con todo, quizás el punto más relevante es el relativo a al apego de los indígenas a la tierra, ya que varios artículos mencionan su derecho a poseerlas, utilizarlas y desarrollarlas. En este sentido, el documento dispone que los Estados aseguren el reconocimiento y la protección jurídica de esas tierras, territorios y recursos y que no procedan a ningún traslado "sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa".
Según explicó el embajador de Australia ante la ONU, Robert Hill, su país votó en contra porque se otorgan derechos a las poblaciones indígenas que entran en conflicto con los del resto de la población y con el marco constitucional.
"Australia ha expresado su oposición al uso del término autodeterminación, que más bien está relacionado con situaciones de descolonización... no podemos respaldar un texto que pone en peligro la integridad territorial de un país democrático", ha explicado.
Canadá, de igual manera, apuntó que el documento no se adecua a su legislación en materias como la propiedad de tierras, su explotación o las fuerzas armadas.
En cualquier caso, Ban Ki-moon ha asegurado que la aprobación de esta Declaración es un "triunfo para todas las comunidades indígenas del mundo" y ha instado a que los estados miembros garanticen que se aplica en la práctica.
Los 46 artículos aprobados, son los 46 más uno indígenas asesinados en Guatemala debido a las elecciones a consejos municipales y que el propio Gobierno, de no ser cómplices de estosd asesinatos, deberían haber declarado nulas las elecciones por la violencia desatada contra los líderes campesinos y sus seguidores.
Las dos últimas víctimas han sido los candidatos del partido “Encuentro por Guatemala”, dirigido por la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú. Este nuevo brutal asesinato ocurrió en la entrada de la localidad de San Raymundo. Se tratan del candidato a la Alcaldía Wenceslao Ayapán de 35 años de edad y la candidata a concejal Esmeralda Uyún, de 26, ambos pertenecientes al partido indígena Winaq. Un hecho grave que inexplicablemente no ha tenido repercusión Internacional, ni si quiera en nuestro país.
Este partido fue creado para favorecer los intereses de los pueblos mayas, mayoritarios entre más de 10 millones de guatemaltecos y su impulsora Rigoberta Menchú es la primera mujer indígena en postularse a la presidencia en un país donde cerca del 45% de la población es de alguna de las 23 etnias que descienden de los mayas precolombinos.
En palabras del analista y social Gustavo Porras “el asesinato de personas vinculadas a las elecciones no son casos de violencia política, sino de violencia en la política”. Ha expresado también que durante la guerra, en los 80, la violencia tenía motivaciones ideológicas, pero que hoy en día la usa el crimen organizado para dejar camino libre a sus candidatos o simplemente crear caos. Porras añadió que en los primeros meses de la campaña se produjeron asesinatos para abrir espacios a los candidatos afines al crimen organizado.
Sabiendo todo esto, como en todos los conflictos mundiales donde no existan intereses económicos, la Comunidad Internacional cierra los ojos de una forma egoísta y cruel como lo ha hecho con República Democrática del Congo y tantos otros conflictos donde no ha interesado coger tajada.
¿Ha firmado Guatemala la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas?
Lejos de la realidad. El poder económico arrasa con estados, sentimientos, corazones y tienen como objetivo primordial, hundir al pobre, al indefenso, al ciudadano…
En todos los lugares del mundo, se siguen violando los derechos de los indígenas haya o no haya una declaración mundial. Naciones Unidas ha perdido el control y la Unidad por la que se creó. Los países se saltan a su conveniencia las decisiones de ésta y ésta actúa en muchas ocasiones a conveniencia de los intereses de las grandes superpotencias. Es cierto que con ello se tiene una base para la lucha, pero como hemos visto, hay países que no han firmado, otros se han abstenido y otros que ni si quiera pertenecen a naciones Unidas como muchos países africanos.
Una vez más estamos ante un simple acto de lavado de imagen ante la sociedad mundial, una mentira, una falacia, un engaño descomunal.
El hombre es esclavo del poder económico y los Estados en los que en su dominio se asienten naciones indígenas, no permitirán que éstas controlen sus tierras y su patrimonio. Somos una especie que sólo sabemos arrasar a los débiles, arronjándolos al olvido, al genocidio premeditado.
Ser ambientalista o líder indígena en Latinoamérica, es pagar el 80% de tu propio ataúd. ¿Quién hay detrás de todo esto?
PEDRO POZAS TERRADOS
No hay comentarios:
Publicar un comentario