viernes, septiembre 11, 2009

TERCERA ENTREGA. ENTREVISTA A MAXIMO SANDIN, CIENTIFICO Y ACTIVISTA LUCHADOR EN DEFENSA DE LA VIDA

5.- Los grandes simios poseen numerosas capacidades cognitivas que nos acercan aún más a nuestra especie y que sin duda son hermanos evolutivos, compañeros de camino. ¿Se siente un gran simio?

Desde el punto de vista “taxonómico” somos un gran simio. Desde el emocional los siento como mis hermanos pequeños a los que habría que dejarlos que vivieran su vida; habría que dejarlos, simplemente, en paz pero que dadas las circunstancias necesitan nuestra ayuda. Pero en la lógica darwinista la extinción de los Grandes Simios sería la consecuencia “normal” de su concepción de la evolución: “por competencia” con el Hombre. Si, según ellos, el Hombre que llaman “moderno”, es decir, el que más se parece a ellos, surgió recientemente en África y “desplazó” o “sustituyó” (que es como suavizan el término “eliminó”) a todos los hombres repartidos por el Mundo, con sus culturas cazadoras-recolectoras, con sus conocimientos sobre sus hábitats, hasta no dejar ni uno, ¿cómo no va a “desplazar” a los Grandes Simios? Por mucho que quieran disfrazar su concepción de la evolución humana y de la humanidad de “políticamente correcta” (otra cínica expresión con un origen muy concreto), en el fondo, siguen manteniendo la de su maestro. En “El origen del hombre”, Darwin afirma: “Llegará un día, por cierto, no muy distante, que de aquí allá se cuenten por miles los años en que las razas humanas civilizadas habrán exterminado y reemplazado a todas las salvajes por el mundo esparcidas / ... / y entonces la laguna será aún más considerable, porque no existirán eslabones intermedios entre la raza humana que prepondera en civilización, a saber: la raza caucásica y una especie de mono inferior, por ejemplo, el papión; en tanto que en la actualidad la laguna sólo existe entre el negro y el gorila”. La imagen que Darwin tenía del Hombre era la de una Humanidad en evolución “gradual” y ascendente, en cuya cumbre estaban los hombres importantes de los países “civilizados” (las mujeres estaban en un grado intermedio). No sé si recuerda el escándalo que provocó el Premio Nóbel James Watson hablando despectivamente de los africanos, que fue respondido por los darwinistas con una reacción “escandalizada” y “políticamente correcta”. Y es que Watson es un darwinista coherente. No se puede ser un darwinista coherente y tener una verdadera conciencia ecológica, porque las relaciones entre los seres vivos, según los darwinistas se basan en “la competencia”, la “explotación de recursos”, el “coste-beneficio”, el “éxito evolutivo”… No basta con disfrazar sus ideas empresariales de “amor a la Naturaleza”. “Su” Naturaleza es una enemiga que hay que derrotar, dominar. Es como si un nazi se declara hippy porque lleva flores en el mango de la porra. Su concepción de “libre mercado” aplicada a la Naturaleza con su obsesión por la competencia les ha llevado a considerar “competidores” a todos los seres que la componen y está contribuyendo, aunque ellos no sean conscientes, al desequilibrio ambiental de la Tierra con sus manipulaciones de los procesos naturales.

Claro que me siento próximo a los Grandes Simios. Como me siento próximo a toda la Humanidad, y mucho más a los que Darwin llamaba “pueblos salvajes”. Para él y los que “colaboraron” en imponer su visión de la vida, Huxley, Hooker, Galton… los “salvajes” eran poco más que animales (Darwin no se cansa de repetirlo en “El origen del hombre”) y su extinción era “lógica”. Los “colonizadores” nunca se han molestado en comprender a los “primitivos”, a los “inferiores” evolutivamente. Pero cuando se han hecho estudios honestos, cuando se han intentado comprender a los pocos que han quedado sin “desculturizar”, se ha comprobado que tenían, en muchos casos, culturas bellísimas, de una gran comprensión y comunicación con la Naturaleza. De una gran sabiduría (que no es lo mismo que “datos” ni “tecnología”) que hacía que su modo de vida en armonía con la Naturaleza podría haber durado indefinidamente sin destruirla, como está haciendo el hombre “civilizado”.

Con los grandes simios ha pasado algo parecido. Los estudios sobre sus capacidades cognitivas y emocionales nos obliga a concederles todo el respeto que se merecen. Como al resto de los seres vivos. Se ha descubierto una inteligencia sorprendente hasta en un invertebrado tan “sencillo” (tan “primitivo” evolutivamente, según la versión oficial) como es el pulpo. La idea de que los animales son como “máquinas” guiadas “geneticamente” sólo por el instinto también ha sido superada. Esto debería llevarnos a reconsiderar la utilización de animales con fines experimentales, pero en el caso de los primates en general y los Grandes Simios, dadas sus condiciones, mucho más. Es impresionante mirar a los ojos a un chimpancé o un gorila cautivo. Se te saltan las lágrimas. Se comprende la reacción de incomodidad de muchas personas (a veces se les escapan unas risitas nerviosas) cuando se encuentran frente a ellos. Creo que se sienten reflejados en ellos. Y es lógico.

6.- Desde el Proyecto Gran Simio estamos trabajando para que todas las selvas tropicales sean declaradas Patrimonio de la Humanidad, ya que además de conservar en su interior una gran biodiversidad (animales, grandes simios, flora, poblaciones humanas, etc.), es gran reservorio del CO2 y además conservan el sistema de vientos planetario que parten desde el ecuador a los diferentes hemisferios y que si es destruido o alterado (debido a la destrucción por parte del hombre de su ecosistema) acelera igualmente el cambio climático. ¿Qué le parece esta propuesta?

Me parece una medida absolutamente urgente. Pero si no hay un cambio radical en el depredador modelo económico del “libre mercado” no podremos evitar ir hacia el desastre. Si lo que sigue dominando el Mundo son los intereses económicos, fundamentalmente de las grandes empresas, si, como hemos visto tras la “crisis financiera” es un sistema intocable porque interesa a los poderosos, no habrá solución. Como sabrá, las grandes petroleras pagaron a científicos corruptos para que negaran la realidad del cambio climático. Ahora que ya resulta evidente para todos (excepto para los alienados, supongo) se está extendiendo un espíritu “ecológico” que astutamente han dirigido “al chocolate del loro”, es decir hacia actitudes que limpian la imagen, como poner a los ciudadanos a trabajar gratis para las empresas de reciclado, vender “tecnologías limpias” o, incluso, la idea de privatizar el agua “para conseguir un consumo más responsable”, es decir, no sólo no piensan cambiar el modelo, sino que convierten las supuestas soluciones en un negocio más. Para colmo, los países pobres que han entrado en el sistema del “libre mercado” se niegan a implantar medidas para reducir emisiones de gases de efecto invernadero porque dicen, con razón, que después de que los países ricos han provocado esta situación no van a ser ellos ahora los que paguen las consecuencias sin poder “desarrollarse”. Y como todos sabemos, en este sistema el desarrollo, “el crecimiento” ha de ser constante, sin fin, porque si no, no puede mantenerse. Es una verdadera locura.

7.- En Indonesia y en Sumatra, los orangutanes están desapareciendo por culpa principalmente de la deforestación de sus selvas a cambio de plantaciones de Palma de Aceite que son usadas para alimentación y cosmética, pero sobre todo para biocombustible, un tipo de energía que según Europa, EE.UUl. y Brasil es el futuro energético. Sin embargo, se están matando a lideres indígenas y de campesinos en la lucha contra estos monocultivos empleados para agrocombustibles y se les esta expulsando de sus tierras. Ademas miles de hectáreas de soja, maíz, trigo, caña de azúcar, etc. son empleadas para este tipo de energía, en detrimento de la alimentación humana. ¿Qué opinión tiene al respecto?

Los grandes medios, como sabemos, pertenecientes a empresarios y grandes magnates de la comunicación, dan una información muy controlada, muy dirigida. Nos dicen quienes son “los malos” y “los buenos” y si cuestionan una actividad destructiva o una “innovación” es porque ellos (los que mandan) son partidarios de otra rival. Para informarse de las cosas terribles que están pasando hay que recurrir a agencias “alternativas” en Internet (aunque he leído que también quieren controlar esta fuente de información, libre por el momento). Los ciudadanos medios, las mayorías, no saben qué está pasando en África, en Indonesia, en Latinoamérica…. Que las grandes compañías contratan asesinos para eliminar a los líderes sociales. Que, por ejemplo, las grandes compañías de la alimentación están comprando las mejores tierras de África para producir alimentos para sus países, alejando aún más a los africanos del acceso a la comida. Que están introduciendo los tóxicos, caros y destructivos cultivos transgénicos en África con la excusa de “luchar contra el hambre”. Les han convencido de que los agrocombustibles, otro gran negocio para las grandes empresas y que están acelerando la deforestación, son una solución al cambio climático, cuando lo que son es otro generador más de hambre… Como sabe, somos “la sociedad de la información”.

8.- Darwin fue en un principio ridiculizado por la prensa, caricaturado como si fuera un mono, hasta el punto de quedar inmortalizado en la etiqueta de “Anís el mono”. ¿Cómo ve Vd. estos ataques ridiculizadores de la prensa?

Hay un artículo muy interesante y muy bien documentado que circula por Internet llamado “Las puertas de la percepción” de Tim O’Sea en el que nos informa, con abundantes datos, de que “somos los seres más condicionados y programados que el mundo ha conocido jamás”. Él se refiere a la sociedad norteamericana, pero sus datos son extensibles a todas las sociedades “desarrolladas”. La manipulación interesada de la información llega a extremos inconcebibles y es de una gran sutileza. Las leyendas que se han tejido por los que controlan la información sobre la “revolución darwinista”, que, en realidad fue un reforzamiento de las ideas de los que dominaban el Mundo, convirtiéndolas en una justificación “científica” (la lucha por la vida, la supervivencia del “más adecuado”, la selección “natural”…) han conducido a hacer creer a la sociedad que Darwin, como buen “revolucionario”, fue “un incomprendido en su tierra”. Las caricaturas de los periódicos conservadores, la reacción escandalizada de la Iglesia anglicana, que no sabían que la evolución (incluida la del hombre) llevaba un siglo siendo estudiada en las universidades europeas, el mítico debate entre Huxley y el obispo Willbeforce… Se han convertido en los tópicos muy bien dosificados que ocultan la realidad. Darwin fue magníficamente acogido por los poderosos de su país y de Norteamérica (no voy a repetir la célebre frase de John Rockefeller). Sir Joseph Dalton Hooker, Sir Francis Galton y, especialmente, Sir Thomas Henry Huxley, los hombres que le “asesoraron” en su obra y que le encumbraron eran muy poderosos, especialmente Huxley, que fue el que “explicó” a Darwin que de lo que él pretendía hablar con “el origen de las especies” era de la evolución. Al “incomprendido” Darwin, cuyos “sencillos” textos se convirtieron en los primeros best-sellers científicos de la historia (naturalmente, los compraron los que se lo podían permitir), le hicieron miembro de las más importantes sociedades científicas y, a su muerte, fue objeto de un funeral de estado y fue enterrado, al lado de la tumba de Newton, en la abadía de Westmister, en la que sólo estaban enterradas cinco personas no pertenecientes a la nobleza. Supongo que estos datos históricos pueden ayudar a responder la pregunta.
9.- Ante la presentación del Proyecto Gran Simio en el Congreso de los Diputados el 25 de abril de 2006, se originó un debate nacional en pro y en contra de nuestro proyecto, con manipulaciones de la prensa afín a la oposición (Partido Popular). Durante varias semanas los columnistas hablaban de los simios más en sentido ridículo que positivamente, con numerosos chistes al respecto. Posteriormente la prensa fue cambiando y los que nos habían criticado y atacado, comenzaron a realizar reportajes más serios y objetivos. Por otro lado internacionalmente, las agencias veían positivamente la propuesta de la Proposición No de Ley en defensa de los grandes simios. Más tarde acabada la legislatura, la PNL desapareció al disolverse las Cortes. En la segunda legislatura del PSOE (actual), el 5 de junio de 2008, fue aprobada la PNL de defensa de los grandes simios por Comisión de Medio Ambiente del Congreso. Sin embargo hasta la fecha, la PNL sigue sin cumplirse (adhesión al Proyecto Gran Simio por parte del Gobierno y una Ley de grandes simios). Ha pasado más de un año desde que la Comisión lo aprobó y el Gobierno continua mudo. Se ha efectuado una Pregunta parlamentaria del porque no se ha puesto en práctica, y el gobierno continua mudo. Una vez dicho todos estos antecedentes: ¿Por qué cree que está pasando esto? ¿De que se tiene miedo al querer conceder unos derechos básicos a unas especies que se encuentran dentro de nuestra propia familia? ¿Acaso inconscientemente continua el debate de no querer tener un mismo ancestro común?

El Partido Popular y sus medios afines se han pasado años riéndose del cambio climático (el “preclaro líder” aún está en ello). En el caso del problema de los Grandes Simios la actitud tiene el mismo origen: la incultura científica; son “tonterías”. Pero en cuanto a la idea del ancestro común no creo que en nuestro país sea ese el problema. Incluso la Iglesia católica “admite” la evolución (claro que lo que admite es la explicación darwinista). De hecho, el darwinismo es una ideología de derecha, porque en su origen eran ideas que justificaban las desigualdades sociales en base a las diferencias biológicas entre los individuos (con leer “El origen del hombre” se puede constatar). Es lo que ahora se denomina el determinismo genético. Pero a pesar de los disfraces nunca ha dejado de serlo. Los “inventores” de la Síntesis “moderna” (de los años 30 del siglo pasado) que se supone que es la versión “actualizada” del darwinismo, eran eugenistas, es decir, partidarios de que las personas que consideraban “no aptas”, los marginados, alcohólicos (los pobres) y pequeños delincuentes.., no se pudieran reproducir, y en la actualidad siguen “descubriendo” “genes” del comportamiento humano: “el gen” del alcoholismo, de la infidelidad, de la ludopatía… En el siglo pasado hubo un enfrentamiento entre científicos de distintas ideologías por estas interpretaciones. Los deterministas, es decir, los partidarios de la idea de que el orden social es una manifestación de la naturaleza intrínseca del hombre y, por tanto, inmutable, eran los darwinistas y las ideas contrapuestas que afirmaban que el ambiente y las condiciones sociales en que los individuos se desarrollaban eran responsables de gran parte de esas diferencias eran las de los llamados “ambientalistas”, de orientación lamarckista y partidarios de la construcción de una sociedad que no favoreciese la aparición de las grandes desigualdades sociales existentes. Con el poder que hay detrás del darwinismo, los deterministas van ganando por goleada en la actualidad, porque incluso han convencido a los progresistas de que son “hechos científicamente comprobados”. Y hay unas despreciables interpretaciones de las desigualdades del Mundo, de las características “innatas”, genéticas, de pueblos o grupos despreciados que han calado profundamente en la sociedad. Todo está en “los genes”. Otro gran logro social del darwinismo.

En cuanto a la actitud de los políticos, aunque esto es una opinión personal (es decir, no “científica”) creo que el PSOE tiene el grave problema de intentar hacer compatibles una ideología social de (relativas) izquierdas con una ideología económica de derechas, que es lo que en realidad es el “pensamiento único” de la economía de libre mercado, y en este aspecto las derechas les tienen “atrapados por los fondillos”, porque ellos “sí que la saben aplicar”. Claro que si los líderes sindicales dicen que el “mercado laboral” es “muy competitivo” no podemos esperar mucho más…

Para los políticos en general lo que importa es la economía (este tipo de economía). No cabe esperar que den la importancia que tiene a la extinción de los Grandes Simios. A cualquier extinción. Por lo que les he oído, su incultura científica es tan grande que creen que la Humanidad podrá seguir viviendo aunque no queden animales más que en los zoológicos. Eso sí, las manipulaciones genéticas les parecen magníficas porque son una herramienta para “el desarrollo” y “la competitividad”.

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